
Aunque perdiera en primera ronda hace más de una semana, Leylah Fernández (Montréal, 2002) ha terminado siendo una de las jugadoras que más ha estirado su estancia en el Mutua Madrid Open 2023. Las cosas en el cuadro individual no salieron esta vez, pero en dobles se ha metido en semifinales junto a Taylor Townsend. Esa mezcla de emociones resume lo que está siendo su temporada, un viaje irregular donde no termina de encontrar la solidez deseada.
Muchas cosas han pasado desde que hiciera aquella final del US Open 2021, un éxito que compartió con nosotros en su primera entrevista en el canal. Hoy cuenta con un equipo más amplio y sabe lo que es competir bajo presión, lo que no ha cambiado es su mentalidad. La canadiense se cita con Punto de Break con una sonrisa que refleja lo mucho que le gusta lo que hace, dispuesta a enfrentar todas las curvas que vengan. Porque sí, por supuesto que habrá días malos, pero el sueño que tiene en su cabeza pesa más que cualquier factor.
Han pasado varios días desde tu derrota en primera ronda con Mirra Andrea, ¿todavía duele?
No fue mi mejor partido, la verdad. Hice demasiados errores, no solamente en los momentos importantes, sino en todos los momentos. Definitivamente, no fui capaz de recuperarme, tampoco al inicio del segundo set, y luego cuando encontré mi ritmo ya era demasiado tarde. Tengo que aprender, tener la cabeza alta y seguir trabajando.
En dobles estás en semifinales. ¿En qué te ayuda jugar esta modalidad?
Me está ayudando mucho en mi juego, sobre todo con el saque, el resto y las voleas. Me encanta jugar dobles, especialmente si tengo una compañera que está positiva y quiere estar en la cancha. Taylor (Townsend) es una muy buena jugadora y una muy buena persona, le agradezco que me de la oportunidad de competir en el torneo un poco más de tiempo.
¿Te planteas objetivos con el doble?
Por supuesto que tengo objetivos, siempre quiero mejorar mi ranking y ganar torneos. Me considero una jugadora muy competitiva, quiero ganar todo.
Estamos en plena gira de arcilla, ¿te gusta?
Me encanta, me encantan las pistas de tierra batida, qué mala suerte que en este torneo no me fueron bien las cosas. Por suerte, las cosas en dobles me han ido mejor.
¿Es tu superficie favorita?
Diría que sí, prefiero jugar en tierra batida. Siempre me imaginé jugando en las pistas de Roland Garros y estos grandes torneos, peleando en arcilla como lo hacían mis ídolos.
Pero tienes tenis para ganar en dura.
También, ahí mi papá hizo un gran trabajo enseñándome un juego más completo, pero también me enseñó a adaptarme a diferentes superficies de manera fácil. Si tengo que jugar en hierba, puedo hacer la transición de forma rápida, lo mismo pasa con la arcilla.
¿Te consideras un jugadora diferente?
Honestamente, no sé si soy distinta, esto lo tendríamos que ver en un par de años.
Un par de años, el famoso proceso.
Exacto, estoy centrada en el proceso. Estoy contenta con la manera en la que estoy jugando en estos momentos, pero una siempre quiere ser mejor, veremos cómo me siento en un par de años o a final de esta temporada, tanto en lo tenístico como en lo físico. También habrá que mirar mis resultados.
¿Estás contenta con tus resultados actuales?
Con los resultados nunca estoy contenta, si no tengo trofeos en casa es imposible estar contenta, pero todo forma parte del proceso. Tengo que aprender a aceptar lo que viene, tampoco tuve mucha suerte con los sorteos este año, pero tengo que seguir trabajando y luchando, hasta que llegue el día en el que las cosas caigan de mi lado.
Pliskova, Badosa, Garcia… ¿sufres un poco más cuando juegas con rivales peladoras?
Hasta ahora, los resultados dicen que sí (risas). Estamos entrenando fuerte para que esto no pase más, seguimos mejorando cada día, viendo los resultados que hago y analizando los partidos después de cada derrota. Trabajamos para rellenar las lagunas que tiene mi juego actualmente, el objetivo es acercarnos cada día más en los partidos que me enfrentan contra ese perfil de jugadoras. Lo más importante es verme cada vez más cerca, sé que tengo tenis para hacer daño a estas chicas.
El tenis masculino se está volviendo cada vez más físico, ¿pasa lo mismo con vosotras?
