David Ferrer: “Creo que Alcaraz todavía no es consciente de lo que ha conseguido"

Hablamos con el director de las Davis Cup Finals 2022 desde Valencia para analizar el nuevo formato y recordar sus mejores partidos en la competición.

Fernando Murciego | 17 Sep 2022 | 15.00
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David Ferrer en la Copa Davis de Valencia. Fuente: Punto de Break
David Ferrer en la Copa Davis de Valencia. Fuente: Punto de Break

Vuelve el tenis a Valencia y no podía faltar la presencia de David Ferrer (Jávea, 1982), uno de los máximos exponentes de la zona de levante. El alicantino ejerce esta vez de director de las Davis Cup Finals, competición que le vio levantar el título unos cuantas veces y que ahora le ve organizar desde los despachos. Aprovechando un hueco en su agenda, Punto de Break se sienta con el ex número 3 mundial para debatir acerca del formato, su historia con esta competición y el boom de Carlos Alcaraz.

Te retiraste hace tres años, pero nunca te has separado del tenis. Así se lleva mejor.

Ya no pienso como un profesional, eso lo dejé hace tiempo (risas). Me gusta lo que hago, sigo vinculado a este mundo, tanto en el Godó como ahora con la Copa Davis. Formar parte de lo que ha sido mi casa como profesional, de una manera tan intensa, es algo muy especial. Ahora lo vivo todo desde otra perspectiva, pero eso me ayuda a aprender cosas nuevas.

¿Qué diferencias hay entre tu trabajo en el Godó y estas Davis Cup Finals?

Hay algunas diferencias. En la Copa Davis está todo más estructurado en cuanto a horarios o pistas; en el Godó es más un tema de jugadores y managers, todo es distinto. Aquí en la Davis están las reglas de la ITF y son las que son, así que la función es diferente a lo que hago en ATP.

¿Qué valoración haces del torneo hasta el momento?

Estoy encantado por cómo está yendo todo, por cómo trabaja Kosmos y por el equipo que se ha conseguido traer. El Valencia Basket nos ha puesto todas las facilidades con sus instalaciones, la acogida de los equipos ha sido buenísima y por parte del público también hemos tenido una gran respuesta. Estoy muy contento por ver que todos los que están aquí para competir tienen cubierta cada cosa. Y si hay algo que necesiten, ahí estoy yo.

Te vendrán muchos recuerdos de la competición…

Me vienen recuerdos cuando veo los partidos de España, cuando entran a pista y escuchan el himno, las entrevistas del final, etc. Todo eso me lleva a cuando yo estaba ahí. Me alegra verles, además les conozco muy bien a todos, hay mucha confianza, hace tres años estaba jugando con ellos. Es todo muy fácil en ese sentido, me lo paso bien y puedo seguir compartiendo estos momentos con una competición muy especial.

El otro día te veía hablando con Juan Carlos Ferrero y me imaginaba posibles conversaciones. “¿Quién de los dos será capitán antes?

No, no (risas). Estábamos hablando de Carlos y del entrenamiento, Juan Carlos es amigo íntimo mío, tenemos mucha confianza. Nos hacemos bromas todo el rato, siempre se ríe cuando me ve llegando con americana (risas). Me alegro mucho de que esté ayudando a Carlos y que le vaya tan bien, porque es amigo mío y sé todo el trabajo que hay detrás para que ahora su jugador haya ganado un Grand Slam y sea el número 1 del mundo.

¿Y recuperar un torneo ATP en Valencia, cuándo?

Tenemos tantas cosas ahora mismo que no hay tiempo para ese tipo de energía. Algo así requiere de tiempo, mucho tiempo. Ahora Juan Carlos está viajando mucho con Alcaraz y yo también tengo trabajo con la Davis, el Godó, Legends y ciertos sponsors. Aquello fue una época muy bonita pero ya pasó, lo importante es que en Valencia seguimos teniendo tenis, ahora a final de año vamos a tener un Challenger gracias a Pablo Andújar. Si en el futuro se planteara algo nuevo, no dudaría en llevarlo a cabo con Juan Carlos.

