Mientras esperamos a que Rafa Nadal tome la decisión sobre si juega o no el próximo Roland Garros, algunos miembros de su equipo siguen ofreciendo algunas entrevistas interesantes que siempre nos gusta recoger. Una más desenfada fue la de Carlos Moyá con SuperTennis TV en este último paso por el Masters 1000 de Roma, donde el técnico español ofreció algunas opiniones sobre temas de actualidad… y también alguna de cara al futuro. Destacamos aquí abajo algunas de sus palabras.
Diferencias con su época
“Hay una evolución física, más que táctica o de nivel. Ahora todos los top100 son atletas buenísimas, hace 20 años no era tan fácil encontrar esto, sí es verdad que los top eran buenísimos, pero el nivel medio no era tan bueno. Para mí ahora es la gran diferencia, que el #100 del mundo es una bestia físicamente, los estudios de nutrición y prevención han provocado que se de esta evolución. Los equipos son mucho más grandes, hay mucha más información, esto es lo que ayuda a que los jugadores se hayan convertido en grandes atletas”.
Evolución del tenis español
“Aquella época puede que sea irrepetible, teniendo en cuenta que España no es una potencia a nivel mundial en según qué aspectos, ya que no tenemos tantos millones de habitantes ni tenemos un Gran Slam que de beneficios para invertir. Sí que tenemos una gran estructura de torneos, desde Futures a Challengers, buenas academias, buenos entrenadores, aunque a veces esto no es suficiente. En aquella época había 3-4 españoles que tenían opciones de ganar un Grand Slam, esto es algo complicado de repetir. Aunque lo tuvimos en su momento, no podemos tratar esto como si fuera normal, aunque ahora sí tenemos a un súper campeón como Carlos Alcaraz, parece el único claro candidato para ganar los mejores torneos”.
Duelo Sinner-Alcaraz
“Es muy difícil predecir qué va a pasar en los próximos 10 años, está claro que ahora mismo es una batalla que existe entre dos grandísimo jugadores… pero lo de Roger y Rafa fue una guerra que duró 20 años y que siempre estuvieron ahí. Si me preguntas sobre los tres próximos años, está claro que esa será la gran batalla, pero dentro de diez años puedes pasar muchas cosas, que aparezcan nuevos jugadores o que sufran lesiones, muchísimos factores puedes interrumpir ese pronóstico. Los dos son grandísimos campeones, no tengo duda que ganarán muchos Grand Slams en el futuro”.
La alquimia del equipo
“La atmósfera en el equipo es muy buena, la estructura de Rafa se ha caracterizado porque él siempre ha querido mantener a su equipo durante tantos años. Antes estuvieron Toni (Nadal) y Francis (Roig), ahora estoy yo con Marc López y Gustavo Marcaccio. Rafa es alguien muy fiel, muy leal, confía totalmente en la gente que le rodea. Está claro que la situación es distinta a la de hace 6-7 años cuando optaba a ganar cada torneo que jugaba, ahora ya nos estamos acercando al final de su carrera. Es un nuevo estado de vida, acaba de ser papá y viaja con la familia. Nosotros entendemos la situación, conocemos al ser humano que es Rafa e intentamos combinarlo porque sus prioridades ahora no son las mismas que hace cinco años. Hay que exigir, pero también dar libertad en los momentos necesarios”.
Siempre obligado a ganar
“Es una presión bonita de tener, estoy con uno de los grandes de la historia, alguien que llegó a tener la presión de ganar prácticamente cada torneo que jugaba. Yo tengo la suerte de conocerlo desde que él tenía 11 años, conocerlo a él tan bien como al resto de su familia ayuda mucho en el día a día, aunque las situaciones han ido cambiando. En ese momento había que ser súper competitivo y seguir ganando Grand Slams; ahora es distinto, hay que ayudarle a que se sienta bien en la pista, pero dándole su espacio en sus ratos libres y su familia. Rafa es el primero que se exige, fuera de la pista a veces hay que estar un poco encima porque también tienes sus sentimientos y sus ganas de hacer cosas, ahí es donde intentamos aportar y sumar”.
¿Entrenar después de Rafa?
“La verdad es que no lo sé ni yo, no me lo he planteado de momento, me centro en disfrutar del momento. Sé que cada partido que juega puede ser el último, sé que todo esto ya no volverá en el futuro por la relación tan especial que tenemos desde hace tantos años. Intento disfrutar de estos momentos y dar el 100%, no sé lo que traerá el futuro, lo que me gustaría es estar tranquilo unos meses en casa, sin presión, estando con la familia. Después de tantos años viajando se agradece estar tranquilo en casa, seguro que no me aburriré, pero igual dos meses después me aburro y me apetece hacer algo”.