Imparable. Daniil Medvedev ha metido la sexta marcha y no hay quien le pare en un ATP Rotterdam 2023 que parece hecho justo a su medida. Pista dura muy lenta bajo techo, condiciones que abrigan las grandes virtudes del ruso, que parece haber recuperado algo de sintonía con su servicio y es un muro infranquable cuando le toca restar. Lo sufrió en sus carnes Grigor Dimitrov, quien intentó de todo para salirse de la tela de araña que le tejió el ruso, en especial una enorme cantidad de reveses cortados cruzados. Nada de eso sirvió para sacar de la cancha a Daniil, más aún cuando su brazo ejecutor, la derecha, falló demasiado. Muy cómodo, serio y sin aspavientos a lo largo del partido, el ruso solo cedió tres juegos (6-1, 6-2) y se metió en su primera final del año, la primera en cinco meses (la última fue en Viena, donde también superó a Dimitrov en semifinales) y que le permite volver al top-10 de forma momentánea. Allí espera a Jannik Sinner o Tallon Griekspoor.
Medvedev exaspera a Dimitrov y consigue su billete de vuelta al top-10

