Competir y estudiar a la vez, un combo que no es imposible

La Academia Equelite de Juan Carlos Ferrero ofrece todas las facilidades para que tu sueño de ser profesional no se enfrente al de seguir estudiando.

Una de las aulas de la Academia Equelite.
Una de las aulas de la Academia Equelite.
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Convertirse en tenista profesional, esa utopía que solo se cumple en los sueños. Un desafío precioso que millones de niños de todo el mundo afrontan durante la adolescencia y que, sin embargo, también conlleva muchos riesgos. Uno de ellos, el peligro de abandonar los estudios. “Es imposible jugar al tenis y estudiar al mismo tiempo”. ¿Cuántas veces habrán oído esto? ¿Cuántos jóvenes habrán tirado la toalla por la dificultad? ¿Cuántos padres habrán cortado el grifo antes de probar? Hoy queremos demostrar que este complejo combo no solo sale bien en las películas, también se da en la vida real. Lo único que hace falta es reunir todos los ingredientes, un menú que en la Academia Equelite de Juan Carlos Ferrero llevan practicando desde hace años.

Imaginen un niño de 16 años que empieza a disputar torneos cada semana, sumado a las horas de entrenamiento, sumado a los viajes internacionales. ¿De dónde saca el tiempo para estudiar? Todos sabemos que solamente el 1% de los deportistas logran hacerse profesionales, vivir de ello, por lo que es de vital importancia no cerrarnos puertas que luego nos pueden interesar tener abiertas. En Villena son devotos a esta idea y por eso se pusieron manos a la obra desde un inicio. Allí podemos encontrar diferentes sistemas de estudio para que cualquier jugador del mundo se adapte: el sistema español (estudiando en la misma Academia y haciendo los exámenes en Alicante), el sistema británico (como centro certificado, tanto la enseñanza como los exámenes se desarrollan allí) o mediante cursos online (con profesores que te van guiando con el objetivo de poder evolucionar en ambos proyectos).

Para conocer con mayor exactitud esta oferta, nada mejor que adentrarnos en la Academia y hablar con los chavales que día a día compaginan sus horas de estudio con sus horas de tenis. “Normalmente nos despertamos y empezamos con dos horas de estudio, luego cuatro de entrenamiento, acompañado de un breve descanso para comer. Por la tarde, otras tres horas de tenis y, después de la ducha, otras dos horas de clases”, nos cuenta Aleksandra (Bulgaria, 16 años), una de las chicas inscrita en el sistema inglés.

“No somos muchos, cinco o seis en cada clase. Tenemos cinco asignaturas y la verdad es que nos lo pasamos genial. Conocemos muy bien a los profesores, eso también ayuda a relajarte y aprender mucho. En los torneos pierdes horas de clase, pero contactamos con los profesores y nos explican los deberes sin problemas, esa cercanía ayuda a que no se haya perdido una jornada escolar”, añade la joven búlgara.

“Es muy duro entrenar y estudiar al mismo tiempo, pero aquí es mucho más fácil debido a que lo tenemos todo aquí”, afirma Caitlyn (Australia, 15 años). “El sueño de todos es convertirnos en profesionales del tenis, pero queremos seguir estudiando. No hay que olvidar que la vida del tenista a los 35 años se acaba. El tenis es el ahora y el estudio es para siempre”, redondea una chica que ya se encuentra entre las 700 mejores juniors del mundo.

Seguimos conversando con los tripulantes de este barco y nos encontramos con Raúl (España, 17 años), quien cursa el sistema español. “El secreto es ir trabajando día a día. Hay veces que no te apetece hacer nada, que llegas muy cansado del entrenamiento, pero el esfuerzo merece la pena. Por suerte, los profesores nos ayudan en ese tipo de días, son siempre muy flexibles”, destaca el último campeón del Torneo Nacional CC Alicante.

“Mi familia y yo decidimos probar en esta Academia, hice pruebas durante dos días y me encantó. Tiene buenas instalaciones, muchas facilidades, grandes entrenadores, los preparadores físicos son todos buenísimos, flexibilidad máxima, en definitiva, todas las comodidades posibles”, subraya Raúl, quien ya ha comenzado a competir en el circuito de los Futures y no se olvida de su principal sueño. “Aquí vives para ser tenista, todo el mundo en este lugar desea ser tenista y para eso nos despertamos cada día. Eso es lo mejor de esta Academia”, concluye.

Por último, hablamos con Lara (17 años, Serbia), una de las chicas más avanzadas en el terreno educativo (cursa el sistema online y sueña con estudiar una carrera) y también en el mundo de la raqueta (ya cuenta con ranking oficial WTA). “Lo bueno que tengo es que vivo a un minuto de la pista. Cuando termino simplemente me ducho y me pongo a estudiar. No pierdo tiempo en ir a otro sitio, para mí esto era clave para poder compaginar todo”, nos descubre la serbia.

“Los estudios son importantísimos para desarrollarte como persona, pero también es para tener algo aparte del tenis. No es bueno estar pensando todo el día en tenis. Si tienes una lesión grave y no puedes jugar más, ¿qué haces? A mí me encantan las Ciencias y quiero hacer una carrera profesional, pero cuando acabe quiero seguir estudiando en la segunda parte de mi vida. Mi otro sueño es encontrar curas para las enfermedades”, confiesa Lara.

Varias voces y un único camino. ¿Lo encuentran imposible? “El secreto está en ti, en trabajar. Todo se puede hacer si tú quieres. Pero tienes que estar en un sitio muy bueno para poder llevarlo a cabo, yo jamás hubiera podido si me hubiera tenido que estudiar a Elche, o ir a Alicante a hacer el físico. Lo tengo todo aquí”, apunta de nuevo Lara. Padre o madre que estés leyendo este artículo, no te lo pienses. Si tu hijo/a desea ser tenista y tú prefieres que siga estudiando, es momento de tirar abajo la leyenda de que solo se puede elegir una opción. La partida no será fácil, lo único que hace falta es un lugar que te ofrezca las cartas necesarias para salir campeón.

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