
Cada atleta profesional sueña con ciertos objetivos desde que es niño, sueños que luego te empujan en los días complicados para no bajar los brazos. En el caso de Qinwen Zheng, ese deseo se llamaba Juegos Olímpicos el cual ha podido cumplir en París 2024 por primera vez a sus 21 años. Eso sí, nadie le ha privado de sufrir hasta plantarse en los cuartos de final del cuadro individual, donde luchará por colgarse una medalla y regalarle a su país un día inolvidable. En una charla con la WTA, la jugadora china explica hasta qué punto siente la emoción de estar en una cita única, un evento en el que tantas veces soñó con estar algún día.
“Llevo deseando este momento durante mucho tiempo, los Juegos Olímpicos siempre fueron uno de mis sueños de la infancia”, asegura la tenista de Shiyan. “Realmente deseo poder hace algo grande por China, siempre me encantó la presión, esa presión que solamente puede darte el tenis. Cuando ganas un torneo te siente más feliz porque eres campeón y eso es muy difícil de conseguir, es algo que todas quieren, todas luchan por eso. Aquí voy a luchar hasta morir, si me tengo que romper lo haré, esta cita solo es cada cuatro años, así que lo daré todo por los Juegos Olímpicos”, amplía la actual Nº7 mundial.
Curiosamente, este torneo le ha llegado después de dos experiencias totalmente opuesta. En primer lugar, la de caer eliminada en su debut en Wimbledon, con el dolor que siempre supone marcharse sin victorias de un Grand Slam. Esa herida se calmaría días después en el WTA 250 de Palermo, donde la tenista asiática sacó sus mejores trucos para revalidar su corona en Italia y aumentar a tres su palmarés individual de trofeos. Entre estos dos recuerdos ha ido construyendo la china el camino hasta París, la cita más importante de su calendario.
“En Wimbledon, lamentablemente, la ‘casa’ no estaba tan limpia como ahora, creo que me contagié de algún virus allí. Fue un momento complicado para mí, pero reconozco que mi rival de primera ronda también estaba jugando muy bien. Intenté pelear en todo momento, pero no conseguí escapar de ese partido, fue mala suerte que me sucediera en ese momento. El tenis es así, lo único que puedes hacer es seguir trabajando y ver cuándo es tu momento, cuándo se aparece una oportunidad y tratar de aprovecharla”, subrayó la pupila de Pere Riba.
ENFOCADA EN LA MEDALLA
Superas las rondas ante Sara Errani, Arantxa Rus y Emma Navarro, esta última salvando un 7-6 y 5-3 que parecía imposible de girar, la jugadora china sabe que cada día está más cerca del objetivo, el sueño de colgarse una medalla que le haga entrar en la historia, aunque para eso tenga que evitar algunas distracciones que siempre aparecen en la Villa Olímpica, donde los atletas comparten siempre sus anécdotas con sus compatriotas o con tenistas de otras naciones.
“Tampoco lo estoy pensando demasiado, solo me centro en disfrutar en la cancha, saborear cada momento y competir. Los Juegos Olímpicos es un evento muy importante, lo quiero dar todo, no quiero que la presión me detenga. Quiero que todo sea normal, se capaz de dar el 100% de mí misma. Me considero una persona amable, pero cuando compito me siento de una forma en la que realmente no puedo hacer amigas. Los días que no compito me convierto en otra atleta, ahí sí intento compartir mis historias y escuchar las de los demás, intercambiar diferentes puntos de vista”, valora Qinwen.