Con 37 años y número 3 del mundo. Visto así, la temporada 2018 no ha podido ser una mala temporada para Roger Federer, ni mucho menos. Empezó ganando el Open de Australia, luego conquistó Rotterdam y, para rematar, regresó a lo más alto del ranking mundial. Espectacular, nada que decir. Sin embargo, un bajón considerable se empezó a ver desde el mes de marzo. Quizá es que las comparaciones con 2017 pesan demasiado, o quizá es que la edad manda y poco a poco el rendimiento va a menos, aun así solo dos hombres han logrado terminar el curso por delante de él. Lo único cierto es que, tras terminar dentro del top10 por 16ª temporada como profesional, seguir viendo al suizo dentro de la pista es un regalo del que nunca nos podremos cansar. Le esperemos el año que viene con un trono que defender en Melbourne.
Roger Federer cierra el 2018 como Nº3 del mundo

