Andy Murray derrotó a Ruben Bemelmans en el segundo punto de la final de la Copa Davis: 6-3, 6-2 y 7-5. Gran Bretaña iguala el marcador en Bélgica (1-1) antes del crucial partido de dobles que se disputará el sábado.
Sir Andy Murray, nombrado ‘Caballero Británico’ en 2013, ejerce como tal en la presente edición de la Davis. El abanderado del tenis en Gran Bretaña ha mantenido a su país en la élite hasta el punto de acercarle a su primer título de la Copa Davis desde 1936.
A lo largo del año, Murray ya ha aportado nueve victorias al equipo británico, incluyendo los partidos de dobles: dos contra Estados Unidos, tres contra Francia y tres contra Australia, a las que hoy se sumó su triunfo ante Bemelmans.
Johan Van Herck, capitán del equipo belga, apostó por este tenista zurdo para el encuentro de hoy en detrimento de Steve Darcis, un jugador con mejor ranking y de mayor experiencia. La actitud de Bemelmans fue loable. El atrevimiento de sus golpes nunca estuvo en duda. Sin embargo, su inconsistencia no tardó en aflorar ante Murray, un tenista letal cuando el rival muestra intermitencias.
Las dejadas del belga penalizando la posición retrasada del británico en la pista sólo crearon ovaciones pasajeras del público local, que se diluyeron unos minutos después. Murray, sin firmar una actuación extraordinaria, dominaba con su habitual patrón de juego sobre tierra batida basado en la consistencia. El paso adelante dado por Bemelmans en el tercer set situó al belga a un solo punto de forzar el cuarto parcial. Pero Murray exhibió su carácter ante un público cada vez más hostil con el jugador visitante.
Andy tardó 2 horas y 24 minutos en calmar el dolor británico por la derrota del joven Kyle Edmund. Además, suma 75 puntos en el ranking de la ATP y amplía su ventaja sobre Federer a 480. Murray levanta a Gran Bretaña en Gante, ahorrando energía antes de los cruciales compromisos del sábado y el domingo. Se reivindica como el señor de esta Copa Davis.