Kevin Anderson y la polémica con el tenis sudafricano

No participó en los Play Off por acceder al Grupo Mundial de Copa Davis y sí jugó la World Tennis Team

Sudáfrica no participará el año que viene en el Grupo Mundial y esto no significa otra cosa que las dificultades que tiene este país para ofrecer garantías de competitividad a sus federados se han hecho tan grandes que sus grandes estrellas han renunciado a competir y representar a su nación, de tal manera que Kevin Anderson, su principal estrella masculina así como Chanelle Scheepers, han arremetido con fuerza contra su Federación, mientras Natalie Grandin se ha quedado sin poder competir en los Juegos Olímpicos y ha sido la víctima colateral de estas tensiones. Así continúa la polémica con el tenis sudafricano.

Jugar al tenis para un sudafricano es mucho más complicado que hacerlo para un europeo o un norteamericano. Los motivos son muy sencillos: La mayoría de torneos profesionales se disputan en estas dos zonas del mundo que están muy alejadas de Sudáfrica, de tal manera que vivir allí y pagarse los viajes hacia cada torneo o serie de torneos que se juega en estas latitudes es un precio altísimo para un jugador nativo de Sudáfrica.

Anderson lideró a Sudáfrica frente a Holanda

De hecho, un jugador como Michael Russell puede permitirse el lujo de ser un Top 100 prácticamente sin salir de Estados Unidos y sin jugar en tierra batida. Le basta con competir por territorio norteamericano en la multitud de torneos profesionales, bien sean ATP 250, ATP 500 o Challengers y sus costes en desplazamientos son mucho más pequeños que muchos otros. Sin embargo, para Kevin Anderson sería completamente imposible mantenerse en la élite viviendo y entrenándose en su país natal y viajando para competir todas las semanas en la ATP.

Anderson con De Voest jugando el doble contra Holanda en Copa Davis

Anderson, como tantos otros jugadores anteriores y ahora presentes, reclaman a la Federación Sudafricana de Tenis que les ayuden económicamente para poder representarles dignamente, pero la Federación ya ha comunicado que no va a ceder tales ayudas. Esto ha propiciado que la diáspora de tenista sudafricanos se haya materializado en una realidad. Hoy Kevin Anderson vive en Estados Unidos y, de hecho, ha solicitado la tarjeta verde (Green Card), que es un permiso de residencia permanente en Estados Unidos y el primer paso hacia la nacionalización. Anderson vive con su mujer, (estadounidense), Kelsey O’Neal, en Chicago. Uno de los procesos por los cuales se puede solicitar la tarjeta verde es estar casado con una ciudadana estadounidense. Para poder acelerar el proceso, el tenista sudafricano ha contratado al mismo abogado con el que contó Mike Bryan para poder nacionalizar a su pareja, la británica Lucille Williams.

Scheepers

Sudáfrica no estuvo presente en los Juegos Olimpicos precisamente porque Kevin Anderson no fue inscrito por su Federación por la escasas participación en las eliminatorias de Copa Davis en los dos últimos años previos la cita olímpica, (la ITF exige un mínimo de presencias los dos años anteriores a la cita olímpica), como tampoco lo cumplía Chanelle Scheepers, que no lo hizo en Fed Cup (no juega con su país desde 2005). Anderson sólo ha jugado 5 eliminatorias con Sudáfrica, dos de ellas en 2011, ante Holanda, a la que derrotaron por 3-1 y él ganó los tres puntos y ante Croacia, en el Play-Off del Grupo Mundial donde su país perdió con Croacia, pero él ganó el único punto que disputó, el primero ante Dodig. Sin embargo, la principal perjudicada fue Grandlin que sí cumplía todos los requisitos pero que no pudo acudir porque los dos tenistas sudafricanos que le podían haber acompañado estaban reñidos con la Federación sudafricana.

Kevin Anderson no ha descartado declararse seleccionable y competir bajo bandera estadounidense una vez conseguida la nacionalidad norteamericana. “Todavía no he decidido qué voy a hacer. Esto es algo que todavía queda lejano”, explicaba. “Ojalá pudiera jugar por Sudáfrica, obviamente. Evidentemente soy de allí”, argumentaba.

La impopularidad de Anderson ha crecido en Sudáfrica por no haber participado representando los últimos años a su país y por no acudir a los Juegos Olímpicos. Junto a Scheepers o con la especialista Natalie Grandin la selección sudafricana podría haber conformado un doble de garantías y competitivo, pero ni Kevin ni Natalie cumplían el requisito de haber jugado con sus equipos los años previos.

La misma polémica surgió con Liezel Huber. La nativa sudafricana compite representando a Estados Unidos por estos mismos motivos. La ayuda que no encontró en la Federación de su país, sí la obtuvo de la USTA, como en tantos otros tenistas ha ocurrido. En 2007 consiguió su nacionalización y a partir de entonces sus grandes éxitos, como acabar como número 1 del ranking WTA de dobles en 2008 junto a Clara Black o ganar Wimbledon junto a Wesley Moodie, otro de los jugadores sudafricanos destacados.

Ferreira tras conseguir la medalla de plata en Barcelona 1992

Quien sí consiguió una medalla de plata para su país fue Wayne Ferreira, quien junto a Piet Norval se hizo con la plata en el doble masculino de Barcelona 1992. Las cosas por entonces no eran más fáciles para los sudafricanos y esto es uno de los principales reclamos que se les hace a los tenistas que no compite con su país y las principales acusaciones que les llegan desde la prensa sudafricana. Ferreira también estaba afincado en Estados Unidos, pero compitió al máximo nivel en su carrera profesional, donde consiguió llegar a ser un Top 10 consolidado, jugar dos semifinales del open de Australia y ser un doblista destacado. Sin embargo, Ferreira no renunció a competir con Sudáfrica.

Polémica en Sudáfrica por su ausencia en la Davis y su presencia en la WTT

El problema de Anderson llega más allá y las críticas en Sudáfrica arrecian. El tenista decidió no participar, (como en tantas otras ocasiones), en la eliminatoria decisiva para tratar de competir en el Grupo Mundial el año que viene. Aludió problemas físicos, pero, sin embargo, acudió a competir en las World Tennis Team, donde no sólo participó sino que tuvo una destacada presencia.

Anderson prefirió competir en un torneo donde le pagaran que con su Federación y representando a su país natal, con quien mantiene una constante lucha económica.

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