
Dicen que la vida con humor se llevan mejor y hoy tenemos un ejemplo de que es cierto. En un mundo como el tenis, tan cargado de prudencia y formalidad, un hombre decidió romper la pauta desde hace unos años a base de ingenio, cercanía y un gran talento para generar chistes. Pero Juan Ignacio Chela (Buenos Aires, 1979) no solo da la nota vía Twitter, también cumple en los banquillos, lugar que ocupó hace dos temporadas para vestirse de entrenador y guiar la carrera de Diego Schwartzman. Una conexión que ha encontrado los resultados antes de lo esperado pero que no oculta su secreto: trabajo y buena onda.
Aprovechando su paso por el Conde de Godó la semana pasada, el ex jugador bonaerense se sentó con Punto de Break para darnos más detalles de esta dupla, recordar alguna batalla del pasado, confesar que no fue tan malo como lo pinta en sus tweets e incluso dejar una interesante apuesta de cara al futuro. Sí, puede que al principio imponga, pero con el paso del tiempo y las preguntas, el auténtico Chela se acaba descubriendo en una entrevista próxima y amistosa.
En los últimos años, ¿te han hecho más entrevistas o has hecho tú más?
Estamos parejos (risas). Cuando me retiré empecé a hacer rápidamente un programa de televisión y luego me ofrecieron hacer otro de entrevistas a jugadores actuales y ex jugadores argentinos (En el set de Chela). La verdad es que me encantó hacerlo porque tenía que estudiarme la vida de cada uno y encontré muchas cosas que no sabía, y eso que algunos eran compañeros de generación. Fue muy bonito hacerlo. Luego hice otros dos programas de TV pero ya más informales.
¿De dónde te viene esa vena tan cómica?
Sí, soy bastante divertido, pero te tengo que conocer y ganar cierta confianza para abrirme un poco más. No soy el típico que llega y en seguida llama la atención, soy más tranquilo. Lo que pasa es que la gente, de verme en la cancha, tenía una imagen totalmente diferente a esto que mencionas. Fue a partir del programa con (Marianio) Zabaleta cuando la gente vio mi personalidad y descubrió mi lado más divertido.
¿Entrenando también eres así?
Intentamos que sí. Obviamente en el circuito te toca convivir con la derrota todo el tiempo, pero sí tratamos de tener buena onda. Diego (Schwartzman) tiene una personalidad bastante similar a la mía, cuando tenemos que trabajar lo hacemos seriamente, pero después tratamos de relajarnos, sacarle un poco de dramatismo y pasarla bien.
El mundo del tenis es muy serio, demasiado políticamente correcto.
Es así, pero por un lado lo entiendo, se convive continuamente con mucha presión y es difícil poder estar más relajado. Luego hay jugadores que se encierran mucho en su grupo. Particularmente yo no veo nada de malo en compartir cosas con otros jugadores, qué mas da si al final lo que importa es lo que hagas dentro de la cancha. Rafa es un buen ejemplo, él convive con muchos jugadores y luego entra en la pista y les gana a todos, pero fuera se le ve más relajado.
¿Quiénes son los más cachondos del vestuario?
Diego es uno seguro, se lleva bien con todo el mundo. Yo le digo que es Roberto Carlos porque tiene un millón de amigos (risas). Saluda y habla con todo el mundo, siempre con buena onda. Fabio (Fognini) es otro que también es muy relajado, con muy buena onda. En mi época, en líneas generales, me llevaba bien con todo el mundo, pero siempre simpatizas más con los brasileños o los españoles.
Supongo que este carácter ayuda luego en los malos momentos.
Yo creo que sí, descomprimís un poco y le restas dramatismo. Para el tenista sudamericano, que planea una gira de mes y medio o dos meses, le toca perder un lunes y convivir durante esa semana con tu equipo, seguir entrenando, no tiene la posibilidad de volver a su casa por las horas de vuelo, cambio horario o clima. Si no te lo tomas relajado y no te abres un poco, se hace muy pesado, muy difícil.
Bueno Juan, en Twitter eres…
.. una estrella (risas).
¿Por qué te gusta tanto desprestigiar tu carrera?
