ATP 2025: Los mejores partidos de la temporada

Elegimos las diez mejores batallas de un año plagado de grandes rivalidades, partidos titánicos y guerras para la historia. ¿Cuál será el mejor partido del 2025?

Carlos Navarro | 11 Dec 2025 | 11.02
twitter tiktok instagram instagram Comentarios
Sinner y Alcaraz, tras la final de Roland Garros. ¿Será el mejor partido del año? Fuente: Getty
Sinner y Alcaraz, tras la final de Roland Garros. ¿Será el mejor partido del año? Fuente: Getty

Streaming UTR Pro Phan Thiet en directo
🎾 Igor Kolaric vs Arthur Weber
  1. Entra aquí y regístrate en Bet365
  2. Haz tu primer depósito de mínimo 5 €
  3. Entra en la sección «Directo» y ve todos los partidos
Ver partido en Bet365

La temporada 2025 ha llegado a su fin y nos ha dejado multitud de citas que perdurarán en la memoria de los aficionados al tenis. Guerras sin cuartel, batallas decididas en el último instante, duelos por el título que se convierten en guerras y algún que otro baile inolvidable: tras doce meses de máxima intensidad, toca hacer repaso y recuento de los que han sido los mejores partidos del año, diez duelos que, aún hoy, nos hacen esbozar una sonrisa cada vez que son recordados. Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Novak Djokovic... nada puede salir mal en un recuento que sirve como anticipo de mejores partidos en 2026.

10 - Lorenzo Musetti d. Alexander Zverev 7-6(1), 6-4, Cuartos de final de Roma

Un artista utilizando la tierra batida del Foro Itálico como lienzo personal. El partido de confirmación para Lolo, ese que mostraba que su gran aparición en Montecarlo, donde alcanzó la final, no era un espejismo. La evolución tenística y mental del transalpino se puso a prueba frente a un Sascha que gozó de un 6-5 y 40-0 para cerrar el primer set... y se encontró con la férrea resistencia del italiano, que le acabó cosiendo a dejadas en el segundo para volverlo loco mentalmente y provocar aquella recordada rueda de prensa (le acusó de jugar a esperar al error del rival, todo eso después de que la cuenta de dejadas de Lolo se fuese a las 20). Una exhibición absoluta, una masterclass de cómo variar el tenis sobre tierra batida.

9 - Carlos Alcaraz d. Ben Shelton 7-6(8), 6-3, 4-6, 6-4, Octavos de final de Roland Garros

Ben Shelton salió a la Philippe Chatrier convencido de que podía tumbar a Carlos Alcaraz. El primer paso es créertelo... y pocas veces las bombas del estadounidense fueron tan certeras: dejó un margen de maniobra pequeñísimo a Carlos a base de sartenazo limpio, conectando con la grada parisina en base a una energía descomunal. Tres bolas de set llegó a tener Ben en el primer parcial... y ahí, como siempre, emergió el Alcaraz de los momentos importantes, aquel que da un golpe de efecto y roba a sus rivales la convicción de derrotarle. Vendió carísima su piel el estadounidense, eso sí, forzando un cuarto set, pero aguantar la explosividad del murciano en tierra es una tarea, a día de hoy, casi imposible. Partidazo y punto de inflexión en París.

8 - Jannik Sinner d. Novak Djokovic 6-4, 7-5, 7-6(3), Semifinales de Roland Garros

Pocos partidos encierran un simbolismo tan importante como éste. El mayor momento de cambio de guardia, quizás, de un 2025 que ha cimentado al nuevo binomio ganador en la cúspide. Jannik Sinner aguantó todo lo que le lanzó un inspirado Novak y le acabó ganando por piernas, por agotamiento, por mentalidad inquebrantable. Dosis de propia medicina en una mágica noche parisina, con el público volcado con un Nole que jamás dejó de creer en su triunfo. Las tres bolas salvadas en las postrimetrías del tercer set fueron la puntilla final para el balcánico, que vio como Jannik firmaba un espectacular balance de 44 golpes ganadores y 36 errores no forzados bajo condiciones lentas y pesadas, señal inequívoca de la fortaleza de su actuación. Una batalla para el recuerdo por su altísimo nivel, a pesar de haber sido resuelta en tres mangas.