Volvamos a la Copa Davis. ¿Recuerdas tu primer partido?

Sé que fue en Bielorrusia, en 2006. Contra Voltchkov, perdí en tres sets.

Buena memoria.

De esta competición recuerdo cada momento.

En Mar del Plata 2008 pierdes con Nalbandian pero ganáis la Ensaladera. ¿Qué sensación se te queda en un momento así?

Sí, es curioso en ese aspecto. Allí fui partícipe del triunfo pero la disfruté con un poco de sabor amargo, por no haber dado mi nivel, aunque es verdad que Nalbandian venía jugando muy bien. Se podía perder ese partido, por supuesto, pero no fui capaz de sacar un buen tenis, además llegué en un momento personal que no era el mejor.

En la final de Praga de 2012 arrasas a Stepanek y Berdych… pero España acaba perdiendo ante la República Checa en el quinto punto.

En esa etapa es cuando mostré el mejor tenis de mi carrera, gané dos partidos en una pista que era prácticamente hielo, venciendo en tres sets tanto a Stepanek como a Berdych, pero no se pudo culminar. No es culpa de nadie, esto es tenis, a veces se pierde. Por suerte pude jugar otras tres finales más y esas sí se pudieron ganar.

Para mí la mejor siempre será Valencia 2018, en la Plaza de Toros, maratón contra Kohlschreiber. ¿No pensaste que aquella podía ser la última vez que hubiera Copa Davis en casa?

Honestamente, pensé que era la última para mí, que aquel iba a ser mi último partido de Copa Davis. Y así fue. Un partido que gané más de corazón que de tenis, porque tenísticamente ya no estaba al nivel que yo necesitaba para seguir compitiendo. Me quedé bien, saciado, tanto en ATP como en Copa Davis. Luego cambió el formato para dar un paso adelante y yo ya me retiré.

Ahora que conoces desde dentro el trabajo de Kosmos, ¿hacia dónde se dirige este cambio de formato?

Yo creo que este formato ha venido para quedarse, todo queda mucho más claro así. Tantos aficionados, jugadores como los sponsors tienen el calendario más ajustado que de la otra manera. El tenis, como todo en la vida, tiende a evolucionar, en su momento se habló con todos los capitanes y organizadores en busca de una mejora, para que todos vayamos a una y estemos de acuerdo. Lo que pasa es que es imposible que todo el mundo coincida, al final los más importantes son los jugadores, que son los que disputan la competición. En ese aspecto, Kosmos intenta escuchar mucho a los jugadores.

No sé si escuchaste la queja de Roberto Bautista hace unos días: “Nos prometieron que la Copa Davis se iba a jugar en una sola semana y al final son tres”. No es sencillo contentar a todo el mundo.

Es imposible, totalmente. Justo con Roberto he podido hablar hace unos días y creo que se malinterpretaron un poco sus declaraciones. En el fondo él está bastante contento con el nuevo formato de Copa Davis, aunque sí es cierto que el calendario está muy apretado. SI lo hiciéramos todo en una semana a final de año, el horario no se adaptaría para todos. Cuando estás fuera y ves las cosas desde la otra parte, ya no solo como jugador, entiendes mucho más las cosas. Sí, se tienen que cambiar las cosas, pero la realidad es que es muy difícil. El calendario es el que hay y todo el mundo se tiene que adaptar.

Si juega España el estadio está a rebosar, lo cual es una maravilla. Pero claro, ¿cómo llenar La Fonteta con un Serbia-Corea? Es la pregunta sin respuesta.

