Tan brillante a nivel tenístico como reprobable en cuanto a actitud. Así es Holger Rune, un joven diamante en bruto repleto de temperamento y que tiene mucho camino por recorrer en lo que a gestión emocional se refiere. Su derrota en cuartos de final de Roland Garros 2022 frente al noruego Casper Ruud puso de manifiesto su enorme potencial, pero también un comportamiento rebelde mal canalizado y que puede acarrearle muchos problemas en caso de que no lo corrija. Por muy joven que sea, no todo es achacable a la temprana edad y sus declaraciones al diario danés Ekstrabladet han generado una gran polémica y pueden sentar precedente de una rivalidad íntima con el Ruud.
Ambos tuvieron un roce en pista cuando Casper le reprochó que quisiera revisar todas las marcas de bolas justas, a lo que Holger respondió secamente diciendo que se callara, que no le dirigiera la palabra. Esto lo hizo en un par de ocasiones durante el encuentro y con el saludo final, quedó claro que había algo de tensión entre ambos, pero nadie esperaba que fuera a mayores. "Una vez en el vestuario, su equipo de trabajo viene a saludarme y me felicita por el partido, son muy amables. Pero de repente, me encuentro con que Casper se acerca a mí y me pega un grito en la cara, como celebrando. Le dije que qué diablos estaba haciendo. Tú puedes celebrar y gritar en la pista, pero ese grito en mi cara es una falta de respeto. Fue muy antideportivo durante todo el partido, por eso no quise abrazarle ni hablar con él al final", comentó.
"Ruud me gritó en la cara de forma irrespetuosa cuando estábamos en el vestuario"
"He dicho muchas veces que le admiro mucho como jugador y tengo un gran respeto por él, así que no entiendo su actitud conmigo. ¿Pretende que me arrodille ante él. El 99% de los jugadores del circuito son respetuosos conmigo, puedo vivir sin que él lo sea", advirtió un hombre muy temperamental, que sorprendió a todos al gritar hacia su palco y decir que alguien se fuera, lo que provocó que su madre abandonara el estadio de forma abrupta. Cuestionado por ello en rueda de prensa. Holger ofrece una curiosa explicación. "Quiero mucho a mi madre, yo no la eché de la pista. Cuando estoy frustrado necesito que me dejen, no puedo estar escuchando a mi madre y mi entrenador. No buscaba específicamente que se fuera, en el partido con Stefanos también se marchó. Ella sabe cómo darme paz", aseguró.
Algunas leyendas del tenis mundial, como Mats Wilander o John McEnroe, han comentado que Holger Rune debe controlar su temperamento porque puede jugarle malas pasadas. "Es un gran jugador, muy talentoso, sus golpes tienen potencia, pero demasiado emocional", dijo el sueco. "Debe canalizar mejor su carácter e intensidad, no puede dejar que las emociones le dominen, sino utilizarlas para mejorar su rendimiento", sentenció el estadounidese.

