Su vida cambió por completo en el 2021. Partiendo de un lugar sin expectativas, Emma Raducanu sorprendía al mundo convirtiéndose en la campeona del US Open. Desde ese momento hasta el presente, su historia no ha sido tan bonita. La británica sufría varias lesiones que le mantenían alejada de las pistas. Emma, consciente de sus errores, habla sobre sus mejores momentos en el tenis, además de dejar claro cuál es su gran sueño en este deporte.
"Ganar el US Open fue el punto culminante de mi carrera. Supuso muchos retos, pero creo que lo que me aportó supera todo lo demás", confiesa Emma en una entrevista con Marie Claire. "La confianza en uno mismo es importante para superar los momentos difíciles, porque son inevitables. Te vas a enfrentar a contratiempos y lesiones, te van a invadir los miedos, pero, para conseguir grandes cosas, tienes que combinar eso con tu confianza".
Su mayor lección
"La mayor lección que he aprendido en cuanto a la recuperación de lesiones es que no hay que precipitarse. Mi impaciencia es uno de mis mayores fracasos, porque básicamente me precipité en el proceso de recuperación y retrasé mi vuelta muchos meses. En lugar de tardar cuatro, tardé ocho meses. A veces tu mente supera a tu cuerpo y al forzarte, estás retrocediendo".
Sus hábitos
"Soy una persona muy independiente y me gusta pasar tiempo sola. En mi vida diaria hay muchos estímulos y mucha gente a mi alrededor, así que me gusta tener unas horas para mí sola antes de acostarme, aunque sea sin hacer nada productivo. A veces leo, estoy con el móvil, añado cosas a la cesta de compra y luego cierro la página. Tener ese tiempo para relajarme y desestresarme es muy importante, no podría dormir si no lo hiciera así".
La vida más allá del tenis
"En el tenis, es muy fácil entrar en pánico, y yo soy culpable de ello. Tienes la sensación de que solamente te quedan 10 años de carrera por delante y que todo se va a acabar antes de que te des cuenta. A veces, me siento muy vieja con 21 años, pero luego recuerdo en la línea temporal de mi carrera que me quedan 10 años de Grand Slams por delante, incluso 15. Aunque todo pasa muy rápido, sólo llevo tres años de circuito, me queda mucho por aprender y desarrollar. También hay una gran parte de la vida más allá del tenis. Pensamos que nuestras vidas se acaban cuando llegamos a los 35, pero aún queda mucho por venir. Quiero aprovechar al máximo los años que me quedan en el circuito, pero también tengo que mantener la perspectiva de que hay otras cosas en la vida aparte del tenis".