"El top-10 de hace diez años era mucho mejor que el actual"

Puntodebreak se cita con Martin Klizan, un habitual de la última década. Tras tres años retirado en los que incursionó en política, ha vuelto al circuito a los 35... y esconde una gran historia.

Carlos Navarro | 2 Oct 2024 | 20.07
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Martin Klizan. Fuente: Bratislava Open
Martin Klizan. Fuente: Bratislava Open

Seis títulos ATP. #24 del mundo. Victorias sobre Novak Djokovic y Rafael Nadal. Ocho años dentro del top-50. Cualquiera que lea esta lista de éxitos dibujará en su cabeza la carrera de un enorme jugador, de un tenista capaz de ganar a cualquiera en un momento dado. No les falta razón, pero nuestro protagonista de hoy, además, puede presumir de haber logrado todo esto en una de las épocas doradas de nuestro deporte... y tener, para ojos de muchos aficionados, potencial para, incluso, haber alcanzado cotas más altas en su carrera. Es el caso de Martin Klizan (Bratislava, Eslovaquia, 11 de julio de 1989), que a sus 35 años se ha embarcado en un fascinante viaje de vuelta al circuito ATP... después de tres años retirado.

¿Por qué ahora? ¿De dónde nace la motivación para comenzar de cero tras haber logrado innumerables éxitos? No me podía resistir a intentar encontrar respuestas, más aún si son en el Challenger de Bratislava, en casa de un Martin que venía de firmar un inicio de año excelso. En la capital eslovaca me cito con un tipo fantástico, educado, que no duda en hacer un hueco en su agenda mientras hace un poco de scout de su próximo oponente. Este encuentro, que se produjo hace tres meses, incluye innumerables anécdotas dentro de la apretada agenda de un Klizan que, no lo duden, aún recibe muchas miradas en su país natal.

¿Y por qué ha vuelto a ser noticia? Klizan anunció su retirada en 2021, tras una laureada carrera en la que firmó enormes partidos. Llegó a ser el único jugador del circuito ATP en haber ganado las primeras seis finales que disputó (junto a Gulbis; Ugo Humbert se unió años después a este récord). En España, quizás, muchos lo recuerden por sus sensacionales batallas frente a Rafael Nadal, a quien planetaba siempre partidos muy aguerridos desde el fondo de la pista. Klizan era un tenista temido por los mejores, que siempre competía en escenarios importantes... y que ahora, tres años después, se ha embarcado en un viaje de regreso a su amor de toda la vida, el tenis. No le ha ido nada mal: en apenas diez meses ha pasado de no tener ranking a formar parte del top-350, incluyendo cuatro títulos en dos superficies diferentes. Estas son las reflexiones de un clásico del circuito ATP que llegó a incursionar en política... y que ahora reclama su sitio de vuelta.

CN: Martin, de vuelta a la competición que tanto echabas de menos. Imagino que cada victoria ayuda a encontrar sensaciones.

MK: Simplemente trato de luchar cada punto, no siento ningún tipo de estado de forma, solo siento que estoy entrenando muchísimo, trabajando muchísimo, intentando jugar mi tenis. No se trata de sensaciones, sino de todo el trabajo que he hecho de manera previa.

Desde que regresaste al circuito has ganado cuatro títulos en dos superficies diferentes. De no tener ranking a entrar al top-500 en seis meses…

En dos meses y medio, de hecho, porque empecé en diciembre del año pasado, en un torneo, pero no estaba listo para jugar…

En Antalya, ¿no?

En Antalya, exacto. Después jugué un torneo en enero. No podía jugar, no podía sacar, así que estuve fuera de las pistas un mes. Luego me dieron una invitación para jugar el Challenger de Koblenz, en Alemania. Ahí podía jugar un poco más, pero luego estuve dos meses sin competir. Empecé a jugar normal, sin dolor, pero tuve un problema en el hombro. Así pues, te diría que mi primer torneo normal fue a mediados de marzo, el 13 de marzo, en Heraklion, donde gané. Han sido dos meses, dos meses y medio jugando normal.

Martin Klizan.

¿Está yendo mejor de lo que esperabas?

Sí, sí, mucho mejor.

No te esperabas una progresión tan rápida.

Para nada. Pensé que empezaría haciendo cuartos de final, semifinales… pero no esperaba ganar cuatro títulos en tan poco tiempo.

Estuviste entrenando duro en la Academia IMG, en Miami. Te has preparado a conciencia para tu vuelta: ¿Hay algún motivo especial detrás de este regreso, o tu principal meta es volver a sentirte vivo, volver a sentirte jugador de tenis?

Tengo pasión por este deporte. Volvió la pasión por jugar al tenis: tenía mucha energía, mucha energía inutilizada, que necesitaba trasladar a una pista de tenis, necesitaba ventilar y soltarlo todo en una cancha (sonríe). Hay muchas cosas detrás de este regreso, pero lo más importante es que necesitaba volver a sentir todas esas emociones. Necesitaba estar en un 30 iguales, en un Deuce, necesitaba esa adrenalina, ese tipo de sensación.

