Hace ya unos días que terminó la séptima edición de la Laver Cup, la última donde veremos a Björn Borg y Thomas Enqvist liderando el #TeamEurope, pero todavía siguen surgiendo artículos que merecen la pena repescar para traerlos a nuestra comunidad. Por ejemplo, una entrevista cortita y al pie con Enqvist donde destaca cuáles son las fortalezas de una competición que no para de crecer, aunque también hay tiempo para tratar cuestiones ajenas a lo sucedido en Berlín. Rescatamos lo más interesante de su charla con Tennis Magazin.
“Cuando los mayores rivales del tenis, de repente juegan entre sí en una competición como la Laver Cup, definitivamente tenemos un evento único”, exclama el ex jugador de 50 años, alguien que ha vivido todas las ediciones desde la primera fila. “Y así seguirá siendo, resulta un formato rápido que combina individuales y dobles en un ambiente increíble. Para mí es un torneo genial, además con capitanes que son leyendas de nuestro deporte. El hecho de que Borg y McEnroe hayan podido estar ahí durante siete años después de su gran rivalidad es algo genial para nuestro deporte”, subraya el de Estocolmo.
Su sentimiento de agradecimiento es evidente, aunque nada le hace más ilusión que compartir banquillo con una persona muy especial. “Björn Borg siempre fue mi ídolo, por su culpa empecé a jugar al tenis. El hecho de que me haya permitido liderar el #TeamEurope a su lado durante todos estos años, experimentando tantos momentos divertidos junto al resto de compañeros y con leyendas de la talla de Federer, Nadal, Djokovic o Murray, supone algo fantástico, algo inolvidable. Lo que me llevo es que todos mis compañeros de equipo, no solamente son jugadores increíbles, sino también son los mejores embajadores de nuestro deporte”, confiesa con emoción.
Aunque las grandes leyendas del tenis no entren a competir a la pista, la percepción de Thomas es que la esencia de este torneo es honrarlas, hacer memoria de aquellos que tendieron puentes para que hoy el tenis sea uno de los deportes más célebres. “Cada época tiene sus héroes, Björn Borg y John McEnroe llevaron el tenis a otro nivel en los 70 y 80. Luego llegó la era de Boris Becker, Stefan Edberg, Pete Sampras y Andre Agassi. Lo que hicieron fue legendario, como también lo hicieron Federer, Nadal, Djokovic y Murray. Por eso la Laver Cup es tan especial, porque nos unimos todos para celebrar a todas estas leyendas, con Rod Laver como centro de toda la atención”, valora el sueco.
SUECIA Y UNA CRISIS QUE NO TERMINA
Y entre alusión y alusión a la Laver Cup y la huella que está empezando a dejar en el circuito, una pregunta incómoda sobre la mesa, posiblemente la más difícil del folio. ¿Qué ha pasado con el tenis en Suecia? ¿Por qué el país escandinavo solo aporta un jugador en el top500 actual? De ser la mayor potencia del ranking a convertirse en una nación totalmente inservible, incapaz de generar nuevos talentos. Atención a la reacción de Enqvist, que salva la curva como puede.
“Es una buena pregunta, pero no tengo la respuesta. A pesar de todo, todavía mantenemos una hermosa tradición de tenis en Suecia con dos torneos ATP como son Bastad y Estocolmo. Actualmente hay muchos programas para que las cosas vuelvan a funcionar, tenemos grandes entrenadores en Suecia, el único problema es que los más jóvenes no tienen cerca los ejemplos de Borg o Edberg, un referente al que puedan imitar, así que no hay jugadores de alto nivel que surjan tan temprano. Hay muchos chicos talentosos que cambian de deporte y no optan por el tenis como podría suceder antes, ahora mismo el hockey hielo es lo que más se lleva”, reconoce con cierto dolor.