Un doble 7-5 envió a Alexander Zverev a la final del ATP 250 de Munich. El alemán, que disputará mañana su segunda final del curso y quinta de su carrera, encontró la inspiración ante Roberto Bautista justo en los momentos de máxima tensión, donde se decidía el desenlace de ambos sets. Con tan solo 20 años el pequeño de los Zverev buscará levantar su tercer título profesional, primero sobre arcilla y primero ante su público. El rival, Chung o Pella.
Zverev golpea donde más duele