La palabra decepción es, quizás, un poco fuerte. Como pequeño disclaimer de este artículo, hay que decir que todos los jugadores presentes en esta lista son deportistas extraordinarios, hacen cosas inimaginables para el 99% de los mortales y que ocupen la posición que ocupan en la clasificación mundial tiene un mérito impresionante. Ahora bien... ¿esperábamos más de ellos esta temporada? No solo no han dado un salto de nivel que buscan como parte de su aprendizaje, sino que, además, ¿han dado un pequeño paso atrás? Es probablemente una máxima que aplica a las cinco selecciones a nuestras "decepciones" de la temporada 2024, jugadores que, a la hora de reflexionar sobre sus campañas, y dadas las expectativas propias y ajenas, no estén demasiado contentos con su rendimiento. Daniil Medvedev, Holger Rune... ¿con quién te quedas? ¿Quién falta?
- HOLGER RUNE: Cero títulos, cero victorias contra el top-5, fuera del top-10. En un momento en el que sus compañeros generacionales parecen desmarcarse hacia una rivalidad histórica, Rune todavía sigue encontrándose, viviendo altibajos en una temporada caótica tanto dentro como fuera de la pista. Comenzó el año con Boris Becker y Severin Luthi y lo termina regresando a su primera asociación, con Lars Christensen: posiblemente el tumulto que ha vivido fuera de la cancha explique su búsqueda de identidad y patrones de juego dentro de ella. Un servidor, eso sí, sigue confiando plentamente en su potencial, en su -enorme- techo y su proyección como campeón de Grand Slam, pero negar que el 2024 ha supuesto un paso atrás en su evolución sería de absolutos necios.
- DANIIL MEDVEDEV: Por primera vez desde que llegó a la élite, el ruso ha acabado la temporada absolutamente exhausto. Agotado. Un Don Quijote que lucha ante molinos que, en ocasiones, no solo son rivales. Quejas sobre bolas, superficies, órdenes de juego... el Medvedev más caótico ha terminado con la lengua fuera. Más de uno pondrá el grito en el cielo por etiquetar como "decepción" a un jugador que acaba el año top-5, pero hay tres factores que lo explican muy bien: por primera vez ha sumado derrotas tempranas en múltiples Masters 1000 (Canadá, Cincinnati, París), perdiendo la regularidad en estos torneos que le acostumbraba; acaba el año sin títulos, lo que resulta casi inexplicable para un jugador de su calibre... y, y esto resulta lo más importante, ha aumentado la brecha en los enfrentamientos directos contra Alcaraz y Sinner, lo que parece dejarle bastante más lejos de conquistar un Grand Slam que antes. Necesita un descanso y una desconexión como el comer, y esperemos que esto nos conduzca hacia el mejor Daniil más pronto que tarde.
- STEFANOS TSITSIPAS: Desde 2018, Tsitsipas decía presente en las ATP Finals. Fuese mejor o peor su temporada, ahí estaba el griego, acumulando el suficiente colchón de puntos en la gira de tierra batida como para plantarse entre los ocho mejores... hasta ahora. Un año que, más allá del brillantísimo destello de Montecarlo, donde logró su único título, se queda muy corto en comparación a lo que esperábamos y lo que su curva de crecimiento debería indicar, haciéndose cada vez más habitual las derrotas ante tenistas más allá del top-20 y marcado por, al igual que Rune, los vaivenes fuera de las pistas. Separarse de su padre es quizás el primer paso para volver a disfrutar jugando al tenis (con todo lo que ello conlleva), además de, ojalá una decisión esperanzadora para recuperar al mejor Stefanos en 2025.
- BEN SHELTON: Tras aparecer como elefante en cacharrería en un US Open inolvidable, el segundo año completo de Shelton como profesional ha estado marcado por la irregularidad. Le dábamos el beneficio de la duda en 2023, una temporada en la que por primera vez vivió el desgaste y la exigencia del circuito, pero en 2024 la tónica ha sido prácticamente similar, lo que ha bajado irremediablemente su hype. Su progresión, al menos, es más lenta de la que muchos imaginaban: acaba el año fuera del top-20, con solo un ATP 250 en sus vitrinas y sin mostrar el desparpajo del que nos enamoramos en Grand Slams. Aún así, su bagaje en el circuito es todavía bastante pequeño, y 2025 parece una gran oportunidad para dar ese salto de calidad que le conduzca hacia el top-10.
- ANDREY RUBLEV: El título en el Mutua Madrid Open, marcado por una tonsilitis que pareció darle poderes, "salva" una campaña en la que sus demonios mentales han aflorado más que nunca. No solo eso: Rublo perdió la regularidad y consistencia que le caracteriza, dejando derrotas inexplicables en Grand Slams, donde continúa sin derribar la barrera de los cuartos de final. Año de idas y venidas donde quizás el bajón sea menos pronunciado que otros jugadores de esta lista, puesto que acabó llegando a las ATP Finals (por la baja de Djokovic, eso sí), pero que parece haberle alejado aún más del vagón de cabeza, tanto en techo como en sensaciones. Dudo mucho que el ruso esté contento cuando analice su campaña, si bien continúa formando parte de la élite más absoluta y querrá resarcirse en un 2025 donde su nombre esté algo más alejado del foco.