“Como estructura de jugador, me veo reflejado en Djokovic”

Ignacio Buse tiene 20 años y ya es el segundo mejor peruano del mundo. A su paso por Valencia nos cuenta su historia y cómo una victoria en Copa Davis le cambió la vida.

Fernando Murciego | 12 Oct 2024 | 22.30
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Entrevista de Ignacio Buse con Fernando Murciego. Fuente: Punto de Break
Entrevista de Ignacio Buse con Fernando Murciego. Fuente: Punto de Break

Salvo contadas excepciones, no es fácil detectar en un chaval de 20 años si llegará o no a ser élite mundial. Lo que sí se puede valorar es si cuenta con las herramientas para vivir del tenis en algún momento, impresión que tuvimos a primera vista con Ignacio Buse (Lima, 2004). Su planta y su arrojo dentro de la cancha le llevaron a ser noticia el pasado mes de febrero, cuando su sorprendente victoria ante Nico Jarry en suelo chileno dio la vuelta al mundo. Por aquel entonces no estaba ni en el top400 mundial, pero basta un triunfo célebre para que tu nombre traspase la barrera mediática.

Han pasado ya ocho meses desde entonces y la vida de Nacho –como le llaman en confianza– ha cambiado por completo. No solo ha mejorado su tenis, también lo hizo su ranking, dividiéndose por dos y empujándolo a un top200 que parece inevitable. Esta semana en la Copa Faulcombridge avanzó hasta los cuartos de final, donde cedió ante el gran favorito del cuadro, Pedro Martínez. Dejando ya la tensión a un lado, Buse se sienta por primera vez con Punto de Break para contarnos su historia y exponer sus sueños en el mundo de la raqueta.

¿Primera vez en Valencia?

Primera vez que estoy en Valencia, sí. Quizá de pequeño estuve aquí con mi familia, pero no recuerdo nada. Ahora te puedo decir que Valencia es una ciudad que me encanta.

Mucha cultura de tenis.

Me recuerda al Godó, tanto por los banners, las pistas, la gente, hasta el club. Tengo entendido que el plan de Pablo (Andújar) es que esto se convierta en un ATP y creo que lo va a conseguir porque es un torneo increíble.

Se respira tenis en España.

Con el buen momento de Alcaraz y la cantidad de años que estuvo Rafa (Nadal) metido entre los mejores, estamos en una época realmente importante del tenis español, esto ayuda a dar más visibilidad a estos torneos, aunque todos tienen excelente nivel.

Después de 20 años de Nadal, ahora aparece Alcaraz. Aquí muchos lo tratan con normalidad, ¿cómo se ve desde fuera?

Es una cosa increíble (risas). Recuerdo ver a Alcaraz en un torneo junior en Brasil cuando yo era sub16, le vi como un extraterrestre por cómo jugaba, competía contra gente mucho mayor y no le faltaba nivel. A los de la camada de 2003 siempre les vi en otro escalón, estaban más fuertes y más desarrollados, pero Alcaraz siempre fue el que más me sorprendió. Le veo una persona muy tranquila, para mí es un referente, intento seguir sus pasos aún sabiendo que cada uno tiene su propio camino.

Ignacio Buse en las instalaciones del TEC en Barcelona.

 

Háblame de tus inicios en el tenis.

Todo empezó por mi papá. Él es entrenador de tenis, fue quien me formó desde niño. Estaba de head coach en un club al lado de mi casa donde daba clases, por lo que allí empecé a jugar desde los 3 años, prácticamente nací con la raqueta en la mano. Poco a poco me fui formando, había temporadas donde nos marchábamos a Miami a seguir mejorando, hasta que el destino me trajo a Barcelona en esta nueva etapa.

¿Recuerdas el día que viste que el tenis era lo tuyo?

El día que tomé la decisión de no jugar más al fútbol, porque hasta los 12 años lo fui combinando. La verdad es que jugaba normal, tirando para bien, pero jugaba en todas las posiciones (risas).

¿Hasta de portero?

Terminé siendo portero, quería seguir ahí pero sin entrar al choque, no quería lesionarme, hasta que un día me aburrí de ser portero. Antes solía ser delantero, aunque también jugué de defensa, pero normalmente jugaba arriba. El problema de ser delantero era que había mucho riesgo de lesionarme, por eso me cambié a portero. A los 12 años aposté por el tenis, ahí arrancó un nuevo camino, pero no tomé la decisión de ser profesional hasta agosto de 2023. Desde entonces me estoy tomando todo diferente, con mucha más cabeza y siendo cada vez más profesional.

Estuviste a punto de irte al college universitario.

