Cuando todo parecía ya resuelto después de un esfuerzo titánico por parte de Tennis Australia y las autoridades gubernamentales, una potente protesta ciudadana puede poner en apuros a los organizadores del Open de Australia 2021 y obligarles a tomar alguna decisión. El Westin Hotel fue elegido como el destinado a acoger a tenistas y acompañantes durante su cuarentena, pero los vecinos del barrio donde se ubica el hotel no ven buenos ojos este hecho y, mucho menos aún, los 36 propietarios de un piso en el edificio en que se ubica el hotel, que consideran que su seguridad sanitaria está en peligro, tal y como informa TheAge.
Se da la paradoja de que estos propietarios tiene derechos legales sobre el 30% del hotel y ya han comunicado que llevarán el caso a los tribunales, habiendo mostrado ya su indignación por no haber sido consultado en ningún momentos sobre los planes establecidos. Tennis Australia insiste en que hay un firme protocolo que reduce todo los riesgos sanitarios y que habían previsto un modo de actuar que impediría a los residentes en el edificio tener cualquier contacto con los deportistas.