Es un personaje, como el antihéroe, pero no es lo que yo siento, no es lo que pienso realmente. En cierta manera, siempre tuve esa postura de antihéroe y jodíamos con eso. Después lo llevé a Twitter y a la gente le gusta mucho, es muy divertido.
O sea, que no fuiste tan malo como dices.
No, por supuesto. Al contrario, estoy súper orgulloso de mi carrera, creo que di lo máximo. Esto es solo un personaje, a mí me encantaba competir y era bueno compitiendo, era ganador, aunque siempre hubo muchos mejores que yo.
Fuiste top20, ganaste varios títulos ATP, más de 300 victorias como profesional… ¿con qué te quedas?
Cada título es especial, pero yo le doy mucho valor a haber hecho tres cuartos de final en Grand Slam, eso para mí fue muy bonito, son los torneos más importantes. Llegar a la segunda semana donde solo quedan ocho… luego nunca pude pasar de esa ronda pero creo que está a la altura de un título más. Lo mejor que tuve creo que fue la regularidad, muchos años jugando al mejor nivel y manteniéndome arriba.
¿Cambiarías alguno de esos títulos por haberle ganado aquel partido a Henman en Roland Garros 2004?
Algún título seguro, te lo doy a cambio de seguir avanzando en aquel torneo. Es que aquel día fui como la oveja negra del tenis argentino, fui el malo. Ganan Coria, Gaudio, Nalbandian… y yo pierdo con Henman. Tengo una anécdota con esto.
Adelante.
Esa misma noche me vuelvo en el avión y una señora me pregunta cómo habían ido los resultados, se lo cuento y me acaricia el hombro diciéndome: ‘Bueno, bueno, vos seguí que vas a llegar’. Como si yo fuera el malo (risas). Me hizo mucha gracia. Aquella edición Paola Suárez también hizo semifinales en singles, campeona de dobles, se metió top10… fue una semana increíble. Es difícil que se repita algo así, para mí fue un resultado buenísimo de todas formas.
¿Quizá se puso más el foco en el que perdió que en los tres que ganaron?
No, eso no. Sí que se habló de que si yo ganaba éramos los cuatro argentinos semifinalistas de Roland Garros, algo histórico. Luego además llegaron dos a la final, ganando Gaudio a Coria en un partido de película, parecía que estaba guionizado.
De todas formas, la prensa argentina suele ser muy dura con vosotros.
Sí, es bastante dura con nosotros. Ya sabes, de Messi para abajo. Aun así a veces hay que escuchar cada cosa sobre Messi que… y eso que es el mejor jugador del mundo. Pero no solo la prensa, la gente en general. Creo que como sociedad somos así, muy críticos, no nos ponemos nunca en el lugar del otro. Se critica mucho pero también se valora mucho las cosas importantes, por eso Maradona es lo que es, no puede ni caminar por la calle. Somos muy extremistas.
Aquí en España se ha llegado a criticar a Rafa Nadal…
Lo sé, lo sé. Uno lee cosas que son inentendibles. Hay gente que quizá no sabe tanto, a los que dicen que Rafa solo pasa bolas habría que ponerles delante suya. O sea, Rafa te saca la raqueta de la mano de lo fuerte que le pega y lo agresivo que es jugando. Hay que conocerlo.
¿Qué tal trata la prensa a Schwartzman?
Muy bien, él tiene un juego y una personalidad de mucha lucha, eso les gusta. También se habla mucho de su altura, por lo que todos reconocen su mérito. Todo lo que está logrando y el ranking que ocupa hoy por hoy es muy meritorio, se habla muy bien de él.
Me he pasado por tu Wikipedia y ponía: Juan Ignacio Chela, presentador de televisión y ex jugador de tenis. En ese orden.
¿Cómo funciona Wikipedia? Creo que cualquiera puede escribir.
Y el que escribió esto, parece que te tiene como un presentador de televisión.
No, no, no. Mi carrera fue de tenista, yo me considero tenista. Lo otro surgió pero ni siquiera me preparé para ello, de hecho es algo que me llega por haber sido buen jugador de tenis. Jugué al tenis desde los 5 años, así que el orden está claro. Luego la tele es un mundo nuevo, conoces a otra gente y también te abre la cabeza, muchas cosas que uno cuando esté encerrado en el circuito no tiene acceso o tiempo para llegar a ellos. Cuando juegas es como que solo existen los puntos, el ranking, ganar a los top10… luego escuchas nombres, te suenan, pero no tienes ni idea de quiénes son. Pero luego los resultados en Grand Slam de Roger (Federer) sí que nos lo sabemos. Me gustó mucho es mundo, quizá en algún momento vuelva.