Me iba a ir al college al 100%, pero un problema de la residencia que tardó más de lo esperado lo cambió todo. Necesitaba tener la residencia antes de agosto, pero la pandemia atrasó las gestiones, así que no podía aplicar a ninguna visa de estudiante porque el otro proceso todavía no estaba cerrado. Por cuestiones del destino no pude ir, yo tenía toda la intención de marcharme para allá, así que probé a entrenar unas semanas en el TEC de Barcelona y me encantó, fue mi primera opción. Hablé con Albert Costa y noté que confiaba mucho en mí.

¿Qué tal por allí?

Es la mejor decisión que he tomado en mi vida, estoy encantado y súper contento. Le tengo que agradecer a Albert, Eric y todos los entrenadores que hayan confiado en mí entre todos los jugadores que hay en el mundo, lo valoro mucho eso. Todas las semanas tenemos charlas sobre temas ajenos al tenis que son muy importantes, ahora mismo mi prioridad en la vida no es ser bueno en el tenis, sino ser una buena persona.

Ignacio Buse, campeón en su momento de la Orange Bowl.

 

¿De qué temas os hablan?

Nos inculcan mucho sobre los problemas que existen en el planeta, eso nos conciencia un poco más a tratar de ayudar y aportar nuestro de granito de arena en casa gesto. Guerras, inmigración, contaminación del medio ambiente… hay mil problemas que necesitan de nosotros, de la aportación de cada uno. Necesitamos concienciarnos con estos temas si queremos vivir en un planeta mejor.

Y necesitamos un calendario más equilibrado, con las mismas oportunidades en cada continente.

Esa es la razón principal por la que vine a vivir en Europa, aquí el nivel es constante cada semana. En Sudamérica el nivel también es súper alto, pero aquí es así todas las semanas, allí hay semanas que ni siquiera hay torneos. Es muy difícil armar un calendario si estás en Perú, ojalá algún día Sudamérica se ponga a la altura de Europa, porque jugadores tenemos, pero a la hora de armar las giras es conveniente hacerlo desde aquí. Quizá la ATP podría hacer un poco más de fuerza para montar algunos Challenger 125K en Sudamérica, esta temporada no hubo ninguno, el más alto fue de 100K.

¿Y en Perú?

Me encantaría ir mucho más a Perú. Al final, si a Gonzalo (Bueno), Juan Pablo (Varillas) o a los hermanos Huerta del Pino en el dobles nos comienza a ir mejor, seguramente demos pie para que se celebren más torneos en nuestro país, viene todo de la mano.

¿Cuántos días has pasado por casa esta temporada?

¿Este año? […] Tres días.

¿Tres días en diez meses?

Correcto, tres días. Después de un Challenger y casi de milagro, por un tema de unas vacunas que me hizo ir para allá.

¿Cómo llevas la distancia?

El momento que más lo extrañas es después de una derrota dura. Ahí te sientes mal, en otro país, te das cuenta de lo sacrificado que es este deporte.

Ignacio Buse comenzó a jugar al tenis a los 3 años

 

¿Sacrificios como cuáles?

Sacrificas a tu familia, a tus amigos, tu tiempo de ocio, comidas familiares… es increíble la cantidad de cosas que extraño. Claro, luego si las cosas te van bien no te acuerdas tanto, pero a la mínima que se complica es cuando te acuerdas y aprendes a valorar lo que tienes. Ahora a final de año estaré en Perú y lo único que quiero es disfrutarlo al máximo, porque no sé cuándo será la próxima vez que los vea.

¿Cuándo podrán los sudamericanos competir sin esa desigualdad respecto a los europeos?

Estamos muy lejos, por ahora vivo en Barcelona, pero ojalá que en algún momento todo cambie en Sudamérica, sobre todo en Perú. Yo estoy feliz aquí, estoy muy cómodo, tengo novia en Barcelona y tengo que agradecerle a su familia por cómo me han acogido durante este tiempo, por hacerme sentir uno más y darme tanto cariño. Por supuesto, apoyos como Juanito (Lizariturry), Albert (Costa) o Pitu (Viloca) son vitales, tener cerca a estas grandísimas personas me hace sentirme un privilegiado. Creo que estoy en el lugar correcto, Barcelona es mi lugar en estos momentos, ojalá que mis papás puedan venir pronto.

¿Cuál es el torneo más importante celebrado en Perú?

Un Challenger 75K, pero estoy seguro de que si Gonzalo (Bueno) y yo seguimos subiendo, si nos ponemos al nivel de Juanpi (Varillas), podríamos tener pronto un Challenger 100K, de momento no se ha conseguido.

