La magia del deporte radica en que todo puede pasar, en ese carácter impredecible que hace imposible relajarse ni dar nada por hecho. Barbora Krejcikova ha vuelto y está dispuesta a demostrar que su desconexión brutal en la pasada campaña no es más que un paréntesis. Quien fuera campeona de Roland Garros 2021 se ha proclamado ganadora del WTA 1000 Dubái 2023 con todo merecimiento, cuajando una semana inolvidable en la que ha conseguido imponerse a las tres mejores tenistas del ranking WTA. Derrotar a Iga Swiatek se antojaba como una misión casi imposible, pero la checa ha destapado el tarro de las esencias para adjudicarse con el título emiratí tras ganar en la final por 6-4 6-2, en lo que ha supuesto una demostración auténtica de poderío.
Un poso de desconcierto e incomodidad se apreció desde los compases iniciales del primer set en la polaca. Acostumbrados a la versión inexpugnable de Iga, ver cómo la gran dominadora del tenis mundial no solo era incapaz de desbordar a su contrincante, sino que se veía superada por la velocidad de los tiros de su rival. Krejcikova es una de esas tenistas que pueden pasar de la nada al todo en muy poco tiempo, pero que cuando están inspiradas resultan inabordables. Buena movilidad, excelso servicio, impecable equilibrio entre ataque y defensa y, sobre todo, una frialdad que le hizo gestionar emocionalmente cada instante del partido de forma impecable. Hubo constantes intercambios de breaks hasta que fue la checa quien dio el golpe definitivo, abriendo brecha y tomando ventaja en el marcador.
Swiatek cometió 27 errores no forzados y solo 10 golpes ganadoras, mientras que Krejcikova tuvo un balance de 23-19
Muchos preveían una reacción titánica de Swiatek en la segunda manga, pero la polaca se topó con un muro inexpugnable al otro lado de pista. No conseguía asumir la iniciativa del juego con recurrencia y cuando lograba mover a su rival, se encontraba con defensas férreas por parte de una mujer que no solo camino bien hacia delante, sino que es capaz de remar de fondo de pista y pasar de la defensa al ataque en un pestañeo. Iga Swiatek parecía tener oportunidades de cambiar el rumbo, pero desaprovechó bolas de break en el cuarto juego. Eso supuso cavar su propia tumba ya que Barbora Krejcikova salió muy reforzada y fue ya imparable. Terminó el partido por todo lo alto, con un juego inabordable y poniendo de manifiesto que está lista para altas cotas de éxito. Merecida campeona del WTA 1000 Dubái 2023.