7 - Novak Djokovic d. Lorenzo Musetti 4-6, 6-3, 7-5, Final de Atenas

Un lugar histórico para la última gran batalla (hasta ahora) del lobo. En su nueva casa, en una Grecia que le ha acogido como uno más, Djokovic demostró que si la motivación y el físico persisten, todavía es capaz de brindarnos guerras para el recuerdo. Contribuyó y mucho a la causa un Musetti sublime, también en pista dura bajo techo, presionando las teclas necesarias para incomodar al serbio... pero Nole era un hombre con una misión: conquistar su título 101, igualar a Roger Federer en la clasificación histórica y, de paso, partirse la camisa como Camarón. Lo hizo en una de las celebraciones del año, culminando una remontada titánica tras un partido de altísimo voltaje con picos de drama que se mantuvieron hasta su conclusión.

6 - Arthur Fils d. Jaume Munar 7-6(3), 7-6(4), 2-6, 0-6, 6-4, 2R de Roland Garros

En la carpeta de "partidos imposibles de explicar", el rostro de Arthur Fils aparece en primera plana. Nos ha dejado varios el galo, pero ninguno tan rocambolesco, dramático y kafkiano como el que le enfrentó a Munar en París. Casi dos horas y media de partido y el partido apenas hacía iniciar el tercer set, una intensidad y ritmo tan infartantes que el físico del galo petó por completo: problemas físicos en la cadera y espalda parecía que imposibilitaban a Arthur terminar el partido. Las pastillas hicieron efecto de cara a un quinto set que, eso sí, jugó con más corazón que cabeza: salvó varias bolas de break en el 4-4 y, en el juego posterior, con toda Francia convirtiendo la Suzanne Lenglen en una caldera, hizo sentir la presión a un Jaume que murió en la orilla. Un volcán de emociones, una celebración de pura rabia y uno de esos partidos con olor a pelea callejera que tanto amamos los mayores seguidores de este deporte.

Así celebró Fils su victoria sobre Munar. Fuente: Getty

5 - Novak Djokovic d. Carlos Alcaraz 4-6, 6-4, 6-3, 6-4, Cuartos de final del Open de Australia

La última gran función de Novak Djokovic ante uno de los dos dominadores del circuito tuvo lugar en su coto de caza preferido. Una lección de madurez, variedad, gestión de los momentos importantes e inteligencia: todo se fusionó para someter, tenística y mentalmente, a un Alcaraz que cayó en la trampa del lobo. Obligado por unas molestias físicas visibles, el serbio subió las revoluciones a partir del segundo parcial, alejándose de la batalla física del inicio y presentando diferentes trayectorias y ritmos de bola. Carlos pensó, trató de adaptarse, quiso jugar a su mismo juego... y empezó a precipitarse y ver cómo el partido, casi sin quererlo, se alejaba de su mano. La mayor victoria del binomio Djokovic-Murray, una noche australiana que sirvió para la reivindicación total de Nole y que, en cierto modo, desbloqueó posteriormente la mejor versión del murciano.

4 - Lorenzo Musetti d. Alex de Miñaur 7-5, 3-6, 7-5, RR ATP Finals

Pureza, calidad de golpeo, drama, remontada, público volcado, ganador que entra en llamas, perdedor destrozado. Metan estos ingredientes en la coctelera y obtendrán uno de los mejores thrillers del año. Llegó de forma inesperada, tras varios partidos insípidos en Turín, pero la obra maestra que italiano y australiano nos brindaron todavía perdura: Lorenzo remontó un 3-5 en el tercer set, salvando bolas de set y haciendo entrar en éxtasis a sus paisanos, mientras de Miñaur, a pesar de firmar un partido sobresaliente y tener tocado físicamente a su rival, veía cómo se le escapaba una nueva cita ante un top-10.

Declararía después que estaba al límite mentalmente, quizás en la cita que más tocado le había dejado de su carrera, y no fue para menos: el encuentro fue una de esas batallas donde, si existiese el empate, sería lo más justo. Curiosamente fue el oceánico quien acabaría avanzando a semifinales, pero quien no olvidará jamás este duelo será, sin dudas, Lorenzo.

