“Si no formas entrenadores, es imposible que salgan jugadores”

Tras 11 años acompañando a Zapata como entrenador, Carlos Navarro vuelve a estar enfocado en las escuelas de tenis-base: “Hace falta más inversión”.

Fernando Murciego | 16 Jun 2024 | 22.40
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Carlos Navarro en su entrevista con Fernando Murciego. Fuente: Punto de Break
Carlos Navarro en su entrevista con Fernando Murciego. Fuente: Punto de Break

A poco que uno se mueva por el Sporting Club de Tenis en Valencia será fácil cruzarse en algún momento con Carlos Navarro (Valencia, 1977). A cargo de la escuela de competición del club –además de gestionar otras escuelas como las Club Deportivo Campolivar Siglo XXI y el Club Recreativo Play Puig–, el técnico valenciano cumplió el sueño de su vida guiando a Bernabé Zapata desde la base hasta la élite del tenis mundial. Un recorrido de once temporadas que terminó en marzo de 2023 por mutuo acuerdo. ¿Y ahora qué?

Trabajo no le falta, desde luego. Aprovechando la semana de torneo con la cuarta edición del BBVA Open Internacional de Valencia, Punto de Break se sienta con Carlos en las instalaciones del club para recordar su labor con Zapata, explicar cómo se trabaja actualmente el tenis de base y proponer algunas ideas para que el tenis español no se queda agazapado ante el progreso de otros países. Una charla para muy cafeteros que nos ayudará a entender el esfuerzo vital que se esconde detrás de cada coach.

¿Por qué se acabó tu etapa con Bernabé Zapata?

Fueron 11 años increíbles, pero también difíciles. Para formar a un jugador hay que forjar un carácter, esto no se logra con un camino de rosas, conlleva un desgaste. Se llegó hasta donde se llegó, hasta el año pasado. En mi caso, he compatibilizado las escuelas de tenis con llevarlo a él, Berni es un jugador que sale de la base, así que le acompañé hasta donde pudimos.

¿Cómo se forja un carácter?

Siempre pongo el ejemplo de cuando coges un mármol y tiene buen brillo. Cuando lo vas esculpiendo, cada mazazo es duro, aunque luego la figura que salga es bonita. Esta etapa de once años juntos la fabricamos así, hasta que vimos que necesitaba un cambio de etapa. Las giras son muy largas, hubo un desgaste por las dos partes y decidimos dejarlo.

¿Se cerró bien vuestra historia?

Se acabó muy bien. Simplemente nos vimos saturados, nos sentamos, hablamos y decidimos que no íbamos a acabar mal. Más adelante ya se verá, pero de momento tenemos que darnos un tiempo, personalmente quedamos muy bien. De hecho, ahora cuando quedamos hablamos de todo menos de tenis (risas). Hemos compartido muchas ilusiones, mucho tiempo, al final el tenis son etapas y ahora toca una distinta. Ahora mi proyecto se centra en sacar chavales desde la base.

Carlos Navarro y Bernabé Zapata en Roland Garros.

 

¿Satisfecho con tu trabajo con Bernabé?

Estuvo #40 del mundo cuando lo dejamos, después de pasar dos Qualys de Wimbledon y octavos de final en Roland Garros, jugando a un nivel altísimo. En su momento nos dimos un abrazo y alucinábamos con todo lo que habíamos pasado, recuerdo que me dijo: ‘Nunca imaginé que podría llegar hasta aquí’.

¿Y tú lo imaginabas?

Yo siempre le dije que tenía tenis para estar top100, perfectamente. Una vez le dije: ‘Mira, si no te meto top100, no te entreno’. Me decía que era un exagerado (risas). Luego acabó siendo #37 del mundo.

Qué importante es tener a alguien que confíe en ti.

Siempre le puse objetivos, ese año el objetivo que le puse era terminar top20. El tenis es un deporte donde tienes que ser muy ambicioso, siempre le insistí en que teníamos herramientas para estar mucho más arriba, así que terminó cogiendo esa filosofía.

¿Le estás siguiendo esta temporada?

