Detrás de un gran campeón hay una gran familia, y ese es el caso de Learner Tien. El tenista americano, reciente ganador de las ATP Next Gen Finals, acababa de vivir el mejor año de su carrera profesional. El año de su consagración, de su primer ATP 250 en Metz y de su ascenso en el ránking hasta el puesto número 28. Sin embargo, para entender su éxito hay que entender primero el sufrimiento por el que pasaron sus padres, y la historia de superación que cargan a sus espaldas.
En un documental publicado por Tennis Channel, Khuong y Huyen Tien relatan la vida que tuvieron siendo jóvenes, y cómo tuvieron que huir de Vietnam rumbo a Estados Unidos por culpa de la guerra. Fue en Irvine (California) donde se conocieron gracias al tenis, y comenzó una tradición que traspasaron a sus hijos.
"Nosotros fuimos más afortunados que la mayoría, porque simplemente nos subimos a un avión desde Vietnam y aterrizamos en E.E.U.U", afirmaba Khuong. Huyen, por su parte, no tuvo tanta suerte, y le tocó vivir la cara B de la moneda. "Él es un afortunado porque fue en avión, yo llegué en una barca. Navegamos en el mar durante 10 días y nos encontramos con bastantes piratas, por lo que tuvimos experiencias bastante dramáticas durante el viaje. Vimos gente morir", confesaba.
Una vez se asentaron y fueron a la universidad, el destino hizo el resto. "Conseguí un trabajo como profesor de tenis, y entrenaba a una clase de adultos durante la noche. Ahí fue donde conocí a Huyen. En ese momento, ella estaba haciendo un artículo y necesitaba entrevistar a un varón de cierta edad, me preguntó si me importaba hacerlo y acepté. Teníamos muchas cosas en común y nos conocimos en una pista de tenis. Esa es la única razón por la que nuestros hijos juegan al tenis", reconoce Khuong.
Los padres de Tien fueron sus entrenadores durante su juventud
Desde pequeño, Tien creció con una raqueta en la mano, por lo que para él era "algo normal. Es algo que nos ha acompañado siempre en nuestras vidas. A pesar de que iba progresando, al principio no pensaba mucho en el tenis profesional. Mi objetivo siempre fue ver hasta dónde podía llegar".

Eso sí, durante los primeros años fueron los propios padres de Learner los que tomaron las riendas de su carrera, por un simple motivo: "Yo siempre digo que el buen entrenador para tu hijo es el que se queda despierto por la noche pensando en él, pero cuando son jóvenes esa persona normalmente suelen ser los padres. Me quería asegurar no solo de enseñarle las cosas correctas, sino de hacerlo de una manera en la que no lo odiasen".
Siempre hubo expectativas puestas en Tien, pero él se mostraba cauteloso cuando le preguntaban, hasta el punto de que su padre llegó a dudar de su motivación. "La famosa frase de mi hijo era: 'bueno, veremos hasta dónde puedo llegar'. Incluso si le preguntabas si le gustaba el tenis, esa era su respuesta. Era raro, pero lo decía totalmente serio", confesaba.
Su entrenador le compara con Roger Federer
En categorías inferiores, Tien destacó por encima del resto, pero fue a los 16 años cuando tuvo que dar el siguiente paso en su carrera. "Siempre ha sido el mejor en su categoría. Terminó número uno a los 12 años, a los 14, a los 16... y para cuando era número uno a los 16, también lo era en la categoría de los 18 a la vez", confesaba Jay Leavitt, su entrenador, para el que "el juego de Learner es especial, es parecido a Federer. Tiene una habilidad natural para jugar de manera elegante".
De hecho, se llegó a dudar sobre si debería ir a la universidad o dar directamente el salto a profesional, pero fue el propio Tien el que quiso ponerse los pies en la tierra. "Yo pensaba que era buena idea ir a la universidad aunque solo fuese un semestre y darme algo de tiempo para madurar física y mentalmente".
El tenista americano se formó, evolucionó tal y como quería, y acabó dando el salto al circuito en el que, a día de hoy, es una de las promesas con mayor futuro. "Disfruto mucho de lo que hago ahora mismo, y es la clave para que me esté yendo bien. Me gusta mirar atrás y ver cómo empecé, y ver dónde estoy ahora. Siempre he sido de ir poco a poco, pero obviamente ganar Grand Slams y ser número uno es el sueño de todo niño", afirmaba el propio Tien.
Sus padres no pueden hacer otra cosa que admirar en lo que se ha convertido, con el aliciente de saber por todo lo que han tenido que pasar para que eso ocurra. "Me siento orgulloso después de todo. Desde que emigramos, jamás hemos vuelto a Vietnam, pero siempre hemos hablado de volver algún día, para que nuestros hijos vean también de dónde venimos y lo que luchamos para darles la vida que tienen a día de hoy". Una historia de superación con un final feliz, y otra aún por escribirse.

