Alexander Zverev volverá a una final de Masters 1000 desde 2022 en el ATP de Roma y lo hará tras dejar por el camino al jugador revelación del torneo. Y es que el alemán venció a Alejandro Tabilo por 1-6 7-6(4) 6-2 después de rehacerse a sí mismo. El chileno no había perdido ni un solo set en el torneo hasta que se topó con un Sascha que le dio la vuelta a un partido que Tabilo tenía encaminado. Zverev esperó su momento para que su rival sintiera la verdadera presión y así sacar sus garras en el tie break del segundo set. A partir de entonces, la revelación chilena fue perdiendo su solidez y Alexander elevó el nivel. Así, el número 5 del ranking ya espera en la gran final por Nicolás Jarry o Tommy Paul.
El primer set de esta semifinal no respondió a ninguna igualdad ni gran disputa, pues hubo un claro jugador que marcó su superioridad desde el primer momento en que sus pies tocaron la tierra romana. Alejandro Tabilo enseñó los dientes de buenas a primeras, avisando a su rival que se encontraría en problemas una y otra vez. Y es que, de hecho, Zverev cometió varios fallos fruto de la agresividad de un Tabilo confiado que se puso por delante. Mientras que el servicio fue el gran aliado del chileno, Sascha no lograba meter apenas primeros saques, algo que arrastró durante todo el set.
Así, después de no haber podido igualar la contienda, poco a poco el alemán fue ganando en negatividad, incluso quedándose parado y dejando pasar algunas bolas. La efectividad de Tabilo al resto sumado a la dejadez de Zverev, volvió a significar un break en favor del chileno. Este mató a dejadas a su rival y logró que el alemán no se sintiera cómodo en ningún momento para, en media hora, llevarse el primer set con las ideas bastante claras.
El partido se aprieta y Zverev aprovecha la tensión de Tabilo
Sascha necesitaba darles la vuelta a esas sensaciones si quería seguir con opciones, pues Tabilo se había marcado un primer parcial de otro mundo. Necesitaba ganar grandes puntos para frenar el vendaval chileno que tenía delante, pero es que Zverev no sabía qué hacer ante cómo le corría la bola a su rival. La superioridad de Tabilo continuaba su curso, aunque poco a poco el alemán se nutría de algunos buenos peloteos que le mantuvieron dentro del partido. Y es que el chileno se apuntó un par de golpes ganadores en carrera que demostraron su gran nivel, dejando claro que tenía respuestas para todo.
No le quedó otra a Zverev que apoyarse en su servicio, que fue cada vez a mejor, evitando una ruptura que habría sido casi determinante. De hecho, a partir de ese momento, el partido comenzó a igualarse y a apretarse con el alemán teniendo la oportunidad de jugar más y un Tabilo que perdía un poco de esa brillantez. Y es que aguantar ese gran nivel durante todo el encuentro no es fácil. Así, no quedó otra que jugar un tie break que terminó cayendo del lado del alemán, un tie break que el chileno jugó demasiado conservador, sin fuerza y bastante predecible.
En este punto, el chileno ya se había desmarcado de ese tenis ofensivo que mostró durante todo el partido, pues la tensión hizo mella en él. El alemán arrancó el set decisivo con más solidez, especialmente con su saque y con una defensa que descolocó a su rival. Tabilo, por su parte, cometió demasiados errores una y otra vez que le condenaron con doble break en contra. Y es que ya no le estaban saliendo las cosas en un partido que terminó volviéndose en su contra. El alemán se abrazó a la experiencia y no la soltó, mostrándose cada vez más superior y entero, a diferencia de un Tabilo que había perdido la fe. Así, Sascha cerró un partido que logró dar vuelta con mucha paciencia y experiencia, mientras que el chileno se puede dar el lujo de marcharse del torneo de Roma con la cabeza alta.