Lo sigo por aplicaciones, pero no tengo tiempo para más. Ahora estoy muy centrado con la escuela-base, lo que más ilusión me hace es sacar nuevos ‘Bernis’. Estos años no he podido estar tan centrado en lo que realmente me gusta: enseñar a los más pequeños. Para mí la escuela-base es lo más importante, ahí es donde se forma realmente un entrenador.

Pocos entrenadores cambiarían la élite por la base.

A mí es que me hace mucha ilusión, tengo muy buena imagen de todos los chavales cuando son pequeños… y no solo los que han llegado a profesionales. Algunos ahora son médicos, pero cuando me ven siempre se acuerdan de aquella etapa, ¡algunos ahora me traen a sus hijos! A nivel personal, lo que más me gusta es entrenar, me motiva mucho enseñar a los niños, es bonito ver cómo se van forjando, esa ilusión en la mirada, incluso la inocencia de querer ser profesionales. Me motiva mucho guiarlos por ese camino.

Carlos Navarro, entrenador de tenis base.

 

¿Cuántos chavales tienes ahora a tu cargo?

¿En todas las escuelas que llevo? […] Igual tengo unos 50-60 chavales de competición, vamos seleccionándolos desde los campus de verano, donde por ejemplo salieron Carlos Gimeno o Carlos Taberner. Berni salió de aquí, de la escuela del Sporting Club de Tenis. A esas edades ya les ves el carácter, la forma de pensar, la ilusión…

…y ahí es donde entras tú.

A partir de ahí mi función es enseñarles bien la técnica.

¿Desde qué edades?

Desde los 7-8 años ya me gusta formarlos, ahí ya se pueden intuir cosas. Sobre todo se ve las ganas que tienen, esa picardía, esa pasión por el deporte de competición, el no bajar la cabeza en los momentos de dificultad. El problema del tenis es que tiene un camino muy largo y complicado, en ese sentido siempre soy muy honesto con los padres. Lo que hay que hacer es disfrutarlo cuando eres pequeño, sin llegar quemado a la etapa de los 18 años, porque entonces será muy complicado evolucionar. Intento que lleguen a esa edad bien formados y con la cabeza fresca.

Es inevitable quemarse en algún momento.

El tenis te exige un nivel de madurez muy alto, lo que hay que tener es paciencia, dejar que los chavales maduren. Los trenes nunca se pasan, odio esa frase. Al final lo que haces es meter una presión absurda, igual todo el trabajo que llevas haciendo durante una década termina floreciendo en un año. Aguantar el estrés y los viajes no es fácil, no todos están preparados, pero con Berni siempre tuve mucha paciencia. La gente me decía que tirara la toalla, pero siempre le tuve mucha fe, hasta que al final llegaron los resultados.

¿Cómo se trabaja en 2024 el tenis-base?

En mi etapa de jugador pude coincidir con Marat Safin o Juan Carlos Ferrero, gente que era muy buena, así que fui cogiendo un poco de todo el mundo, tanto en lo técnico como en lo mental, pero ahora veo es que el tenis ha cambiado mucho. Ahora en las escuelas se trabaja más el saque y el resto, aunque todavía debería trabajarse más. En España siempre se tuvo la impresión de que trabajar el saque era perder el tiempo, pero no es así. Luego vas a torneos importantes y te encuentras con la realidad.

¿Qué realidad?

En el primer Challenger indoor que jugó Berni, recuerdo que le hicieron 16 aces. Ese día me fui deprimido a casa. Él jugaba muy bien desde el fondo, pero sacando y restando era imposible, de ahí nos fuimos con cierta sensación de estrés. Empecé a mirarme vídeos y hablar con gente para luego trabajarlo, ahí me di cuenta que los españoles no trabajábamos esos dos aspectos como lo hacen en otros países. Aunque quizá de jóvenes no sirva para tanto, luego se meten en el circuito Challenger y salen disparados.

Carlos Navarro dando una charla para la FTCV.

 

Y aún así sacamos jugadores como churros.

Sacamos jugadores porque la vocación de los entrenadores españoles es muy alta. Quizá no tengamos tantos medios, pero nos sobra ilusión.

