
Es una gran noticia haber ganado a Kristina Mladenovic en primera ronda, todavía mejor haber ganado a Madison Keys en segunda, pero la mejor es tener un cruce en tercera contra Anna Karoline Schmiedlova. Con todo el respeto para la eslovaca, se le está quedando un cuadro maravilloso a Kayla Day, una de las grandes revelaciones en este Roland Garros 2023. La estadounidense de 23 años ya se quedó cerca de ser top100 en 2017, pero una serie de infortunios la alejó del foco. Ahora su nombre vuelve a sonar con fuerza gracias a este resultado, aunque su historia es igual o más interesante. Os traemos las palabras de su última rueda de prensa.
Ya entre las 32 mejores
“Se siente increíble estar en tercera ronda, Madison es una jugadora increíble. He conseguido mi primera victoria contra una top20 aquí en Roland Garros, así que es simplemente increíble. He seguido luchando hasta el final, creo que jugué muy bien en defensa en los puntos importantes, así que ese fue el factor que me terminó dando la victoria”.
Mejora evidente
“He trabajado muy duro para mejorar mi movimiento sobre tierra batida, así que ahora empiezo a sentirme más cómoda en esta superficie. Creo que eso ayudó a marcar mejor la diferencia en mi juego a la hora de competir en estos niveles. Recuerdo abrirme camino bastante joven, a los 17 años, pero luego tuve muchas lesiones y lidié con diversos problemas. Significa mucho para mí estar de vuelta a este nivel, trabajé mucho para conseguirlo, ha sido un camino muy duro. Después de haber superado tantas luchas, estar de vuelta aquí es algo increíble”.
Una carrera truncada
“Tuve muchas lesiones, además de una mononucleosis, lo cual me hizo estar mal durante un tiempo. Tuve problemas físicos en numerosas partes del cuerpo, digamos que fue mucha mala suerte entre unas cosas y otras. Luego, cuando intenté regresar y me sentía mucho mejor, llegó el COVID. Fue realmente difícil porque todas mis lesiones me hicieron estar como 3-4 meses fuera, así que nunca pude utilizar el ranking protegido, por eso fue tan complicado regresar. Cada vez que intentaba volver, algo sucedía, hasta que en 2020 cancelaron muchos torneos y mi clasificación bajó hasta el #600. Ha sido mala suerte, pero estoy feliz de estar encontrando mi camino de regreso”.
Superando adversidades
“Nunca tiré la toalla, nunca pensé en dejar de hacer esto, me encanta el tenis y siempre quise hacer esto. Suelo ser muy dura conmigo misma, pero también las personas que me rodean me han apoyado mucho para superar estos momentos, incluso en los momentos en los que tal vez no creía tanto en mí misma, donde dudé si podría recuperar este nivel. Ahí fue donde ellos más confiaron en mí, eso fue fundamental. Aprendí que soy mucho más fuerte de lo que pensaba y eso me lo llevaré para el resto de mi carrera”.
El hombre clave en su evolución
“Pat Cash, que está conmigo, es quien me ha ayudado a cambiar por completo mi idea sobre el movimiento y la forma en la que me muevo sobre esta superficie. Trabajamos mucho antes de que comenzara la temporada de arcilla, así que ese punto marcó la mayor diferencia en mi movimiento, especialmente hacia el lado del revés. Antes ni siquiera podía pegar un revés con la posición abierta, así que él me ayudó a superar todo eso, básicamente”.
Una historia familiar curiosa
“En realidad soy ciudadana de la Republica Checa, tengo pasaporte checo, que es muy útil cuando vengo a Europa. Mi madre nació y se creció en Praga, así que hablo checo con fluidez. Esa es la única razón por la que soy buena en el tenis, porque soy medio checa (risas). Cuando era una niña animaba a Rafa Nadal, era a quien admiraba, aunque obviamente también a Martina Navratilova, zurda y checa. Recuerdo que también me gustaba Kvitova, aunque mi entrenador me dijo que no intentara imitarla, que no teníamos nada que ver (risas). Obviamente, ella es campeona de Grand Slam, una jugadora increíble, pero no soy muy similar a ella en la forma de jugar”.
Instalada en Estados Unidos
“Empecé a ir a la USTA cuando tenía 11 años, en Carson, allí estuve hasta que cumplí los 18 años. Me ayudaron mucho en mi etapa junior, soy consciente de que sin ellos no podría haber hecho nada de esto. Todos los días iba a entrenar con ellos, junto a un grupo de otras 10 chicas de mi edad, entre todas nos presionábamos constantemente para mejorar, fue algo genial”.