Exactamente lo mismo, cada día veo a mis compañeras pasando horas en el gimnasio, trabajando mucho su físico para competir contra el resto de rivales, sobre todo las que están ahora mismo en el top10 o top5. Cada día veo a las jugadoras entrando a pista a las 08:00 de la mañana a trabajar, pero esto es bonito, demuestra que todas tenemos la ambición de ser buenas en el tenis, de tener más éxito en el deporte y que cada día más chicas lo practiquen.
Me han dicho que eres una trabajadora incansable.
Me encanta trabajar, me gusta el tenis, cada hora en la cancha es una oportunidad, un privilegio. No veo esto como un trabajo, lo veo como la oportunidad de hacer algo que me gusta y además pasar tiempo con la gente que me cuida y me hace sentir bien, que me quiere ayudar a ser mejor.
Este año has añadido a Julián Alonso a tu equipo de trabajo, ¿qué tal está siendo la experiencia?
Hasta ahora me gusta mucho, Julián es muy buen entrenador y una muy buena persona. Él me explica mucho el juego de tenis, me cuenta lo que hizo como jugador, me está enseñando lo que él aprendió para que yo pueda tener éxito en mi carrera. Lo que más me gusta es que puede trabajar mano a mano con mi papá, entre ellos se entienden muy bien. Nunca es una pérdida de tiempo estar con ellos en la cancha, veo que siempre trabajamos duro, que queremos siempre lo mejor para el equipo.
¿Alguna vez habías tenido un entrenador que no fuera tu padre?
Había tenido unos cuantos en el pasado, pero a corto plazo. Siempre fue difícil encontrar a alguien que tuviera la experiencia de haber sido jugador de tenis, una carrera profesional a las espaldas. Estoy orgullosa de tener a Julián en mi equipo, así que espero que todo nos vaya bien en el futuro.
En 2021 llegaste a la final del US Open, ¿te lo recuerdan mucho?
Últimamente estoy tratando de no escuchar estas cosas, solamente escucho las palabras de Julián y mi papá. Tengo que aceptar los resultados y seguir trabajando en esta dirección. El otro día un jugador de baloncesto lo explicó a la perfección: cada temporada es un año de aprendizaje, si los resultados no están ahí no quiere decir nada, eso no nos define como atletas o personas. Trato de ir aprendiendo más sobre mí misma, aprendiendo a estar contenta con lo que hago, este es el mayor éxito que puedo tener.
Entonces, ¿el fracaso en el deporte no existe?
Los fracasos están ahí, pero nosotros tratamos de no pensar en eso. Intentamos pensar en el proceso, en ver cómo estamos mejorando como personas, eso es lo más importante. Ser positiva, ser buena gente, ser compañera con el resto de jugadoras o apoyar a las atletas más jóvenes. Cuando perdemos un partido, la gente piensa que odiamos a nuestra contrincante, pero no es así. La realidad es que estamos decepcionados con nosotros mismos, pero contentos de que otra chica estará en la próxima ronda y puede seguir su camino. Los fracasos forman parte de la vida, nosotros tenemos que aceptarlo y seguir trabajando.
El nivel que mostraste en aquel US Open ha sido el más alto de tu carrera. ¿Has vuelto a sentirte así sobre la cancha?
Siempre trato de analizar mis partidos, los perdidos y los ganados, me fijo en qué hice bien para poder sobrepasar esos momentos difíciles. Cada vez que miro los encuentros de aquel torneo lo que veo es que jugué a un nivel muy alto, así que siempre espero volver a jugar así en cada torneo que disputo, pero es difícil, es casi imposible repetir aquello, pero tengo que seguir trabajando y luchando hasta recuperar aquel nivel. Quiero entrar a pista sin miedo, simplemente golpear la bola como lo hice en ese US Open.
Hace cinco meses, Julián me dijo en una entrevista que el objetivo era ser top10.
Sí, desde pequeña siempre he pensado que tengo el tenis para ser top10 y ser número 1 del mundo. Esa siempre ha sido mi meta, en este momento veo que voy mejorando cada partido, que cada día estoy más cerca del objetivo, aunque los resultados no estén ahí. Si tengo confianza en el proceso, sé que todo llegará.
Me gusta tu valentía. Hoy en día, si dices que quieres ser Nº1 del mundo, la gente te critica.
Es muy importante decir lo que pensamos, muchas veces tenemos miedo de decir lo que soñamos porque luego no queremos ver comentarios negativos en caso de no lograrlo. Yo siempre trato de ser honesta y decir lo que pienso, para poder empujarme a mí misma hacia esa idea. Si digo en voz alta que quiero ser Nº1, significa que cada día en los entrenamiento voy a llevarme al límite para alcanzar ese sueño, no quiero esconder la realidad.