Dimitrov reflexiona acerca de sus comparaciones con Federer y sobre coincidir con el 'Big 3'

Grigor Dimitrov necesita una buena carrera en Roma para llegar con buenas sensaciones a un Roland Garros muy esperado. Para ponernos en contexto, en esta gira de tierra el búlgaro alcanzó los octavos de final de Montecarlo, pero cayó a las primeras de cambio en el Mutua Madrid Open. Y es que Dimitrov tiene todo lo necesario para marcarse una buena senda en tierras romanas tras vencer en su debut a Yoshihito Nishioka, así que, de momento, el búlgaro está sintiendo una buena conexión. Así, dejando atrás Madrid, el búlgaro aprovechará su experiencia para enfrentarse a Terence Atmane y pisar la cuarta ronda de Roma, una posición allí en la que nunca ha estado.

A sus 32 años, Dimitrov está de vuelta en el Top 10 asombrando a todos con el despliegue de un nivel que ha supuesto el resurgimiento de su carrera. Eso sí, a principios de esta, el bueno de Dimitrov fue comparado continuamente con Roger Federer y el revés a una mano que ambos comparten. "Fue halagador, pero al mismo tiempo ya he superado eso. Incluso en aquel entonces pensaba que era divertido, pero en algún momento pensé: 'me gustaría establecerme como el tenista que soy, como la persona que soy'. Creo que ese era uno de mis objetivos para seguir adelante. Era como: ‘vale, este es mi día, este es mi momento de establecerme como ese jugador que no tiene nada que ver con nadie más'. Y creo que hice un gran trabajo con eso. Estaba muy orgulloso de esa parte en particular porque realmente quería construir mi propio nombre”, confesó a The Guardian.

Y desde que se convirtiera en profesional allá por 2008, Dimitrov ha conseguido hacerse su hueco y no ser la sombra de ningún otro jugador. Se metió en el top 10 por primera vez en julio de 2014, habiendo alcanzado las semifinales en Wimbledon y logró su mejor marca en el ranking al situarse como número 3 del mundo a finales de noviembre de 2017. Así, es el búlgaro con mejor clasificación de todos los tiempos, un hito que será muy complicado de superar para sus compatriotas. “En aquel entonces, alcanzar el top 10 era algo que tenía que demostrar. Después de eso, no tuve nada que demostrar al respecto. Siempre he estado muy obsesionado con correr mi propia carrera, correr a mi propio ritmo y hacer las cosas que realmente quiero hacer. Ahora estar de vuelta entre los 10 primeros es el resultado del arduo trabajo que todos hemos realizado como equipo”, decía.

- Coincidir con el 'Big 3', ¿mala suerte?

Y en esa carrera en la que acumula 9 títulos, entre los que destacan el Masters 1000 de Cincinnati y las ATP Finals de 2017, ha tenido que convivir con los tres mejores jugadores de todos los tiempos: Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal. Algunos dirán que haber compartido sus mejores años en el circuito junto a estos tres grandes ha sido mala suerte, pero Grigor tiene claro que le han ayudado a dar lo mejor de sí mismo: “Simplemente son diferentes. He pasado mucho tiempo jugando con ellos durante muchos años. No sólo su físico da miedo, sino también su mentalidad. La forma en que han podido tener tanta consistencia, no durante uno, dos o tres años, sino durante casi toda su carrera es bastante asombroso. Da bastante miedo en el buen sentido si lo piensas. Siento que he podido aprender mucho de ellos, la forma en que han manejado no solo la presión sino también a sí mismos en el día a día. Eso es una de las cosas más difíciles".