Ahora tenemos menos top100 que nunca, ¿ha disminuido también esa ilusión?

Esto va a sonar duro, pero ahora mismo no hay incentivos para ir con jugadores. Económicamente es muy complicado a nivel profesional, con la tensión que se vive en el circuito sabes que en cualquier momento se puede romper todo, como entrenador has de hacer un esfuerzo muy grande. Por eso muchos están trabajando con jugadores extranjeros. Desde la RFET se tendría que proponer algo más atractivo, a mí con Bernabé meta tocado hacer de sparring, de preparador físico y viajar con él a todos los torneos. Tienes que tener mucha vocación, pero llega un punto donde no todo el mundo está dispuesto.

¿Incentivos significa inversión?

Inversión, ayudas, tan simple como que no perdamos dinero. Que si lo dejas con el jugador, tengamos alguna opción después para trabajar. En la Federación Italiana, por ejemplo, si no vas con tu entrenador, ellos te ponen otro de apoyo para que tú descanses y ninguno lo sufra. Un entrenador lo hace todo con una vocación desmesurada.

Menudo show lo del tenis italiano.

Ahora mismo son un ejemplo de cómo hacer las cosas. Por cómo se coordinan, cómo reparten las WC… aquí es todo vocacional y porque tenemos unos clubes magníficos. En mi etapa con Berni, lo que hice bien es que me equivoqué muy poco, pero porque fui afilando poco a poco hasta completar una formación que me lo permitiera. Si te equivocas en una derecha, el jugador se estanca.

Vamos, que el futuro del jugador está en manos del entrenador.

Lo que nos haría falta aquí en España es algo de asesoramiento, todavía me encuentro a entrenadores de base que me preguntan qué ranking es necesario para entrar a una Qualy de Grand Slam […] Sin duda, se podría hacer mucho mejor las cosas.

¿Te preocupa la situación actual?

Es un problema que se ha maquillado con Alcaraz, pero el problema está ahí. ¿Jugadores menores de 25 años entre los 200 primeros? La cifra es alarmante, nunca nos había pasado, creo que la RFET debe estar preocupada.

Carlos Navarro en su entrevista con Fernando Murciego.

 

¿Cómo podemos mejorar?

La clave es ayudar a los jugadores y entrenadores a tener un camino, que no vayamos cada uno por nuestro lado. Que no parezca algo épico cada vez que salga un jugador, necesitamos tener una programación para normalizar esa situación. De lo contrario, dependes de un entrenador de club que saque a un jugador por su cuenta y que además se equivoque muy poco, que tenga unas cualidades óptimas para que vaya moldeando al jugador día a día.

¿Tu experiencia con Zapata ha cambiado tu manera de entrenar?

¡Totalmente! Ahora sé exactamente cómo juega la gente de arriba. A raíz de esa información, trabajo con los chicos desde la base. Cuando empecé con Berni me guiaba por una intuición, hasta que llegamos a los Futures y la gente me decía: ‘Jugando así no va a pasar ni una previa’. Pero yo mantuve mi intuición y mi forma de ver el tenis, así que ahora entreno a los chavales así. También he visto mucho de la escuela francesa e italiana, he ido cogiendo información y maneras de funcionar. Hoy trabajo con los niños de la forma en la que se debe jugar cuando eres profesional, es lo bueno de haber cogido a un jugador desde la base y haberlo llevado hasta lo más alto, que he vivido y conozco todas las etapas.

¿Y cómo juegan los de arriba?

La gente está un poco equivocada, dicen que ahora se juega a tres tiros, pero es mentira. Ahora se juega con mucha más velocidad de bola, se reparten más bolas, tú ves un Sinner-Medvedev y hay unos intercambios brutales. En cambio, si ves a Medvedev jugando contra el #150, el punto acaba en tres tiros. La percepción que tiene el #150 es que Medvedev juega a tres tiros, pero es mentira, lo que pasa es que tiene mucha más velocidad de bola. Antiguamente podías entrenar con mucho peso, pero eso ya se acabó; ahora tienes que entrenar siendo agresivo y pasar muchas más bolas… mas el saque y el resto. La dinámica va un poco por ahí, ser agresivo pero sólido, que no es fácil.