El tenis ha cambiado mucho en los últimos 20 años. Bueno, si miramos el ranking, casi todo.
Rafa y Roger todavía siguen siendo los mejores, pero sí, todo estaba más peleado en otras épocas. Para mí son los dos mejores de la historia, solo hay que ver sus resultados. Es verdad que las cosas ahora han cambiado, que los jugadores están mucho tiempo en activo y que se encuentran picos de forma muy alto por encima de los 30 años, esto antes no pasaba. A los 30 eras un veterano y la retirada estaba a las puertas. Ellos han sido los que han hecho bonita esta época del tenis, con su rivalidad.
¿Qué pasará cuando se vayan? Habrá un baile de nombres ahí arriba.
Siento que se les va a extrañar una barbaridad, va a cambiar el tenis. Es que es muy difícil lograr todo lo que ellos lograron, estar tanto tiempo ahí arriba, lo normal es que los números 1 vayan cambiando o duren menos semanas… pero no sé si eso me gusta más. Que todo el tiempo estén variando o que uno pierda puntos y el otro suba al número 1. Ellos han estado en la cima tanto tiempo porque lo ganaron todo realmente.
Llegará un Grand Slam y habrá 15 candidatos.
Exacto, es que hubo un momento que entre los cuatro fantásticos se repartían todo. Alguno se metía y les quitaba un título, pero lo normal es que arrasaran con todo.
¿Cómo es jugar contra Federer? Nunca pudiste ganarle.
Con Federer, a diferencia de otros jugadores de ese nivel como pueden ser Murray o Rafa, es que no te deja jugar. Con los otros sabes que vas a tener un partido con ritmo, pero Federer cuando entra y está fino, hace todo tan bien y es tan agresivo que prácticamente no puedes tocar la pelota. Tienes que hacer un partidazo y que él tenga un mal día, eso para que sea un poco parejo. Es el mejor que yo vi dentro de una cancha de tenis, las cosas que hizo son impresionantes.
¿Y Rafa? A éste sí que le ganaste.
Rafa es un jugador más físico, con más ritmo, los puntos son más largos y te va desgastando poco a poco, pero puedes jugar un poco más. Cuando le gané fue en cancha rápida (Cincinnati 2004) y él todavía no estaba arriba, era muy joven. Después hemos jugado más veces y he jugado muy bien contra él en tierra… pero he perdido 6-3 y 6-1. También estás muy lejos de ganar los partidos.
A veces parece que los jugadores entren ya derrotados a jugar contra ellos.
Obviamente existe un respeto increíble para estos monstruos, pero ellos juegan los mejores torneos, donde están los mejores jugadores del mundo y son todos buenos de cabeza. Todos los jugadores preparan sus partidos y entran a ganar, después que no salga bien es otra cosa, pero no creo que entren derrotados.
Se ha hablado mucho de Schwartzman y el tema de su altura (1’70m).
Después de haber llegado al 15 del mundo… me parece que no hay más que hablar. Nunca va a ser un gran sacador ni te va a hacer 2-3 puntos gratis con el servicio como puedan hacer otros jugadores, pero él tiene otras armas. También ha demostrado que puede jugar bien en todas las canchas, ya te digo, nosotros ya ni hablamos del tema. Sí que pudo ser un poco difícil para él cuando era más chico y tenía esa incertidumbre de si podría o no dedicarse al tenis. Hoy por hoy ya no le da ni bola.
En esta época ser pequeño es más complicado.
Puede ser, sí, no lo había pensado. Ahora todo es mucho más rápido, las pelotas pican mucho… pero bueno, con sus armas logra doblegar eso y tener el ranking que tiene.
En 2017 firmasteis una temporada espectacular, algunos esperaban el bajón en 2018, pero todo lo contrario. ¿Cómo lo motivas?