¿Ellos entrenan en Perú?

Los dos están fuera, como yo, pero la Federación Peruana de Tenis está haciendo un excelente trabajo con los proyectos que está llevando a cabo, impulsando mucho a la gente joven. Ahora falta que nosotros podamos servir de referentes para que otros muchos chicos quieran seguir nuestros pasos, que vean que este es un objetivo que se puede lograr.

¿En quién te fijabas de niño? ¿Quién era tu referente?

Me fijaba en Federer, pero lo que me marcó de verdad fue ver que a Juanpi (Varillas) le empezó a ir bien, eso nos motivó muchísimo tanto a Gonzalo Bueno como a mí. Empezamos a seguir todos sus partidos, a ver todos sus torneos, entrenábamos con él, etc. Pocas personas tan buenas me he encontrado como Juanpi, de corazón, todo el mundo le quiere por ser una excelente persona. Desde los 14 años le mirábamos como un ídolo, así que pasó de Federer a Juanpi, aunque ahora ya es diferente. Hoy convivimos con él a diario, incluso nos puede tocar enfrentarnos en algún torneo, ya no le vemos como un ídolo inalcanzable, pero sigue siendo un referente.

Me acaban de venir a la cabeza flashes de Lucho Horna.

A Lucho (Horna) no le vi jugar, pero fue mi entrenador por un tiempo en Perú, siempre que voy a Miami intento pasar tiempo con él. Por encima ya solo tendríamos a Jaime Yzaga y Pablo Arraya, aunque no les pude ver compitiendo  porque todavía no había nacido (risas).

¿Te imaginas siendo el mejor tenista de la historia de tu país?

Ojalá que sí, es importante pensar en grande, todo forma parte de un proceso. Al principio de año quería estar en el top200, aunque lo veía muy lejano. De repente fui subiendo en el ranking, llegué al 300 y no me gustaba, quería estar más arriba. Ahora estoy casi 200 y no me gusta, aunque soy consciente de lo difícil que es llegar aquí. Es increíble pensar que una persona que sea #400 del mundo no viva de esto, pero a día de hoy no dan los números, no te lo puedes creer. Lo importante es no conformarte nunca, querer siempre dar un paso más.

Ignacio Buse, miembro del equipo peruano de Copa Davis

 

Dices que hay que pensar en grande, ¿cuánto de grande?

Sin límites, paso a paso pero sin límites. Si me dices, por ejemplo, top10 […] Ahora mismo lo veo lejano, pero si el año que viene termino top100, por poner un ejemplo, sé que no sería suficiente, querría estar top50. Ahora mi objetivo es cruzar al top200, lo tengo cerca, pero el día que lo consiga estoy seguro que miraré un poco más arriba. El problema sería ponerse ahora el objetivo de ser top10, me va mejor ir pensando poco a poco, paso a paso.

¿Existe algún tenista conformista?

Alguno hay, pero se lo guardan para ellos. Yo soy de los que piensan en grande, depende mucho de cómo seas, de cómo te veas en la cancha o la confianza que te tengas. Personalmente, todo se basa en la confianza, cuando hay confianza en uno mismo todo marcha bien, pero al final el camino se puede complicar, ahí cuesta recuperar la confianza. El camino está lleno de baches, el momentum es clave, ningún resultado es garantía de nada.

En febrero ganaste a Nico Jarry en Copa Davis, ¿qué tal ibas ahí de confianza?

¡Increíble! (Risas) Pero al mismo tiempo, tampoco fue ninguna sorpresa, ya venía visualizándolo en mi cabeza, hasta hoy me repito lo bien que lo hice. Lo visualicé tan bien que dentro de mí era como haber vivido ya esa victoria. El ambiente fue tremendo, más de 5.000 personas, en el estadio visitante, algo que me encanta. Luego me jugó una mala pasada no pensar que al día siguiente tenía que jugar con Tabilo, ese partido no lo visualicé, no me imaginé cerrando la eliminatoria en ese punto. Lo importante es que tenemos un buen equipo, sé que pronto estaremos en e Grupo Mundial, ese es nuestro sueño.

Cuando acabes tu carrera dentro de 20 años y destaquemos cuáles fueron tus puntos de inflexión, ¿estás de acuerdo en que esa Copa Davis fue el origen de todo?

Totalmente de acuerdo. La cantidad de mensajes que recibí fue increíble, levanté mucha esperanza con aquella victoria, a día de hoy todavía sigo sintiendo el cariño de la gente por aquello, sienten que tengo el potencial para estar arriba. Tener ese apoyo me conmueve, me hace sentir que puedo ir a más.