¿Volver al tenis es una decisión que tomaste de forma impulsiva? ¿Es algo, por el contrario, que ya venías meditando durante varios meses?

Recuerdo que un día estaba bebiendo vino, unos gintonics, lo que sea, por la tarde. Me dije a mí mismo: ‘Joder, quiero volver al tenis’. Al día siguiente me levanté y pensé que no había manera, imposible. Esto ocurrió, sin embargo, como cinco veces más. Ese deseo empezó a ser cada vez mayor y a aparecer una y otra vez, cada vez más veces, así que un día me convencí de que ahí había algo… y decidí volver.

¿Crees que el tenis ha cambiado mucho desde que te marchaste? A la hora de hablar del tipo de tenis que se juega, rivales…

No sabría decirte todavía, solo he jugado algunos torneos. Creo que los Futures son a día de hoy mucho más duros que cuando empecé, cuando tenía 17 o 18 años. Sin embargo, el top-10… digamos que el top-10 de hace diez años era mucho mejor que el top-10 en la actualidad. Eso sí, la clase media, los jugadores del top-30 o top-40… no sabría decirte.

Es que tú formabas parte de la época dorada del tenis.

Federer, Murray, Nadal, todos ellos… era una verdadera locura.

Hablando de Rafa: leí en un artículo que estuviste viendo tu partido frente a Nadal en Pekín (NdR: fue en 2014 y Klizan derrotó al balear en una gran actuación) y que eso fue lo que te empujó a tomar la decisión de regresar, que esos highlights te hicieron creer que era posible. ¿Es cierto?

Sí, sí. Tengo un archivo USB de aquel torneo con todos los partidos. Estaba bebiendo vino, viendo los partidos de ese torneo, y me resultó muy divertido de ver, porque tenía muchísima variedad en mi tenis. Si te pones en la piel del público, creo que era un tenis muy interesante. Me dije a mí mismo que ese juego era muy bueno, me gustó mucho el estilo de tenis de aquellos partidos, y eso me motivó muchísimo.

En España hay mucha gente que te recuerda por aquellos partidos contra Rafa. También hubo una gran batalla en Roland Garros 2013…

Sí, recuerdo que le gané un set en Roland Garros, después de aquel partido solo perdió sets en las semifinales frente a Djokovic. Podría haber ganado el segundo set de aquel partido, fue muy parejo, lo recuerdo perfectamente. Para mí, jugar ese tipo de partidos no era complicado, porque me encantaban los grandes partidos y siempre mostraba un fantástico nivel ante los mejores. Ellos estaban un poco asustados de lo que podía hacer (risas). Siempre jugué muy bien. Contra tipos de peor ranking, jugaba mal; contra los mejores, jugaba genial.

Martin Klizan, tras derrotar a Nadal.

¿Encontraste algún motivo por el que esto ocurría?

No lo sé, simplemente me gustan los grandes partidos, los grandes escenarios, porque hay mucha gente viéndote. Cuando no hay nadie, no encuentro la pasión. Cuando llegó el COVID, por ejemplo, no podía jugar al tenis, era imposible para mí.

¿Y cómo encuentras la motivación, entonces, para empezar de cero, sabiendo que vas a jugar Futures?

Eso es algo que, de hecho, me motiva. From zero to hero, you know. (De la nada a ser un héroe).

¿Tienes algún objetivo en mente con este regreso? Imagino que querrás volver a sentir la emoción de los Grand Slams o quizás apuntar al top-100, top-50…

Sí, por eso quería volver a jugar al tenis. Ser top-100 o top-50 es algo que a mí no me va a cambiar mucho. Estuve ocho años consecutivos formando parte de top-50, eso significa algo, que mi nivel es muy alto cuando estoy bien. A día de hoy no estoy a ese nivel, necesito trabajar mucho más. No es fácil volver tras tres años fuera de las pistas, pero sé que voy por el camino correcto, que estoy ahí. Sé que algo así necesita mucho tiempo, no puedes hacer click y lograrlo de repente; quizás cuando has estado fuera medio año por una lesión, puede, pero tras tres años es muy distinto.

Imagino que estos tres años apenas entrenaste.

Nada, nada, ninguna posibilidad.

¿Y qué pasó en todo este tiempo? Sé que te metiste en política, ¿es algo de lo que te arrepientes?

