
Con el título de Garbiñe Muguruza en las WTA Finals de Guadalajara 2021, es normal que el aficionado saque la libreta para enumerar los títulos que el tenis femenino español acumula en su larga historia. Sin embargo, a estas alturas de la película, acabamos antes repasando lo que nos faltan por conquistar. Si abrimos un abanico con Grand Slam, WTA 1000 y competiciones por equipos, llama la atención los pocos huecos vacíos que nos quedan para completar todos los quesitos del trivial. Vayamos sector por sector indagando cuándo podría llegar nuestro próximo objetivo.
GRAND SLAM
Empezaremos mirando a las cuatro grandes plazas; para muchos, los eventos más importantes de este deporte. Sinceramente, es un privilegio presumir en voz alta de haber ganado cuatro veces Roland Garros en categoría individual, dos veces en Wimbledon y una en el US Open. No son números colosales –señores, no somos Estados Unidos–, pero qué pocos países pueden decir algo así. Sin embargo, con el Open de Australia nunca dimos con la tecla.
Melbourne es la única sala a la que nunca tuvimos acceso, el escape room sin resolver, y eso que hubo unas cuantas ocasiones donde nos quedamos en la puerta. La primera fue Arantxa Sánchez Vicario con las finales de 1994 (Graf) y 1995 (Pierce). Luego se sumaría Conchita Martínez, pero en 1998 tampoco podría con Hingis. Por último, un recuerdo mucho más reciente, tenemos fresca la sorprendente caída de Garbiñe Muguruza ante Sofia Kenin en el desenlace de 2020. Por oportunidades, desde luego, no ha sido.
EVENTOS CLÁSICOS Y OTROS MÁS MODERNOS
Justo por debajo de los Grand Slam, aparece el célebre torneo de maestras, conocido oficialmente como las WTA Finals. Aquí no hace falta irse muy lejos, ya que Garbiñe Muguruza se convertía hace una semanas en la primera española de la Era Open en quedar campeona, al mismo tiempo que vengaba a Arantxa Sánchez Vicario y aquella bandeja de plata recogida en 1993 ante Graf. Curiosamente, aquel año vendría al mundo un niña nacida en Caracas que 28 años después pondría las cosas en su sitio.
Buceando en otros torneos de gran calibre dentro del circuito, volvemos a hinchar el pecho para exclamar que las nuestras ganaron, en algún momento de la historia, los torneos de Indian Wells, Miami, Canadá, Cincinnati, Roma o Hamburgo. Podemos ampliar un poco más y añadir los eventos de Doha, Dubái, Berlín, Beijing, San José (éste lo ganamos con sede en Oakland) o Moscú. Muchos de ellos fueron perdiendo peso en el calendario, otros crecieron en prestigio, incluso los hay que han ido cambiando de ciudad con el paso del tiempo.
Donde nunca hemos podido triunfar, bajo ninguna circunstancia ni modificación, ha sido en Stuttgart (torneo disputado en Filderstadt entre 1978 y 2005), Wuhan (concurso moderno donde Garbiñe hizo final en 2015) o nuestro querido Mutua Madrid Open, seguramente el caso más llamativo de todos. Por ser en casa, por ser en tierra batida y por encontrar allí la mayoría de facilidades posibles, pero nada de esto funcionó. La Armada femenina nunca encontró la fórmula desde que en 2009 se instaló este torneo en la capital de España, ni siquiera sabemos lo que es jugar una final.
TORNEOS POR EQUIPOS
Cerramos nuestro serial con los eventos por equipos, las semanas donde las jugadoras representan a sus países además de a ellas mismas. En Juegos Olímpicos, pese a tener medallas de todos los colores y sabores sumando chicos y chicas, las nuestras nunca lograron colgarse el oro, tampoco en dobles. En singles, lo más cerca que nos quedamos fue en Atlanta 1996, cuando Arantxa Sánchez Vicario perdió la final ante Lindsay Davenport y público que se volcó con la estadounidense. A día de hoy, aquella plata es nuestro techo.
Mucho mejor nos fueron las cosas por aquella época en la Copa Federación, competición que a partir de este año pasó a llamarse Bille Jean King Cup. España, con la mejor generación de talento que recordamos, levantó el título cinco veces en una horquilla de ocho años. Un dominio absoluto reforzado por el compromiso y la identidad de unas jugadoras que jamás le dieron la espalda a una convocatoria. Esos tiempos donde jugar por tu país aparecía en primer lugar de la lista de prioridades.
·RESUMEN·
Así pues, estos son los templos históricos que todavía se resisten a caer en manos del tenis femenino español: Open de Australia, Juegos Olímpicos, Stuttgart, Mutua Madrid Open y Wuhan. Cinco heridas que no empañan el mosaico completo.
- 0 Open de Australia
- 4 Roland Garros (Arantxa: 1989, 1994, 1998; Muguruza: 2016)
- 2 Wimbledon (Conchita: 1994; Muguruza: 2017)
- 1 US Open (Arantxa: 1994)
- 1 WTA Finals (Muguruza: 2021)
- 0 Juegos Olímpicos
- 5 Billie Jean King Cup (1991, 1993, 1994, 1995, 1998)
- 1 Indian Wells (Badosa: 2021)
- 2 Miami (Arantxa: 1992,1993)
- 1 Doha (Carla: 2016)
- 1 Dubái (Muguruza: 2021)
- 0 Stuttgart
- 0 Madrid
- 5 Roma (Conchita: 1993-1996; María José Martínez: 2010)
- 4 Hamburgo (Arantxa: 1993, 1994, 1996; Conchita: 1995)
- 3 Berlín (Arantxa: 1995; Conchita: 1998, 2000)
- 1 San José (Arantxa, 1994)
- 2 Canadá (Arantxa: 1992, 1994)
- 1 Cincinnati (Muguruza, 2017)
- 1 Beijing (Muguruza, 2015)
- 0 Wuhan
- 1 Moscú (Conchita, 1996)
¿Cuál pensáis que será el próximo cromo que pongamos en el álbum? ¿Lo veremos en 2022? ¿Qué jugadora lo hará realidad? ¡Os leemos!