Felix Auger-Aliassime es uno de los grandes nombres propios de unas ATP Finals 2025 en las que el canadiense ya pisa las semifinales. Gran partido el que firmó para tumbar a un alicaído Alexander Zverev, incapaz de contrarrestar los zurriagazos al servicio del de Québec, que con este triunfo consigue un doble hito: por primera vez pisa las semifinales de esta competición y, a no ser que de Miñaur supere a Sinner y él caiga en la próxima ronda, saldrá de Turín entre los cinco mejores del mundo.
Es la mejor clasificación histórica para un Felix Auger-Aliassime que ha encontrado en el segundo trimestre de este 2025 un auténtico balón de oxígeno. Un tramo de temporada en el que está volviendo por sus fueros, disfrutando de su renovada agresividad y confianza en sus golpes de ataque y demostrando que es capaz de plantar cara a los mejores. En rueda de prensa, el canadiense admitía que su renovada madurez, ganada a base de palos en las últimas temporadas, le hace afrontar este final de año con una filosofía muy clara: disfrutar y agradecer cada día el hecho de poder enfrentar a los mejores del planeta.
Auger-Aliassime dejó una tremenda reflexión sobre el cansancio y la vida en el circuito y reflexionó sobre cómo ha llegado a recuperar la confianza
- Pase a las semifinales de las ATP Finals y nuevo número cinco del mundo: sensaciones tras una gran victoria ante Zverev
"Hoy la clave fue la intención. En un partido como éste, sabes que van a haber muchos altibajos. Al fin y al cabo, se trata de que las intenciones de ir a por el partido me acerquen a la victoria. No fue un tenis perfecto, pero fue suficiente. Ambos logros, las semifinales y el #5 del mundo, son fantásticos. Cuando alcanzas un lugar en el que nunca antes habías estado, tanto en resultados como en ranking, siempre sacas conclusiones positivas. Es mi primera semifinal en este evento. Antes fui #6 del mundo, ahora soy el #5, subir un peldaño más no está mal (sonríe)".
- Sobre si sintió cierto nerviosismo a lo largo del segundo set por lo que podía conseguir
"No, no estaba pensando en el futuro. Fue difícil porque sentía que al principio del segundo set estaba jugando mejor. Tuve oportunidades. Estaba generándome muchas bolas de break. En dos de esos juegos que no pude aprovechar, uno de ellos fue muy largo, el del 3-2, y es difícil olvidarlo. Quizás eso es lo que me tensó más, no tanto el hecho de pensar en lo que podía lograr".

- En un final de temporada al que muchos llegan exhaustos física y mentalmente, él parece estar disfrutando. ¿Cuál es la clave?
"No sé cómo el resto no lo disfruta, sinceramente. Creo que han perdido la perspectiva, completamente. Entiendo que te puedes cansar. Yo también estoy cansado, pero tengo la oportunidad de viajar y ver diferentes circunstancias alrededor del mundo. Somos gente con suerte, unos privilegiados. En mi humilde opinión, cada día me levanto y disfruto. Disfruto de estar aquí. Incluso si pierdo partidos, está bien, estaré cabreado ese día, pero no sé... si quieres jugar menos torneos, quédate en casa. Nadie te obliga a estar aquí".
- El tenista con más triunfos en indoor desde el año 2020, con 85. ¿Cómo se explica esto?
"Una gran parte de ello seguramente se deba a que la mitad de mis temporadas entrenaba bajo techo. Hacía grandes viajes fuera de Canadá para jugar torneos en Italia o Francia, pero jugaba mucho en indoor. Mi estilo de juego se encaminó hacia el saque, ser agresivo, tomar riesgos, y si a veces juegas en condiciones de mucho viento o distintas, esos riesgos no te dan dividendos. Como profesional, luego mejoré en todos los aspectos, pero la pista dura bajo techo siempre fue mi favorita".
- Ha vuelto más motivado que nunca tras perder la final de París, incluso apostando por saltarse Metz y está igualmente aquí: habla sobre esa capacidad de resiliencia que parece haber encontrado
"Bueno, son dos cosas diferentes. Creo que la capacidad de remontar o la resiliencia que pueda mostrar es algo que he construido con el paso de los años. He tenido cierto éxito en mi carrera, pero también momentos duros. Los últimos años no han sido buenos. Fui capaz de forjar mi carácter y endurecerme a través de esos momentos. Ahora soy mejor. Estas decisiones, como la de no jugar en Metz, se basan en tener más convicción en hacer lo correcto para mí, sin compararme con otros, sin mirar a lo que otros hacen. Si lo hago, creo que tendré recompensa, quizás no inmediatamente pero sí en el futuro. Estoy contento de que mi decisión fuese acertada y de poder llegar a las semifinales aquí".
- ¿Es diferente perder ante Sinner y Alcaraz a hacerlo con el resto del circuito?
"En París fue un partido muy completo ante Jannik en cuanto a nivel de tenis. Aquí, el primer día, está claro que sufrí físicamente después del primer set. Son derrotas que escuecen igualmente. No es agradable perder ante nadie. Siempre te preparas para ganar, no te preparas para perder. Intentas tener cierta perspectiva, pensar en que no demasiados jugadores les ganan, pero para mí lo más importante es pasar tiempo en pista con ellos, fijarme en qué funciona, y con suerte acercarme más y más. Algún día tienes que empezar a ganarles en más de una ocasión si quieres ser considerado rival. Si ganas de higos a brevas, nunca vas a ser su rival".