El año pasado fue su primer gran año, entró dentro de los 30 mejores y pisó los cuartos de final de un Grand Slam (US Open), cosas nuevas. Pero si Diego tiene algo bueno es su regularidad, su estabilidad, su forma de trabajar. No tiene días malos en los entrenamientos, eso hace que luego cuando compita lo haga de la mejor manera. Empezó muy bien el año llegando a octavos de final en Australia, campeón de Río, al final el tenis tiene una cosa buena y es que siempre puedes ir a más. Tener nuevos objetivos y luchar por nuevos logros es la mejor motivación.
El futuro pinta bien.
Todavía es un jugador muy joven, este es el segundo año que está ahí arriba, ahora también empiezan a salir nuevas planificaciones, pero mientras él siga estando enfocado en lo que hace no hay ningún problema.
¿Esperabas un salto tan radical?
La verdad es que no. Sentía que él tenía mucho más para dar, pero no lo veía tan rápido, tan arriba. Sabía que tendría sus oportunidades, pero la verdad es que lo hizo muy rápido. Me sorprendió.
Acaba de entrar en el top15 y la gente ya le pide el top10. Ya sabes cómo funciona esto.
Bueno, él ya ha llegado a estar 15 del mundo, está tan solo a cinco lugares del top10. Es muy difícil pero quizá es solo un gran resultado más, no es más que eso. Trabajamos para alcanzarlo, sabemos que es muy complicado y que la pirámide cada vez se pone más finita y hay que cuidar cada detalle. Ahora mismo está en un momento ideal.
Por curiosidad, ¿te recuerdan mucho lo de Hewitt?
Sí. Cuando me retiré, una de las cosas que más me recordaron era eso. Es algo que pertenece al pasado, ya pasó, creo que no fue algo bueno pero fue la única vez que yo me calenté de esa manera dentro de un partido, normalmente yo era muy tranquilo.
¿Hubo reconciliación?
No, nunca hablamos de nada.
¿Qué te parece el bigote de Pablo Cuevas?
Se está usando mucho y yo lo banco, me gusta, pero hay que tener personalidad y estilo para llevarlo. Él no termina de transmitir seguridad porque no se afeita del todo los costados, pero me gusta.
¿A quién te gustaría entrevistar?
A Roger, nunca lo hice.
Define con una palabra la eliminatoria de Mar del Plata
Drama.
¿Y la de Zagreb 2016?
Un sueño. La historia.
¿Cuál ha sido la más gorda que has hecho en el vestuario?
En Copa Davis a veces hacíamos alguna más pesada. No era yo siempre el autor, pero sí el que estaba detrás de todo. Una vez al cuerpo técnico, que dormían juntos, les pusimos despertadores por toda la habitación: uno arriba del aire, otro atrás de un mueble… así para que sonaran cada hora. A la 01:00, a las 02:00, a las 03:00, increíble las ojeras que llevaban al día siguiente. En el desayuno nos cagamos de risa.
¿Te la devolvieron?
No, no (risas).
¿Si no hubieras sido tenista…?
Veterinario o algo así, siempre me gustaron mucho los animales. De pequeño lo pensé mucho pero en seguida me picó la pasión por el tenis, empecé a jugar de joven y nunca tuve la duda.
¿Cuál ha sido tu mejor tweet?
Mi mejor tweet… es que tengo muchos (risas)
No el que más RT tuvo, sino el más original.
Hubo uno que la gente se volvió loca. Cuando se retiró Andy Roddick (2012) puse: “¡Vamos carajo! Subo un puesto”. Estábamos en un evento súper emotivo, era la despedida de Roddick y la gente no podía creer que yo pudiera estar poniendo eso. No sé si fue el mejor, pero tuvo éxito.
¿Cuál es tu top3 de tuiteros?
La mayoría de los jugadores son muy aburridos en Twitter. A veces me gusta alguno de Karlovic, es gracioso. Pero también sigo mucha gente anónima, no sé ni quiénes son pero me divierten, hablan de muchos temas y cosas que pasan en Argentina.
Ahora mismo tienes más de 500.000 followers en Twitter. ¿Los cambiarías por llegar con Diego a la final de Roland Garros?
Sin duda.
Pero luego hay que recuperarlos…
Podría cerrar Twitter tranquilamente.