Si hablamos de tu tenis, ¿a qué estilo de jugador podríamos compararte?

Por estilo, te diría que me parezco a Djokovic. Obviamente, es imposible alcanzar su nivel, es el mejor de la historia con los números en la mano, aunque para mí el más grande es Federer. No sé, si miro mis golpes y mi patrón de juego, creo que se parecen un poco a él, sabiendo que Novak es mucho mejor jugador. Como estructura de jugador me veo reflejado en él, un tenista completo capaz de atacar y defender bien.

Ignacio Buse celebra su mayor victoria en Copa Davis

 

¿Mejor revés que derecha?

Sí… aunque bueno, siento que este año mejoré muchísimo la derecha. Desde que llegué a España la mejoré mucho, así que ahora estoy muy cómodo por los dos lados. Tengo mucha confianza con el drive y con el revés, esto antes no lo sentía.

Dime un objetivo a corto plazo.

El top200 y la clasificación a la Qualy del Open de Australia.

¡Pero eso ya casi lo tienes!

Lo tengo ahí pero hay que hacerlo (risas).

Un objetivo a medio plazo.

Pasar la Qualy de algún Grand Slam.

Un objetivo a largo plazo.

Estar top100, aunque esto podría darse en un par de años o al final de la temporada que viene, tampoco me quiero meter presión. Hoy me veo peleando por ser #200, pero por dentro siento que puedo ir a más.

Estás peleando por meterte en las #NextGen Finals de 2024, ¿te ronda mucho por la mente?

Me ronda, pero cada vez que lo pienso intento quitarle hierro. Es un gran torneo, se reparte mucho dinero, sería importante estar allí, además de la visibilidad y los patrocinios, también por un tema de imagen. Me haría ilusión disputar un evento así, la verdad, pero no me obsesiona. Si pienso mucho en eso durante un partido acaba siendo perjudicial, a veces quieres tanto algo que acabas frustrado, dejas de disfrutar en la cancha. Ahí es cuando empiezas a perder.

¿Qué te queda por jugar este año?

Tres Challengers más: Guayaquil, Lima y Montevideo.

Ganar tu primer Challenger podría ser otro objetivo.

Estuve a las puertas este verano en Italia, lo dejé todo, no me guardé nada. Lo veo como un objetivo bonito, ojalá lo consiga, pero el nivel en esta categoría es muy parejo.

Ignacio Buse, finalista en el Challenger de Como 2024

 

Pase lo que pase, el salto a nivel mental que has dado en 2024 es innegable. Más de uno se hubiera quedado atrapado en aquella victoria en febrero.

Si te soy sincero, también me afectó en el mal sentido, porque luego, en el siguiente torneo, perdí un partido duro contra Karue Sell, un youtuber brasileño que ahora está #300. Ese par de semanas después de la Davis fueron duras, él mostró mucho nivel y me ganó ese día, pero aquel fue el primer partido que perdía después de la Davis y…

… ¿sentiste algo diferente?

Sentí la presión […] Notaba que me estaban siguiendo, que tenía un foco encima, por eso quería que me fuera bien. Ahí perdí en segunda ronda y yo quería ganar el torneo, pero me equivoqué. Intentaba quitarle mérito al otro pero es que el otro también juega muy bien. Después se me fueron dando las cosas, pero las primeras 2-3 semanas me costaron un poco, me llevó un tiempo encontrar el ritmo y poner todo en su lugar.

El aprendizaje también es importante.

Totalmente, aquello me ayudó a mejorar, sobre todo a manejar mejor mis redes sociales. Ahora ya sé que después de perder un partido no hay que entrar a mirar nada, aunque a veces es imposible evitar las notificaciones. Hay que bloquear todo eso y no entrar a ninguna red social.

¿Tanto odio hay en redes?

A mí antes me gustaba mirarlas, pero actualmente hay mucho criticón que no tiene ni idea de tenis. Al final son momentos donde estás hundido y esos comentarios pueden afectarte, mejor no leerlos y enfocarte en tu proceso. Cuando ganas no pasa nada, a veces tienes la tentación de entrar, pero cuando pierdo intento ver lo menos posible.

Ahora estás #211 del mundo, ¿te imaginas dentro de un año estando el #111? Es un salto de cien posiciones, no estaría mal.

Te lo firmo, al 100%. Significaría estar a las puertas de un cuadro principal de Grand Slam.

O sea, que te conformas.

(Risas) No me conformo, pero sí me gusta valorar la situación en la que estoy. Hoy soy casi #200, no me conformo, pero hay que tener los pies en el suelo, hace un año hubiera sido imposible imaginarme aquí.