Lo poco que dejan suelto Carlos Alcaraz y Jannik Sinner ha sido aprovechado por ciertos tenistas e incluso por algunos que, de momento, no se han visto las caras con el español e italiano. Si bien ambos han dominado gran parte del año, otros tenistas se han dejado ver y muestran su candidatura a convertirse en una amenaza importante en 2026.
Estas han sido las mayores revelaciones del 2025 en el circuito ATP
Cabe destacar que el hecho de ser una revelación de la temporada no implica que haya sido un dominador durante un periodo de tiempo o que haya ganado torneos de gran calibre, sino que ha dado un salto de calidad tanto en su tenis, en el ranking y en los resultados. Y aquí aparecen muchos nombres como Jack Draper, Joao Fonseca o Valentin Vacherot.
Jack Draper, un inicio fulgurante, hasta que su cuerpo dijo basta
En el caso del británico, sí que ha sido una revelación a lo grande porque, a pesar de venir avisando en 2024 llegando a las semifinales del US Open, se hizo con uno de los títulos más prestigiosos del circuito: Masters 1000 de Indian Wells y eliminando por el camino Taylor Fritz, Ben Shelton, Carlos Alcaraz y Holger Rune.
Mucha gente pensaba que la gira de tierra batida iba a lastrar su gran momento, pero, todo lo contrario, jugó su mejor tenis en tierra batida, a pesar de que su juego no es el más idóneo en polvo de ladrillo por su explosividad con el saque y la tendencia a ir a por puntos rápidos. Primero, se testeó en Montecarlo, para después mostrar su mejor tenis en Madrid, donde le faltó algo de experiencia para vencer en la final a Casper Ruud, mientras que en Roma se cruzó en los cuartos de final con un Carlos Alcaraz muy distinto al que vio en Indian Wells.
Lamentablemente, cuando se colocó como número cuatro del mundo, su tenis dijo basta. Cuando aterrizó en Roland Garros como uno de los posibles candidatos al título, nunca encontró su tenis y un inspirado Bublik le apeó en los dieciseisavos de final. Aunque Draper no lo supiera, su temporada terminó prácticamente ahí.
Su cuerpo empezó a mandarle señales, pero él las ignoró hasta que su dolorosa eliminación en la segunda ronda de Wimbledon, le obligó a parar más de un mes y medio hasta el US Open, pero su hombro seguía igual de lastimado y ante de la segunda ronda en Nueva York se vio forzado a retirarse y poner punto y final a una temporada que estaba siendo más que excelente. Aun así, esos seis primeros meses del año son el modelo a seguir del británico para 2026.
Joao Fonseca de más a menos y, de nuevo, de menos a más
Todos los ojos estaban puestos en él, después de vencer a finales del 2024 las ATP Next Gen Finals, y al principio de la temporada, Joao Fonseca, no defraudó. Se presentaba en Australia, primero, para vencer el Challenger de Canberra y, después, para poner patas arriba el Open de Australia eliminando a un cabeza de serie (Andrey Rublev) en su primera aparición en un Grand Slam y dando una exhibición en tres sets.
Muchos lo pusieron candidato a ser la sorpresa del torneo, como lo fue en su día Carlos Alcaraz en el US Open 2021 o Jannik Sinner en Roland Garros 2020, pero el de Río sucumbió en la siguiente ronda ante Lorenzo Sonego. Pero su inercia positiva le llevó a ganar pocas semanas después su primer título ATP en Buenos Aires y el fonsequismo se desató en Brasil y en el mundo del tenis.
Quizás, fue esa explosión de esperanza y de expectativas las que frenaron en seco la profesión de Fonseca porque, desde entonces, entró en una espiral de derrotas y malas sensaciones que se extendió desde Indian Wells hasta prácticamente el US Open. En todo ese periodo, y a excepción del challenger de Phoenix en marzo, el brasileño no terminaba de dar el paso a las rondas finales, incapaz de entrar en la segunda semana de Roland Garros, Wimbledon o US Open.
Sin embargo, cuando se veía el vaso medio vacío, apareció la gira de pista dura indoor para convertirse en su salvación. Pasó de puntillas por el ATP de Bruselas, pero fue en el ATP de Basilea donde reapareció el mejor Fonseca y se alzó con su segundo título del año. Ese resurgimiento en Suiza y unos octavos de final posteriores en el Masters 1000 de París le dieron un subidón que lo colocaron como número 24 del mundo, después de un año lleno de altibajos, pero que acaba en todo lo alto y teniendo entre ceja y ceja el lugar donde se dio a conocer: el Open de Australia.
Valentin Vacherot, un invitado con el que nadie contaba
El último de la lista que nadie esperada, incluso ni él mismo, fue Valentin Vacherot. Su gesta en el Masters 1000 de Shanghái no se había visto antes, porque fue el tenista con ranking más bajo en ganar un Masters 1000. Llegó como ‘Alternate’ a la fase previa y terminó venciendo a su primo Arthur Rinderknech en la final. No sin antes habiéndose dejado por el camino a tenistas de la talla de Alexander Bublik, Tallon Griekspoor, Holger Rune o Novak Djokovic.

Pasó de ser el número 204 del ranking ATP a ser el número 40 del mundo en apenas dos semanas. Pero su tenis no quedó ahí, ya que tocaba la gira de pista dura indoor y su tenis, en el que lo fía a todo a su primer servicio y su derecha mantuvo el nivel en el ATP Basilea, aunque cayó en la primera ronda en tres sets ante Taylor Fritz y en el Masters 1000 de París donde alcanzó los cuartos de final. El monegasco ya es el número 30 del mundo y se convierte en un tenista muy a tener en cuenta para el 2026.
En el cámino de estas revelaciones del año nos hemos dejado a tenistas como Learner Tien, Jacob Fearnley o Elliot Spizzirri. Todos ellos han dado un salto cualitativo en su tenis y en su ranking. De hecho, los tres se encuentran en el Top 100 cuando hace un año ni se les esperaba. Habrá que ver si consiguen superar la etiqueta de flor de un día, de un año en este caso, y se convierten en perfiles muy a tener en cuenta para el 2026, porque el tenis actual bien los necesita.