¿Alcaraz es uno entre un millón?

Alcaraz es diferente a los demás, tiene mucha habilidad con las dejadas y las voleas, Ferrero ha sabido explotarlas muy bien.

Suerte que sea nuestro.

Antiguamente en España se entrenaba muy bien y fuera se entrenaba mal. ¿Qué pasa ahora? Que fuera también se entrena muy bien. Los jugadores que solían venir a España era porque no entrenaban, jugaban por talento, no hacían físico. Ahora fuera se entrena muy bien, incluso hay lugares donde técnicamente se entrena mejor. Ha subido mucho el nivel, ahora mismo puedes tener un entrenador de élite en la India, el nivel de los entrenamientos ha subido un montón.

¿Y aquí?

Aquí se sigue entrenando muy bien, pero hay que evolucionar. Lo que he comentado antes del saque y el resto, tenemos que ir añadiendo todas estas cosas.

Bernabé Zapata y Carlos Navarro en sus inicios.

 

Está muy bien formar jugadores pero, ¿qué me dices de formar entrenadores?

¡Exacto! Yo nunca cojo entrenadores que no hayan sido alumnos míos. Ahora mismo estoy formando entrenadores, de hecho, cuando los cojo para entrenar, hasta que no llevan 2-3 años conmigo no les dejo hacer ninguna corrección técnica, antes tienen que formarse. Yo no puedo estar en todo, así que mi deber es tener varios grupos de trabajo con entrenadores formados y con mi filosofía de trabajo. Si no formas entrenadores, es imposible que salgan jugadores.

Sería interesante promocionar este plan.

Hace poco di una charla en la FTCV orientada a los entrenadores y gente profesional para ver de qué manera había evolucionado el tenis. Ahí hablamos sobre cómo se juega ahora, cómo se trabaja ahora, hubo muy buena interacción con el resto del gremio, muchas preguntas interesantes. El entrenador español tiende a ser muy competitivo, siempre quiere mejorar. ¿Cómo se mejora? Estando arriba, pero partiendo desde la base. En mi caso, la experiencia con Berni me ha ayudado muchísimo para recorrer ese camino, pero luego hay que ser ambicioso.

Como Alcaraz.

Después de compartir muchos momentos con su equipo, te diré que la diferencia de Carlos está sobre todo a nivel psicológico. Alcaraz es muy valiente, pero también le han entrenado para que lo sea. Si hubiera tenido otro entrenador que le hace ser menos valiente, seguramente habría sido muy bueno, habría sido top100, pero no hubiera sido Nº1 del mundo. El jugador tiene que tener unas cualidades, pero el entrenador también debe aportar las suyas.

Tú viviste de cerca su irrupción en los Challenger, ¿qué te llamó la atención?

Más allá de la derecha o el revés, lo que me llamaba la atención era verle perdiendo partidos con gente que era superior y nunca bajar los brazos. Acababa llevándose el partido por puro carácter, ganando al #150 estando él #700. Eso es un trabajo del equipo, yo lo vi muchas veces durante los partidos por cómo se dirigía Juan Carlos a él, qué mensaje le daba. Esos detalles marcan la diferencia.

Carlos Alcaraz y Bernabé Zapata en la final de Cordenons 2020.

 

Vosotros fuisteis los primeros en ganarle una final profesional, menuda anécdota os lleváis.

(Risas) En Cordenons, sí. La verdad es que entrenábamos con ellos en casi todos los torneos, tenemos muy buena relación con su equipo. Ahí Bernabé llegaba de hacer final en Todi la semana anterior, mientras que Carlitos venía de ganar en Trieste su primer Challenger. Fueron dos semanas brutales, recuerdo decirle que ganar a Alcaraz esa final suponía una gran victoria, aunque él todavía no lo veía así. Luego con el tiempo se convirtió en un triunfo muy importante (risas).

¿Qué futuro le ves a Zapata?

Tiene mucho potencial, puede estar perfectamente en el top20. Yo le veo siendo un Carreño o un Bautista, alguien consolidado en esa parte alta del ranking, es cuestión de tiempo que le veamos ahí.