La próxima edición de Roland Garros está a la vuelta de la esquina y Gael Monfils tiene previsto aparecer en uno de los torneos más importantes y emotivos para él. Sin embargo, antes de eso, Monfils disputará el torneo de Lyon con la esperanza de sumar victorias que le motiven, pues esta gira de tierra ha sido algo decepcionante para él.
En una reciente entrevista que realizó a The Guardian antes del arranque de Roma, el francés se centró en hablar de cómo la gente confunde su carisma con la vagancia. “Las personas dicen: ‘Monfils no es disciplinado’. No os creáis eso porque me esté divirtiendo en la pista. El trabajo que hago fuera es enorme”, dijo.
A sus 37 años, Gael sabe que la retirada está cerca, pero confiesa que todavía siente tener ese “algo” que dar al tenis. No es fácil afrontar los últimos años de carrera de un jugador como el francés que ha tenido que lidiar últimamente con las múltiples lesiones, pues también se hace más complicado encontrar personas que se embarquen con él a trabajar en un proyecto a corto plazo: “A veces, no voy a mentir, dudaba un poco. Me estoy haciendo un poco mayor, me hago daño a mí mismo. El año pasado estaba en casa e intentaba llamar a la gente: 'oye, ¿quieres trabajar conmigo?' La gente olvida que todavía tengo algo e intento convencer a la gente de que todavía lo tengo. 'Sí, pero tienes 37...' me dicen”.
El éxito de Monfils es más que evidente si miramos todo lo que ha conseguido: 12 títulos ATP, dos semifinales de Grand Slam, número 6 del mundo. Así que si alguien se atreve a calificar al francés de vago o perezoso que eche un vistazo a sus números, que no se quede con lo superficial que es su gran carisma y espectáculo en pista. “Tengo suerte porque algunas personas creyeron en mí, pero ¿otras? Realmente no me conoces, te llamo y has escuchado muchas historias, has visto mi personalidad en la pista. Es difícil de creer cuando digo que me levanto a las siete de la mañana y corro durante dos horas. Puedo hacer ese trabajo, sí lo hago”, confesó.
¿Ha rendido siempre al 100%?
A pesar de su gran trabajo, todavía hay quien cree que Monfils nunca ha llegado a explotar por completo, que no ha llegado a dar el 100% en su carrera. Sobre este tema, el francés prefiere darle voz a quienes saben de primer mano el esfuerzo y trabajo que ha puesto en perseguir sus metas. “Las personas quieren maximizar el potencial de todos y no es así. Eso no me importa porque cuando era joven las únicas personas (que ahora espero que estén orgullosas) que creían en mí eran mis padres. Cuando les dije que quería ser tenista siendo de donde soy, la gente decía: ‘de qué hablas? Mis padres son los que ahora se ríen. 'Podrías ganar, podrías tener esto'. Yo he construido mi sueño”, confesó.
Así, Gael afrontará un nuevo capítulo en suelo francés con el objetivo de divertir a los espectadores, sí, pero también de alcanzar los mejores resultados posibles. Además, lo hará con el apoyo de su hija y su mujer, Elina Svitolina, a quien admira como madre y como tenista: “Estoy asombrado con ella. Estaba embarazada cuando ocurrió lo de la invasión de Rusia a Ucrania. Dio a luz y estaba muy motivada desde el principio para volver a la cima. La ética de trabajo, la disciplina, el hecho de estar muy involucrada con el tema de Ucrania. Manejó la presión muy bien jugando para ella misma, para su país y siendo una buena madre. Poder tener una familia, una fundación, todo. Es como: 'wow’. Detrás de esta chica, hay una mujer fuerte y es simplemente increíble”.