Un gran Aliassime pesca entre las dudas del Zverev de siempre

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🎾 Carlos Alcaraz vs Felix Auger Aliassime

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Carlos Alcaraz ya conoce quién será su rival en semifinales de las Nitto ATP Finals 2025. Se trata del canadiense Félix Auger-Aliassime, quien tuvo el valor de cargarse esta noche a Alexander Zverev para regalarse un baile más en Turín.

No debería ser noticia, ni mucho menos, que Félix Auger-Aliassime le gane un partido a Alexander Zverev. En primer lugar, porque ya lo había hecho varias veces en el pasado. En segundo, porque en las ATP Finals se juega en unas condiciones donde el canadiense brilla, se crece, saca su máximo potencial hasta comer en la mesa de los mejores. Y en tercer lugar, porque viene el amigo Sascha con una dinámica de no saber muy bien en qué grupo se encuentra. Parece que tiene claro el ranking que ocupa, Nº3 del mundo, pero luego sobre la pista no termina de demostrarlo. Esa frustración de dar un salto de calidad es lo que a veces le lleva a pegar un patinazo ante los perseguidores que le vienen por detrás.

En el lado contrario, esta noche se encontraba con un Félix que casi siempre llega flotando en esta gira de la temporada, cargado de confianza tras buenos resultados bajo techo –incluido un título– y poco miedo a la hora de medirse ante un Zverev que ya no mete el miedo que metía hace unos años. Hoy Alexander es un tenista vulnerable, endeble y, por si faltaba algo, lejos de su mejor versión. Todo esto termina afectando al aspecto mental, lo que significa que no serás capaz de dominar los puntos clave de un partido importante. Esto es lo que se pudo ver en el último juego del primer set, donde Zverev dejó la puerta abierta al break y ahí apareció Aliassime para llevarse el set.

Claro, que teniendo en cuenta el historial del canadiense, tampoco podíamos dar nada por sentado. ¿Cuál es la asignatura que más le cuesta a Felix? Aparta de la del revés, sí. Siempre ha sido la mental. Por lo que sea, al chico le cuesta rendir a pleno pulmón cuando llega el día de la verdad. Y si un día la supera, al siguiente la barrera sube cinco metros más. El partido de este sábado suponía varias fases. La primera siempre es la de rendimiento, de ahí que se llevara el primer parcial el que llegaba mejor. Pero después de ese instante ya todo se vuelve mental, aunque no lo quieras. El que va ganando piensa en lo cerca que tiene la victoria, mal. El que va perdiendo, por temor a naufragar, suele ponerle el candado a los riesgos y tirar por el camino más seguro. ¿Puede acaso Zverev ser más contemplativo de lo que ya es normalmente? Y tanto.

Este Aliassime es otro… y este Zverev es el mismo

Hubo amago de romperse la segunda manga nada más comenzar, típico momento donde el aire sigue soplando fuerte del mismo lado, pero con un premio importante si consigues resistir el temporal. Sin saber muy bien cómo lo hizo, Alexander consiguió evitar una tragedia todavía mayor y no descolgarse por completo del marcador. Con el 2-2 instalado, ambos volvieron a jugar liberados de cualquier atadura, al menos hasta que llegó de nuevo ese momento donde el fuego quema. Un 4-3 con 0-30 a favor de Aliassime nos transportó a un dejà-vu muy parecido al del primer set, pero Zverev sacó su escudo para volver a protegerse. La escena se repitió con el 6-5 y 15-30. Pero no, tampoco aquí se inclinó el alemán.

Llegados al tiebreak, teniendo en cuenta el porcentaje de uno y otro, a Félix se le puso carita de travieso. Es verdad que podría haberlo cerrado mucho antes, aunque nunca llegó a plantarse delante de esa bola de break, pero seguro que también hubiera firmado aterrizar en esta situación. En juego estaba el pase a las semifinales de unas ATP Finals, posiblemente de los escenarios más grandes que haya pisado nunca en su carrera, por lo que no dudéis que también traería un extra de nervios. Al otro lado de la red, Zverev se dejó llevar, aunque tranquilos que no le volverá a pasar más esta temporada. Victoria para el canadiense (6-4, 7-6), merecida en todos los aspectos. Alexander cierra el curso con más dudas que certeza, mientras que al de Montreal le espera mañana una cita con el mejor tenista del planeta. Veremos de qué es capaz.