Estamos en la fase de grupos, es normal, aparte de que no todo el mundo de Corea puede venir aquí a ver a su equipo. Pero bueno, había gente en la pista ese día, esto también ocurre cuando hay un torneo de tenis normal. En los Masters 1000, por ejemplo, los martes te encuentras un top10 jugando contra un top20 y no hay mucha gente viendo el partido, lo que busca el aficionado es ver los encuentros más importantes. Al final esto no se trata solo de ver tenis, me he dado cuenta que el tenis tienes que enfocarlo para los aficionados del tenis y para los que no son tan aficionados, para que ellos también puedan vivir una experiencia con la familia.

Tema Alcaraz. Se nos ha ido de las manos lo de este chico.

(Risas) ¿Qué te puedo decir? Lo que está claro es que es un jugador especial, diferente. Es tremendo que con esa edad asuma esas responsabilidades, que no tenga miedo al contrario y que siempre quiera más. Eso es lo que me maravilla de él, me recuerda a Rafa cuando tenía esa edad, esa forma de asumir la presión, no tenía problema con eso. Aparte que, tenística, física y mentalmente es superior a los demás a esa edad.

¿Hasta qué punto es determinante la figura de Juan Carlos Ferrero?

No sé hasta qué punto, pero es una pieza fundamental. Carlos es un jugador que cumplía todas las condiciones para llegar al lugar en el que está ahora, para ser número 1 y ganar Grand Slams. Lo que creo es que sin Juan Carlos no lo hubiera conseguido a esta edad, ha hecho un trabajo excepcional para que todo esto esté ocurriendo. Juan Carlos ha vivido esos momentos, sabe muy bien lo que es la presión, la puede transmitir. Además, como entrenador cuenta con algo muy bueno: tiene personalidad y criterio. A la hora de ayudar a Carlos, esto es imprescindible. Afortunadamente, Carlos también es un jugador humilde, quiere aprender y es inteligente para adaptar cada concepto que Juan Carlos le intenta enseñar.

Le ha llegado todo de golpe, con tan solo 19 años, alguno pensará que es fácil lo que está consiguiendo. ¿Ahora qué va a pasar?

Ser número 1 está al alcance de muy pocos, así que vamos a disfrutarlo. No he pensado mucho más allá, no sé si lo aguantará muchos años, pero la motivación la va a seguir teniendo. Primero por el gran equipo que tiene detrás y, segundo, por lo que yo veo en Carlos, tiene esa ambición de no parar, la misma que tenía Rafa para seguir ganando Grand Slams, Masters 1000, Copas Davis, etc.

Lo de Rafa es otro nivel…

Es que yo he visto a Rafa ganar Roland Garros y, al día siguiente, irse a primera hora a entrenar en hierba. Jugar Queen’s y ganar Queen’s. Jugar Wimbledon y ganar Wimbledon. Yo eso lo he visto, eso nadie lo hace excepto Rafa, en ese aspecto es único. Ahí Carlos creo que tiene un buen ejemplo para seguir y Juan Carlos es consciente de esa hambre que tiene para continuar pulverizando récords.

¿Qué peligros puede tener la gestión de tanto éxito?

Sinceramente, no me preocupa, lo veo todo muy bien estructurado. Lo que creo es que Carlos, al ser todavía un niño, no es consciente de la magnitud de lo que ha conseguido, ni lo que genera a su alrededor. Es alguien muy cercano, muy humilde, tiene ese carisma. Lo ves y sigue siendo el mismo niño de hace años cuando estaba en su casa, hasta que salga a la calle y se dé cuenta que ya nada será lo mismo (risas). Es un poco la inconsciencia de la edad, de las cosas, esa es la mejor época.

Imagínate que Juan Carlos te dijera: ‘David, hazme alguna semana, que el año es muy largo…

No, estoy muy bien así (risas).

La gira sudamericana, dos semanas.

Lo haría, pero no por ser Alcaraz, sino porque me lo pida él como favor personal. Lo haría con cualquiera de su Academia… pero solo una semana (risas).