No. Entré en política en el primer año, en la Federación de Tenis. Fui candidato para la Presidencia de la Federación, pero mi grupo perdió. Hemos tenido al mismo tipo como presidente en los últimos 32 años: no nos gusta, pero no hay posibilidad de ganarle, porque tiene manos en todas partes. Ya viste lo que pasó en la República Checa (NdR: en febrero se anunció un escándalo de fraude dentro de la Federación de Tenis checa, con diez personas involucradas, entre ellas su presidente): aquí es lo mismo, pero no es oficial, así que no hay nada que podamos hacer, solo podemos esperar. De hecho, le entregamos a la policía pruebas que demuestran que este tipo está robando dinero, todo ese proceso está en los tribunales, estamos luchando. También hice una incursión en la política dentro del Gobierno: me gustó, fue una experiencia bonita. Duró año y medio, ya no estoy ahí, pero fue una buena experiencia.

Veo que tienes muy claro que el tenis eslovaco puede hacerlo mucho mejor.

Por supuesto. Sabemos cómo debe funcionar este deporte, de qué manera. Sabemos que estos tipos, que llevan ahí 32 años, no están haciendo nada por nosotros, por los jugadores. Además, los clubes tienen cada vez menos dinero y a ellos eso no les importa. Aparecimos para luchar contra ellos, pero a nadie le importa una mierd* eso, así que dejamos de luchar. Nuestro tenis va por el mal camino, nuestros jugadores pueden hacer un par de buenos resultados, pero el sistema está mal. Sabemos exactamente qué tenemos que hacer, pero ahora yo estoy plenamente centrado en el tenis.

Es una pena oír esto.

Incluso algunos exjugadores de nuestro país se acercaron para poder trabajar con nosotros, pero la Federación lo ignora a todo y a todos.

Mejor pasar a otro tema que traiga mejores recuerdos. Personalmente, siempre he tenido la sensación de que cuando tu tenis funcionaba, podías ganar a prácticamente cualquiera. ¿Tú también lo sentías?

Sí, sí. De hecho, hoy también lo siento. Cuando juego genial, le puedo ganar a cualquiera, no hay problema (risas).

Eres uno de los únicos tres jugadores de la historia (junto a Gulbis y Humbert) en ganar las primeras seis finales que jugasteis.

Sí, hice seis de seis en individuales y en dobles hice cuatro de cuatro. Tuve un balance de diez de diez, nadie ha hecho eso nunca. Luego perdí una final de individuales, fue una pena…

Ante Thiem en San Petersburgo.

Sí, frente a Dominic.

¿Te molestó un poco más perder aquella final por no haber batido ese récord?

Meh, daba igual. Recibí un diamante por parte del director del torneo, así que…

No me lo creo.

Tenía dos diamantes listos para ambos, tanto el ganador como el finalista.

Martin Klizan y Dominic Thiem, tras la final de San Petersburgo.

Dentro de tu lista de logros, le ganaste tanto a Rafa como a Novak. Nunca pudiste jugar contra Federer, imagino que te habría encantado hacerlo.

Me hubiese encantado ver cómo se comportaba mi juego contra él, sobre todo en tierra batida. Le hubiese jugado alto con la derecha cruzada sobre su revés a una mano, me encantaría ver cómo hubiese afrontado aquel duelo (sonríe).

¿Cuáles son las diferencias a la hora de enfrentar a Novak y a Rafa?

Con Rafa sabes que siempre te va a hacer del partido un infierno. No hay nada gratis. Con Novak sabes que debes tener muchísima precisión en tus golpes; si no lo consigues, te va a destrozar. Con Rafa puedes luchar, también puedes hacer golpes ganadores. Con Djoki es difícil hacer winners, pero tienes que ser muy preciso. Necesitas utilizar el saque al cuerpo, mezclar todo con el cortado, las tácticas son un poco diferentes.

De los seis títulos que conquistaste en tu carrera, ¿sientes alguna conexión especial con alguno de ellos?

No sabría decirte. Jugué genial en todos los torneos que gané, así que es complicado. Cada torneo tiene una historia diferente: en uno estaba enfermo, otro lo gané después de una lesión, en otro estaba en un gran momento de forma… son todos distintos.

Por otro lado, ¿qué crees que te faltó para haber escalado aún más en el ranking? Siempre hablamos de cómo podías ganarle a cualquiera…

Fui el #24 del mundo, eso está bien (sonríe). No es lo peor, ¿no? Cualquiera puede decirte que lo podrías haber hecho mejor, pero, ¿quién eres tú para decir eso? Yo también puedo decirle a Novak Djokovic que podría haber ganado esto y aquello, eso es muy fácil de decir. Odio cuando la gente dice algo así como: 'Tenía potencial para ser aún mejor'. ¿Quién eres para decir eso? Yo hice lo que pude, di lo mejor de mí. Fui el #24 del mundo, gané seis títulos, así que…

¿Tienes algún objetivo específico en mente de aquí a final de temporada?

Sí. Quiero ser top-250 del mundo para poder entrar en la fase previa del Open de Australia, esa es mi mayor meta.

¿Qué mensaje le darías a los aficionados al tenis que están siguiendo tu vuelta?

Surprise, motherfuckers. (Se ríe). Estoy de broma, estoy de broma. ¿Qué puedo decir? Que el rey está de vuelta.