Finalizó la temporada para buena parte del circuito WTA. Es momento de recargar pilas, descansar durante varias semanas y dejar que el tenis salga de la rutina diaria. Para muchas, además, es la ocasión perfecta para reencontrarse con familiares y seres queridos... y pocos reencuentros más emocionantes que el que vivirá Elina Svitolina.
Elina Svitolina ha sido, en sí misma, una de las grandes historias de la temporada 2023. Volvió al circuito después de dar a luz a su hija, Skaï. Había perdido todos los puntos en el ranking WTA. No solo empezaba de cero: había vivido de primera mano los horrores de la invasión rusa a su país, Ucrania. Sabedora de que aún existían familiares en algunas de las ciudades atacadas por el país de Putin, Elina volvió a las pistas con el objetivo de aportar esperanza y mandar un mensaje de unidad a todos aquellos que luchaban por su país. Esa motivación extra se ha notado en muchos de sus duelos contra jugadoras rusas o bielorrusas, a las que ha ganado en siete de los nueve enfrentamientos disputados entre ellas.
"Sigue sin ser nada fácil, todavía hay muchas cosas que siguen pasando, tanto dentro como fuera de la pista. Formar parte del vestuario y enfrentarme a ellas exige muchísima energía por mi parte, porque siento que ellas están representando a su país y yo estoy representando al mío. En cierto modo, sientes que es un poco una guerra; está claro y es evidente que no es una guerra, pero hay diferentes tipos de batallas dentro de esta guerra, así que cada vez que salgo a la pista a medirme frente a ellas es una gran motivación para mí. También soy consciente de cuánta gente hay en Ucrania viéndolo, siento esa responsabilidad. Me saca mucha energía, así que debes pensar que la presión es un privilegio. Salgo ahí y lucho como si fuese un soldado ucraniano", sentencia Elina en conversación con Daily Mail.
La guerra continúa, pero ha dejado de ocupar las primeras planas de los periódicos internacionales. La bajada de interés en el conflicto ucraniano y ruso resulta un motivo de cierta preocupación para Elina, que admite tener esa situación en su mente de forma constante, lo que ha provocado que este año sea especialmente exigente a nivel mental. "Ha sido un año que ha sacado mucha energía de mí. Mentalmente todavía es complicado, pero encontré una motivación diaria para seguir trabajando en mi camino profesional, porque sé que puedo utilizarlo como altavoz para cosas más importantes en este mundo, para recaudar dinero para los niños de Ucrania. Ya son casi dos años desde que empezó esta guerra: está claro que hay muchas cosas malas que están ocurriendo en el mundo. Yo solo soy una persona que hace todo lo que puede en esta horrible situación".
UNA EMOTIVA VUELTA A CASA
Tras dejar atrás los grandes momentos de Wimbledon y Roland Garros, en especial lo ocurrido en la capital británica, a la que califica como una "segunda casa" para buena parte de la población ucraniana, Elina regresa a su país tras finalizar la temporada. Visitará por primera vez desde que estalló la guerra a su abuela, que vive en Odessa, una de las ciudades más afectadas; además, pasará varios días en Kiev, acudirá a la final de un torneo de tenis organizado por su fundación y dará algunas clases de tenis.
"Tengo muchas cosas planeadas para esta visita. Voy a ver a mi abuela y a otros miembros de mi familia, algo que me hace mucha ilusión. Mi abuela parece que está bien, pero Odessa es un lugar muy peligroso a día de hoy: los rusos están atacando el puerto, hay alarmas o bombas prácticamente cada noche. Supongo que la gente se empieza a acostumbrar a vivir en estas condiciones y, después de tanto tiempo así, ella también. Llevaba mucho tiempo queriendo ir, sé que hay algo de riesgo, pero tenemos buenos sistemas de protección y seguiré todos los protocolos, acudiré a los refugios antibombas si tengo que hacerlo. Sentía la necesidad de volver a mi país natal, echaba de menos a mi familia y a mi cultura", señalaba una Elina verdaderamente emocionada. Quizás el verdadero highlight de su temporada tenga lugar en los próximos días.