Djokovic espanta los fantasmas sin gran lustre

El serbio no rindió a un gran nivel frente a un Basavareddy que se vio frenado por molestias físicas cuando dominaba el partido

Diego Jiménez Rubio | 13 Jan 2025 | 12.17
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Novak Djokovic gana a Basavareddy en Open de Australia 2025. Foto: gettyimages
Novak Djokovic gana a Basavareddy en Open de Australia 2025. Foto: gettyimages

Oficio, nombre, intangibles y una dosis de fortuna. Así se explica la victoria de Novak Djokovic en su debut en el Open de Australia 2025, donde no pudo ofrecer su mejor versión frente a un Nishesh Basavareddy que fue superior al serbio hasta que experimentó problemas físico. El resultado final fue de 4-6 6-3 6-4 6-2 a favor de un Djokovic que piensa ya en su próximo rival, Jaime Faria.

Inicio titubeante, al ralentí y que se ha resuelto mucho mejor de lo que las sensaciones tenísticas podría indicar. Novak Djokovic jugó con fuego en esta primera ronda del Open de Australia 2025, mostrando un nivel de tenis muy lejano del deseable. Es un clásico esto ya en el balcánico en primeras rondas, pero se medía a un Nishesh Basavareddy que pudo haber generado mucho más problemas y más graves si el físico le hubiera respetado hasta el final.

Y es que lo que se vio en el primer set podía generar inquietud real en Novak, no solo por su mal rendimiento, sino también por el desparpajo y fantástico desempeño de su contrincante. Llegaba Basavareddy repleto de confianza tras un arranque de temporada muy prometedor y en el primer set puso sobre la mesa todos sus argumentos para ser considerado un jugador de futuro esplendoroso. Mantenía la solvencia desde el fondo de pista, evitaba que Djokovic lo desbordara e imprimía un ritmo de bola muy exigente, con cambios de dirección muy atinados.

Cuando una nebulosa parecía posarse sobre la mente del serbio, de repente todo cambió. Mediada la segunda manga, el estadounidense empezó a sufrir calambres en su cuádriceps izquierdo, fruto del desgaste físico acumulado durante las última semanas, así como de la tensión que pudo sentir al verse por encima en el marcador, pero también en lo que respecto al nivel de tenis. Fue la mecha que prendió la reacción fogosa de Novak, inteligente para gestionar la situación y sacar máximo rédito de ella.

- Djokovic estuvo lejos de su mejor nivel y terminó con 41 errores no forzados

Se estabilizó la situación del joven estadounidense, que recuperó la mayor parte de su movilidad, aunque perdió cierta potencia y explosividad en sus desplazamientos. Djokovic había agarrado a su presa y no estaba dispuesto a soltarla, a pesar de las muchas concesiones que siguió haciendo en forma de errores no forzados, especialmente, con su revés. Tiró de experiencia e inteligencia táctica en el tercer parcial para ofrecer unos servicios mínimos y que eso, mantuviera a raya a su contrincante.

Terminó de desinflarse por completo Basavareddy en un cuarto set muy descafeinado, en el que Novak Djokovic encontró la manera de poner la puntilla a un partido para olvidar, o más bien, del que tomar referencia para mejorar sustancialmente en todos los aspectos del juego. La clasificación a segunda ronda del Open de Australia 2025 es la mejor, y casi única buena noticia del día para el tenista balcánico, que se verá las caras ahora con Jaime Faria.