Joao Sousa respiró aliviado al entrar a sala de prensa. Tras ceder tres finales esta temporada, por fin había llegado su recompensa: "Me he quitado un peso de encima, había perdido mis cinco últimas finales. Ganar aquí tras todo el esfuerzo de la temporada... pedir más es imposible. Tenía como objetivo ganar un título este año y ha sido por los pelos", declaró el campeón del Valencia Open.
"No entré al partido como me hubiera gustado pero en el segundo set cambié mi táctica, me puse más sólido y me salió muy bien. También se notó el cansancio físico que Roberto arrastraba. Sé muy bien lo complicado que es jugar en casa y toda la presión que conlleva así que estoy muy contento de haber aprovechado esas oportunidades en el tercer set", afirmaba el tenista portugués quien, además, guarda una muy buena relación con el castellonense.
Sousa será el último nombre de un historial que nació en 2003 y que muere en 2015. Un torneo que deja huella en cada persona que ha pasado por él. "Llevo jugando en Valencia cuatro años y siempre le he dicho a mi entrenador que algún día sería muy feliz aquí. Es curioso porque hace una semana me dijo: 'Más te vale que sea este año porque creo que ya no habrá mas ediciones'. La verdad que es un torneo espectacular y es una pena que desaparezca. Me siento como en casa y seguro que lo echaremos de menos", concluyó el de Guimaraes.