Novak Djokovic consiguió una remontada muy complicada para levantar su trofeo número 101 al triunfar en el ATP Atenas 2025. El jugador serbio, número 5 del mundo, pudo celebrar esta gesta con su equipo y parte de su familia tras ganar a Lorenzo Musetti con un marcador de 4-6, 6-3 y 7-5 en 2 horas y 59 minutos de un partido lleno de espectáculo.
Con los dos vestidos de color verder esperanza, Novak y Lorenzo saltaron a una pista repleta con un ambiente increíble. La igualdad reinó en Atenas desde los primeros intercambios, aunque el italiano no dudó en desplegar su elegante revés a una mano para dejar boquiabiertos a todos los presentes.
Tanto fue así que el break llegó a favor de un Lorenzo súper concentrado. A Musetti le faltó la capa, porque llegó a cada bola, por muy imposible que pareciera, como un superhéroe, dejando impresionado también a su rival desde el otro lado de la red. Aunque el serbio evitó males mayores, Lorenzo no levantó el pie del acelerador, estando perfecto tanto desde el fondo como en la red.

A pesar de que Djokovic apretara las tuercas en los momentos de máxima tensión, Musetti supo librarse del número cinco del mundo en esa primera manga con un primer set muy serio, con el que además se quedaba a un paso de confirmar su clasificación a las ATP Finals 2025 de Turín.
Quien sacó los superpoderes en el segundo set fue un Novak extraordinario que, aunque la presión estaba del lado de Musetti, entregó lo mejor de su tenis para dejar a los griegos atónitos con tremendo espectáculo. Respondiendo a absolutamente todo con una perfección asombrosa, el serbio mandó el duelo a un tercer parcial.
Pese a la mejora con respecto a su revés, Lorenzo no pudo parar a un Djokovic sin miedo de alargar los puntos para encontrar ganadores a la línea. Resurgiendo en el lado opuesto, Musetti aprovechó una trabajada oportunidad para ganarse una vida extra en la pelea por el título del torneo griego.
Djokovic pone orden en el caos
Los altibajos de un lado y el cansancio ante los largos juegos pasaron factura tanto a Lorenzo como a Novak, aunque Djokovic jugó con la ventaja de tener una rotura bajo la manga. No mantuvo ese as de su lado de forma permanente, pero Lorenzo también regaló de más en los momentos inoportunos, haciendo que el caos mandara en el tramo final de la batalla. Con todo eso y más, Nole dio ese último sprint para confirmar su triunfo, su título número 101.

