Pouille explica el oscuro periodo que ha logrado superar

Lucas Pouille se abre y cuenta detalladamente el capítulo más oscuro de su vida: “Entré en una depresión que me llevó a dormir una hora y a beber solo”.

Lucas Pouille. Fuente: Getty
Lucas Pouille. Fuente: Getty

Lucas Pouille sufría un antes y un después inesperado en su vida después de Roland Garros 2022. Fueron cuatro derrotas consecutivas en pistas cuando empezó a surgir una nueva batalla fuera de ellas en la que tuvo que pelear consigo mismo para salir de ella. En una magnífica entrevista con L’Equipe, Pouille explica la depresión a la que tuvo que hacer frente, además de hablar sobre cómo retomó su vida y su próxima gran ilusión.

“Tiré todas mis raquetas a la basura”

“Empecé a tener un lado más oscuro y entré en una depresión que me llevó después de Roland Garros, en Inglaterra, a dormir tan solo una hora por la noche y a beber solo. Me esfuerzo mucho, paso semanas enteras entrenando para que en el momento en el que estoy preparado, se rompa. Me encontré en el hospital de Niza durante dos semanas en una cama hiperbárica para ayudarme a curarme más rápido, rodeado de enfermos, moribundos, cánceres terminales…

Y yo estoy ahí por una pequeña fractura de costilla. Eso puede ayudarte a relativizar las cosas, pero a mí me daba mucho miedo. No podía pegar ojo, me hundía en algo sombrío. Me despertaba con los ojos desorbitados. Después de una semana sin dormir, tiré todas mis raquetas a la basura y le pregunté a mi familia: ‘¿Os parece normal que, con 28 años, siendo padre, llore todas las noches en mi habitación de hotel cada vez que pierdo?’

Cada mañana me preguntaban si dormía y yo mentía, decía que tenía alergia a la alfombra, al polen o a la hierba. Me encerraba, no hablaba con nadie de ello. No soy el tipo más hablador. Estaba en un mal lugar y dije basta. De lo contrario, habría terminado en el manicomio. Por mi salud mental, tuve que parar, me iba a chocar contra la pared. No me respetaba como jugador. No podía mostrar esa imagen de mí mismo. El detonante fue que, en mitad de la noche, recibí una notificación en el móvil y vi una foto de mi hija. Pensé: ‘No puede ser así’”, explica el tenista francés.

Una nueva ilusión: los Juegos Olímpicos 2024

“Fue muy interesante salir, dejar de hablar de tenis me vino muy bien para la cabeza. Aunque me di cuenta que el tenis era mi vida, así que volví a coger la raqueta. Pienso en los Juegos Olímpicos todos los días. Es el único evento en el que no he participado. Estar en los Juegos de París es la experiencia de mi vida. Quiero intentarlo. Todo a sabiendas de que el cuerpo podría ceder de nuevo y ese sería el final”.

Comentarios recientes