Alcaraz y la victoria como rutina
Actuación contundente y prácticamente perfecta de Carlos, que dejó sin esperanzas con su brillantez a un Fritz irregular. Espera Sinner en semifinales de Miami.


Carlos Alcaraz empieza pisando fuerte, mantiene el nivel en el nudo y llega al desenlace sin lugar a las sorpresas o a los cliffhangers. El de El Palmar empieza a hacer la victoria rutina, superando sistemáticamente a sus rivales sin importar condiciones extratenísticas, véanse retrasos en los horarios, adaptabilidad a condiciones cambiantes y el ruido mediático. La actuación de hoy, ante un Taylor Fritz que terminó sin esperanzas, nos permitió ver la plenitud tenística de un tipo que hace lo que quiere en la pista y se divierte como nadie. Ya está en semifinales del Miami Open 2023, donde se volverá a ver las caras contra un Jannik Sinner al que conoce plenamente y con el que quiere formar la gran rivalidad del futuro.
El inicio de Carlos fue a todo motor. Poco sabía entonces Fritz que ese primer capítulo iba a marcar todo el partido. Como si nos hubiésemos retrotraído a los años 90 y fuese Pete Sampras quien está al otro lado de la red, una sola rotura permitiría a Carlitos llevar la iniciativa durante todo el set, salvando todas las situaciones complicadas con su propio saque y dejando que ese break hiciese el resto. Taylor elevó su nivel de forma paulatina, pero Carlitos jamás bajó el suyo, ofreciendo un repertorio antológico de golpes y dando la sensación de que una mínima aceleración en su derecha obligaría a Taylor a hacer auténticos milagros para conseguir derrocarle.
Y no fue porque el estadounidense dejase de intentarlo en ese primer set, aumentando su agresividad de forma notoria. Se notó especialmente al resto: se generó dos bolas de break repartidas en dos juegos. En las dos vimos a un Alcaraz valiente, retomando sus habituales subidas a la red y, de hecho, dejando dos puntos de bellísima factura con voleas y bote pronto. Son ese tipo de puntos, que tienen lugar en momentos importantes, que terminan por tener un efecto devastador en la mentalidad del rival. A pesar de mantenerse parejo y de conseguir aumentar su nivel al saque, jamás dio un paso atrás Alcaraz con el saque. El 6-4 sería un mazazo brutal.
UN SEGUNDO SET CON MENOS EMOCIÓN
El golpe fue una losa mortal sobre los hombros de Fritz, que comenzó el segundo set completamente deprimido, cediendo una rotura en el juego inicial y permitiendo que se desarrollase un guion completamente similar al del primer set. Alcaraz, que había experimentado con varias dejadas y golpes de mayor complejidad en el primer set, aplicó un tenis mucho más práctico que en el primer set: saque, derecha, agresividad desde el fondo de la pista y manteniendo una precisión con sus golpes que no por rutinaria deja de ser impresionante. Que un tenis de tanto riesgo y que necesita de tanta precisión arroje poco más de 15 errores no forzados en un partido de tanta tensión... lo dice absolutamente todo.
Alcaraz consiguió un doble break y cerró el partido merced a un arma que no hemos mencionado demasiado: su servicio. El saque fue un bastión fundamental a lo largo de todo el encuentro, especialmente en un segundo set donde Taylor perdió la comodidad y, sobre todo, el ímpetu por hacer ajustes constantes a la hora de contrarrestar con sus pies los saques con kick de Carlos. Un partido entre dos top-10 convertido prácticamente en un duelo rutinario: así se desarrolló y así concluyó, dejando a Carlos en posición espectacular para buscar la historia, esa posibilidad de Sunshine Double sin perder ni un solo set. Eso sí, Jannik Sinner será una piedra en el zapato muy importante... y un partido que degustar.