Mirando la lista de candidatas a conquistar este próximo Roland Garros, el nombre de Mirra Andreeva debe salir en las primeras posiciones, puesto arriba puesto abajo. La rusa, que ya es Nº6 del mundo pese a tener tan solo 18 años, mostró una vez la humildad de quien todavía no termina de ser consciente del potencial que guarda. O mejor dicho, del respeto que ya empieza a generarse dentro del vestuario hacia ella. Será que algo muy grande estará a punto de pasar, quién sabe si dentro de quince días.
Seguir jugando ambos circuitos
“Siento que jugando dobles mejoro mucho. En cierto modo, sé que es lo que tengo que hacer mejor, poco a poco me voy sintiendo mejor en la red, más cómoda, me ayuda para resolver algunos golpes complicados en la pista cuando juego individuales. Definitivamente, pienso que el dobles me ayuda mucho, aunque claro que he tenido algunas dificultades con el calendario, así que si decido jugar ambas modalidades tengo que estar preparada. Jugar el dobles supone un riesgo que debo asumir, pero me encanta. Hasta ahora solo voy a doblar en los grandes torneos, Masters 1000 y Grand Slam”.
Su vínculo con Francia
“Es una pregunta interesante […] Creo que si hubiera vivido aquí un poco más, quizá sería diferente, pero siento que no le dediqué mucho tiempo a crear esa versión de una ‘Mirra’ francesa, así que no lo sé. Siento que sigo siendo la misma todo el tiempo, quizá… cuando estoy con mis padres y mi familia sí que puedo ser un poco más yo misma. La mayor parte del tiempo soy la de siempre, no importa dónde esté”.
Recuerdo de los JJ.OO.
“Recuerdo cuando llegamos aquí, mi primer entrenamiento con Diana, la sensación que teníamos era como si nunca nos hubiéramos ido, al haber jugado Roland Garros hace tan solo unas semanas. El tiempo pasó rapidísimo, pero los recuerdos son increíbles. Mi primer entrenamiento con ella nos trajo algunos flashbacks, practicando en la Philippe Chatrier. Son recuerdos geniales, cada momento lo recuerdo con una sonrisa. Creo que fue una gran experiencia para nosotras, así que ahora tengo muchas ganas de que lleguen los próximos Juegos Olímpicos, pero tenemos que esperar. De momento tenemos que ir despacio, luego ya veremos”.
El vestuario le respeta cada vez más
“La verdad es que noto un poco de diferencia, sí. Empiezo a notar que mucha gente me llama por mi nombre, ya no me dicen solamente: ‘Hola, ¿cómo estás?’. Ahora me dicen: ‘Hola, Mirra’. No sé, me siento bien, tampoco digo que muchas más jugadoras me reconozcan más, pero sí me conocen más. Ahora puedo conocer gente nueva y hablar con gente nueva, esto es genial. La verdad es que no me lo esperaba, no me esperaba que la gente viniera a charlar un rato conmigo o a preguntarme cómo estoy. Es bueno que poco a poco empiezan a conocerme, igual que yo a ellas”.
La rival que más le cuesta
“Coco Gauff es una jugadora muy atlética, siempre es muy difícil terminar el punto con ella siendo agresiva, al final sientes que está todo el rato ahí, corriendo por cada pelota e intentando devolver siempre una más a la cancha. No es agradable jugar contra alguien que corre por cada pelota, ella tiene una gran mentalidad, siempre lucha hasta el final y por cada punto. Todas las jugadoras luchan por cada bola, pero siento que ella intenta presionar mucho más a la oponente. Su revés también es buenísimo, igual que su saque, es una gran jugadora, por eso ha ganado un Grand Slam. Cuando tenga la oportunidad de enfrentarla de nuevo, supongo que tendré que aceptarlo e intentaré dar lo mejor de mí”.

