Un romántico del tenis, un jugador con un trasfondo filosófico enorme y una percepción artística de este deporte. Así es Stefanos Tsitsipas, que no esconde su particularidad sensibilidad en las ruedas de prensa. Después de conseguir un gran triunfo en primera ronda de Roland Garros 2025, el griego abordó en profundidad lo que supone para él jugar en tierra batida.
Por mucho que haya perdido protagonismo en la élite, Stefanos Tsitsipas sigue siendo un jugador especial, capaz de generar una enorme atención mediática por su tenis preciosista y su particular personalidad. Devoto acérrimo de la tierra batida y con una concepción clásica y artística de este deporte, el jugador heleno trata de recuperar las mejores sensaciones en un Roland Garros 2025 al que no llega con las expectativas acordes a un jugador de su estatus. Sin embargo, continúa disfrutar de competir al máximo nivel en tierra batida, una superficie cuyos secretos diseccionó con brillantez.
- Tsitsipas muestra una gran preocupación por encontrar la manera más eficiente de moverse y resbalar en tierra batida
"La zona en la que crecí disponía de cinco pistas de tierra batida, pero no contaba con ninguna cancha de superficie dura, así que desarrollé mi tenis de niño en esta superficie. Con 14 o 15 años empecé a jugar en pistas rápidas e hice mejoras y adaptaciones en mi tenis, pero siempre perduró algo en mí de esa etapa de formación en arcilla. Recuerdo pasar horas con mi entrenador trabajando la manera más eficiente de desplazarme por la pista, de resbalar, de posicionarme en el lugar adecuado y en el momento concreto. Además, en tierra batida mi revés cortado hace más daño y patino mucho mejor en pista", comentó.
Preguntado por el tiempo que necesita para readaptarse a la arcilla cada año, el griego lo tiene claro. "Todo forma parte de un proceso. Los primeros días cuesta un poco, pero es una sensación maravillosa hacer esos juegos de pies tan característicos de la tierra batida y resbalar por la pista con la naturalidad que no permiten otras superficies. Siento que puedo defenderme de golpes para los que, en otras pistas, no tendría respuesta. Es como un arte, después de un set puedes ver por dónde te has desplazado. Siempre trato de analizar eso y busco maneras para resbalar mejor por la pista", aseguró Stefanos Tsitsipas.

