Durante las últimas horas se van desvelando nuevos giros de guion y noticias que empiezan a aportarnos una visión un poco más clara del 'caso Novak Djokovic'. Después de la retención del tenista serbio en el aeropuerto de Melbourne y la rápida actuación de sus abogados, permitiéndole, al menos, tener un juicio en la madrugada del domingo al lunes que resolverá su caso de una vez por todas, todos los actores sobre el tablero han ido aportando, poco a poco, su visión de los hechos. Y si no lo han hecho, hemos ido conociendo información a través de diversas fuentes que dejan a las claras la manera de proceder por parte de varios de estos elementos involucrados. Uno de ellos es Tennis Australia, y todo apunta que podría convertirse en el principal señalado de todo este lío.
Merced a un documento obtenido por News Corp, publicado en diferentes periódicos australianos como el Herald Sun o el Adelaide Now, fue Tennis Australia quien, a principios de diciembre, mandó un correo tanto a la ATP como a los propios jugadores en los que señalaba las líneas maestras para que los jugadores no vacunados tuviesen posibilidades de disputar el Open de Australia 2022 (pidiendo, en este caso, una exención médica a los dos paneles independientes de los que hemos hablado en bastantes ocasiones). Estas recomendaciones o lineas maestras incluían una cláusula: si el jugador o jugadora en cuestión había sido infectado por COVID en los últimos seis meses debía demostrarlo, pero se convertía en un motivo válido por el cual poder solicitar la exención.
Ya contamos que los fallos de alineamiento y de comunicación en la cadena de mando (informaciones entre el gobierno federal, gobierno del estado de Victoria y Tennis Australia) habían sido el principal motivo por el cual la entrada de Djokovic al país había sido rechazada. Este documento, sin embargo, sugiere que el culpable en la raíz del asunto sería Tennis Australia y su incorrecta comunicación: hablamos de que mandaron este documento el 7 de diciembre de 2021, en un momento en el que el gobierno federal ya había advertido a la organización del torneo que una infección pasada no era suficiente para garantizar la entrada al país como no vacunado. Este documento afirma que, para que un tenista no vacunado pudiese disputar el torneo, se debían de seguir dos pasos: en primer lugar, una exención médica internacional para entrar a Australia y, en segundo lugar, una segunda exención por parte de un panel independiente. La carta incluía un enlace para que los jugadores pudiesen mandar sus solicitudes antes del 10 de diciembre.
"Haber contraído COVID-19, confirmado a través de una PCR, por lo que la vacunación pueda ser aplazada hasta seis meses después de la infección: si permaneces a esta categoría, por favor aporta el resultado de un PCR a partir del primer test positivo, niveles de anticuerpos si están disponibles y prueba de vacunación previa si es relevante", afirma el apartado de la carta. "También ayudaría al panel independiente si se pudiera aportar una carta por parte de un médico o un estamento público de salud que explique por qué no se ha recibido la pauta completa de una vacuna aprobada después de una infección por COVID-19".
TODA LA INFORMACIÓN, EN TEORÍA, ERA CORRECTA
O así, al menos, rezaban las líneas del documento. "Como ya sabéis, hemos buscado verificar y clarificar todo esto junto a las autoridades de salud públicas del Estado y del Gobierno Federal australiano, especialmente en torno a las exenciones médicas relacionadas con el Open de Australia. Específicamente hemos buscado una aclaración con respecto a qué será aceptado como prueba para una exención médica válida, y con respecto a personas que han pasado el COVID-19 en los últimos meses. Ahora hemos recibido más información y estamos en posición de poder expandir todas estas guías que habíamos aportado anteriormente".
De nuevo, un capítulo más de una saga que parece interminable y que, además, hace que surjan varias preguntas: ¿por qué Tennis Australia desoyó las recomendaciones previas del Gobierno Federal australiano? ¿Por qué varios jugadores pudieron acceder a Australia bajo motivos para la exención que no se correspondían con las "reglas" del gobierno federal? ¿Qué cambió para que ahora, incluso, pueda llegar a detenerse a estos jugadores? Un gran problema evitable, parece ser, si la organización del torneo no hubiese recomendado este motivo como criterio para una exención. ¿Hablará Craig Tiley de todo esto?