3 - Carlos Alcaraz d. Arthur Fils 4-6, 7-5, 6-3, Cuartos de final de Montecarlo

El partido que lo cambió todo para Carlos Alcaraz. Llegaba al Principado envuelto en dudas, con la derrota más dolorosa de su carrera (Goffin, Miami), críticas por su acercamiento a este deporte y unas vacaciones donde no tocó la raqueta y con un tenis envuelto en cierta irregularidad. No ayudaba a la causa el fulgurante inicio de Fils, uno de esos nombres capaces de igualar la intensidad, explosividad y potencia desde el fondo de Carlos.

Con 6-5, 5-5 y 0-40 a favor, todo parecía resuelto. El público llevaba en volandas al galo, que se mostraba hiper seguro de sí mismo. Tras quedarse en cuartos de Indian Wells y Miami, parecía que su momento de emancipación en la élite había llegado... pero fue ahí donde se desató la bestia de El Palmar, que salvó las tres bolas de break y giró el partido como una peonza a su favor. Su derecha entró en combustión, sus paralelos destrozaron las piernas del francés y el tercer set acabó siendo una exhibición que rompió la voluntad de Arthur. Difícil jugar mejor durante set y medio que el francés, pero eso, contra Carlos, no es suficiente. La victoria fue el punto de inflexión que necesitaba el murciano, uno de esos partidos donde debes bajar al barro para ganar, aceptando tu inferioridad por momentos, y supuso el inicio del tramo más exitosos de su carrera.

Alcaraz celebra un punto en su duelo vs Fils. Fuente: Getty

2 - Learner Tien d. Daniil Medvedev 6-3, 7-6(4), 6-7(8), 1-6, 7-6(7), Segunda ronda del Open de Australia

Cuatro horas y 53 minutos de batalla. No fue hasta las 2:57 de la madrugada que el menudo e imberbe Tien alzó los brazos al cielo de Melbourne. Lo había logrado: acababa de tumbar al finalista del año pasado, a un ganador de Grand Slam, y lo había hecho dándole dosis de su propia medicina, convirtiendo la pista de tenis en un tablero de ajedrez. Un mal movimiento del ruso y caería en la trampa del norteamericano: una partida de gato y ratón, un tenis atemporal que enamoró al mundo por vez primera en la noche australiana.

No estuvo exento el duelo de giros de guion: Tien gozó de una pelota de partido para cerrar el duelo en el tercer set. No la pudo aprovechar, reaccionó Daniil y parecía que viviríamos un nuevo ejercicio de escapismo del moscovita, más aún tras un cuarto set exento de lucha. Después, Tien admitiría que trató de darse prisa en cerrar el parcial porque, sencillamente, se hacía pis y necesitaba ir al vestuario... y si eso fue lo que le liberó de cara al quinto, el duelo gana en relato: la manga definitiva fue una lucha de poder constante, un equilibrio casi total que el estadounidense rompió en el supertiebreak. Fue más paciente, abrió mejor la pista y exprimió mejor su tenis que el ruso: el inicio de una bonita rivalidad que, ojalá, viviremos durante más años en el circuito.

1 - Carlos Alcaraz d. Jannik Sinner 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3), 7-6(2), Final de Roland Garros

Las palabras sobran para hablar de una de las mejores finales de la historia del tenis. Un milagro en la Chatrier tras cinco horas y 28 minutos de batalla, uno de esos partidos que serán transmitidos de generación en generación, como si de un mito se tratase. Aquel final inolvidable, con Alcaraz cayendo a la tierra batida parisina tras firmar el último passing shot de leyenda, todavía pone los pelos de punta a muchos aficionados a este deporte.

Sirvió de epílogo perfecto a un largometraje insólito, que ganaba en inverosimilitud conforme la cinta avanzaba. Desde las tres bolas de partido salvadas por Carlos 3-5 abajo, cuando solo él mismo parecía creer en la remontada, hasta la rotura de un Jannik Sinner que parecía moribundo cuando el murciano sacaba para partido en el quinto set; todo eso no fue sino el preludio de un supertiebreak final que desató a la bestia, con un Alcaraz entrando en matrix y firmando cinco golpes de ganadores a base de pura fé. Una actuación portentosa para cerrar un duelo que jamás será contado con justicia: una oda al tenis que ya se encuentra en el Olimpo de este deporte.