Lucie Safarova, melancolía en Roland Garros

Después de un año con más tristezas que alegrías, la jugadora checa vuelve a París, lugar donde alcanzó el curso pasado su primera final de Grand Slam.

Fernando Murciego | 22 May 2016 | 09.00
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Doce meses de penas arrastrando un solo pensamiento, el momento de mayor felicidad de su carrera, la final de Roland Garros. Esa que alcanzó hace un año y que todavía sigue siendo el mayor hito de Lucie Safarova. La checa, alejada actualmente del top10 y reciente campeona en Praga, habla en esta entrevista en The New York Times sobre el calvario que ha pasado cuando le diagnosticaron una infección bacteriana de gran alcance y, en su regreso a las pistas, contrajo un virus alimenticio. Una serie de catastróficas desdichas, como diría Lemony Snicket.

"Estoy en una posición como de…’Ok, bueno, esta es la última cosa que me pasa”, confiesa Safarova, quien llegó a acumular cinco derrotas en primera ronda el año pasado durante su proceso viral. “Yo estaba como estaba, vuelvo y me toca una intoxicación alimentaria. Tengo que ser muy afortunada todo el resto del año, la vida me lo debe", añade la checa con una sonrisa, recordado lo sucedido esta temporada con el virus alimenticio, lo cual le tiene actualmente con una dieta libre de gluten y lactosa.

"He tenido una carrera larga, lo último en lo que pienso es en los factores externos. Quiero centrarme en hacerlo bien y estar en mi mejor momento, tengo la sensación de que soy capaz y que por fin puedo disfrutar de los momentos, pero entonces aparece esto y lo único que me pregunto es, ‘¿por qué?”, se pregunta Lucie, una jugadora que ha visto como el último año de su carrera ha sido prescindible casi por completo.

"Si tuviera que desintoxicar realmente mi cuerpo de todos los medicamentos que he tenido que tomar en el último medio año no sabría ni por dónde empezar. Hasta ahora tengo que decir que me he sentido muy bien en la cancha después del cambio, todavía me siento llena de energía. Aunque en algunas ocasiones es difícil, sobre todo en Italia con toda la buena pasta y mozzarella. Era mirar aquello y entrarme ganas de llorar”, recuerda tras su paso por Roma hace unas semanas, donde se marchó con una victoria y una derrota.

En su cabeza, el partido ante Serena en la última final de Roland Garros permanece cada mañana. "Honestamente, Serena remontó y disputó un par de juegos muy buenos, me presionó mucho. Tal vez sí me gustaría volver allí de nuevo, lo que haría diferente sin duda es tomar más riesgos. A pesar de que tal vez cometiera más errores, me gustaría correr el riesgo porque ella era de todos modos igual de fuerte, sólo manteniendo la bola en juego no era la solución", asevera la subcampeona.

Ahora ya nada es igual, su situación ha cambiado drásticamente, igual que sus expectativas, aunque Lucie es de las personas que ven el vaso siempre medio lleno. "En este momento, la verdad, todo el mundo me pregunta: '¿Sientes la presión de volver a Roland Garros y defender esa final?’. Yo simplemente respondo: ‘¿Sabes qué? Estoy muy feliz de poder jugar"