La vorágine del circuito de tenis no deja espacio a pensar en los Juegos Olímpicos. A diferencia de otras disciplinas en las que los deportistas se preparan durante un largo período con el objetivo olímpico en su cabeza, los tenistas se ven obligados a batallar cada semana en todos los torneos posibles para luego sí ver posible una participación en esta clase de eventos. Y si bien la edición de Tokio 2021 perdió valor por la baja de varias figuras debido a las restricciones de la pandemia del coronavirus, algunas lesiones y también la falta de puntos para el ranking, hay otros jugadores que seguían considerando al certamen como una oportunidad única para hacer historia.
En ese sentido, Bruno Soares vio cómo su ilusión se apagó de un instante al otro. De estar mentalizado a luchar por una medalla junto a su compañero Marcelo Melo a enterarse que tenía que pasar de urgencia por el quirófano para operarse de una apendicitis. En efecto, el doblista brasileño contó -en primera persona en el medio Veja Tóquio- la montaña rusa de emociones a la que se subió y de la que no podía bajarse de ninguna manera.
"Uno de mis mayores sueños como atleta era ganar una medalla olímpica. Estuve muy cerca este año, pero la mala suerte me dejó fuera de la competencia", comenzó con su relato. Asimismo, añadió: "Todo empezó camino a Tokio. Estaba en el aeropuerto cuando comencé a sentir una molestia en el abdomen, pero pasé por alto los síntomas porque no pensé que fuera importante en absoluto. Pero apenas subí al avión vino el gran trauma: un dolor extraordinario comenzó a apoderarse de mi cuerpo". Más allá de eso, creyó que se trataba de un simple malestar dado que ya había atravesado el Covid-19 y, a su vez, se encontraba vacunado.
Sin embargo, la situación comenzó a empeorar con el transcurrir de los minutos. "La sensación fue tan fuerte que se sintió como si me apuñalaran. Después de cinco horas de vuelo, no pude más y comencé a vomitar. Al llegar a Tokio, recibí atención médica y me informaron del diagnóstico: se trataba de una apendicitis que me alejaría de los Juegos. Discutí las posibilidades con mi equipo y decidí esperar y ver cómo se despertaba mi cuerpo al día siguiente, pero pronto me di cuenta de que no había modo de continuar", amplió.
Finalmente, Soares, ganador de 34 títulos en dobles, concluyó: "Me sometí a una cirugía de solo 30 minutos y pasé otros ocho días en suelo japonés para recuperarme por completo. En cuanto me dieron de alta del hospital y llegué a la Vila Olímpica, me había dado que cuenta que el sueño olímpico realmente había terminado".