El Alcaraz más pragmático vence a un irregular Musetti y se mete en la final de Roma

El español se llevó un partido con muchos errores por parte de ambos, pero su tenis prevaleció en los momentos clave y el domingo buscará su séptimo Masters 1000.

Andrés Tomás Rico | 16 May 2025 | 17.47
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El Alcaraz más pragmático vence a un irregular Musetti y se mete en la final de Roma. Foto: Gettyimages
El Alcaraz más pragmático vence a un irregular Musetti y se mete en la final de Roma. Foto: Gettyimages

Nadie dijo que iba a ser un camino de rosas, pero Carlos Alcaraz ya es finalista del ATP de Roma. El murciano lo consigue después de vencer a un Lorenzo Musetti, que se mostró muy inestable durante todo el partido, fruto también de la presión por verse a un paso de la final en su país. El murciano supo jugar los momentos importantes del partido como debe hacerlo un campeón y a pesar de que fuera un duelo más deslucido de lo esperado, erró menos que su rival y se hizo con la victoria por 6-3, 7-6(4). Consigue así meterse en la gran final, dónde luchará por hacerse con su séptimo Masters 1000 con apenas 22 años.

Posiblemente, pocos lugares en el mundo eran más idóneos que el ‘Campo Centrale’ del Foro Itálico de Roma para disputar una semifinal de tal magnitud. 15:30 de tarde, sol y gradas a reventar. Era el contexto idóneo para un duelo entre dos de los mejores jugadores del momento: Carlos Alcaraz y Lorenzo Musetti.

El partido se presentaba para el español como una gran oportunidad de meterse en la final de Roma, aunque por primera vez en mucho tiempo lo haría con la mayoría del público en su contra, como preludio de lo que se podría encontrar en una hipotética final con Sinner. Y quizá este era un aliciente más para salir con más motivación a la pista, algo más de combustible a su fuego interno, ese que a veces se cala en medio del partido. De esta manera rompía el servicio del italiano en el primer juego del partido, mostrando claramente sus intenciones.

Alcaraz fallaba menos

Pero también era consciente de que el público también iba a jugar un papel importante porque cada punto que caía a favor de Musetti se gritaba como un gol. Por eso apretaba los dientes cuando salvaba tres bolas de break en el siguiente juego. 2-0, pero calma, esto solo había hecho que empezar.

Aun así, el murciano empezaba a soltarse y la derecha empezaba a hacer mucho daño, cómo lo ha hecho durante todo el torneo, sobre todo al revés de una mano del italiano. Mientras que los nervios de estar tan cerca de una final en su propio de país condenaban a un Musetti al que se le veía más tenso y fallón de lo normal. 

Alcaraz volvía a quebrar, pero fue en ese momento cuando el italiano despertó de su letargo, salía al ataque y devolvía uno de los dos breaks para dar algo de guerra en un primer set que ya se iba a apuntar el español. Aun así, el de El Palmar no se puso nervioso, aceptó la aparición del de Carrara y siguió jugando su tenis, muy sólido en el fondo y evitando cualquier tipo de desconexión que permitiese enganchar más a Musetti.

"¡Hay que ir a por más, maneja el momento!", le decía Ferrero a su pupilo. Y eso fue lo que hizo Alcaraz, que no se esperó ni a su servicio para cerrar un primer set muy serio por su parte y muy irregular por parte del italiano (6-3). No fue la primera manga más bonita ni más completa del número tres del mundo, pero le sirvió fallar menos que su rival para quedarse a un paso de la gran final.

Si decíamos que Alcaraz no había sufrido ninguna desconexión, la primera la sufrió al inicio de la segunda manga. Por primera vez en todo el partido, Musetti se ponía por delante en el marcador tras romper el servicio del murciano, pero poco le duró la alegría. "¡Vamos!", gritaba el español al recuperar el break, y se hacía escuchar en una pista apagada tras ver como su jugador perdía otra oportunidad de oro. "¡Eres superior a él!", le recordaba Ferrero. Pero la tarde iba de errores en un lado y otro de la pista y Musetti volvía a quebrar.

El miedo a perder pesaba más que el deseo de ganar en los dos tenistas, incapaces de encadenar dos juegos seguidos. Pero al fin lo conseguía el italiano y la grada revivía. Parecía que todo se iba a decidir en un definitivo tercer set, pero Musetti no remató al Alcaraz y este revivió para recuperar el break y poner el 4-4.

El bajón del italiano parecía definitivo y el español gozaba de una pelota de partido, pero Musetti se agarraba a la pista y extendía el segundo set al tie break. Pero sería en el desempate donde el murciano dio el zarpazo definitivo a un partido poco vistoso y con muchos errores, pero en el que Alcaraz tuvo el temple y madurez para sacar adelante un duelo muy enredado (6-3, 7-6(4)). De esta forma, se cuela por primera vez en la final de Roma, y los aficionados se frotan las manos ante la posibilidad de presenciar de nuevo un posible Alcaraz-Sinner.