Nadal toma ritmo pero se topa ante un inspirado Aliassime
Rafa mostró un magnífico nivel al servicio y aceleró con su revés, pero tuvo enfrente a un Aliassime muy sólido y agresivo en los puntos importantes.


Rafael Nadal llegará a Wimbledon 2022 con un balance de una victoria y una derrota en la exhibición de Hurlingham. El resultado, eso sí, es lo de menos en este tipo de formatos: el manacorí se probó ante uno de los candidatos a llegar lejos en Londres en un partido muy ajustado, que se decidió simplemente por detalles y en el que Rafa demostró estar a un magnífico nivel al servicio. Arriesgando más de la cuenta (lo que provocó algunas dobles faltas) y con el sabor positivo de no mostrar ningún problema físico o de movilidad, Nadal se vio abocado al golpe a golpe ante un gran Felix Auger Aliassime, que estuvo magnífico en los momentos importantes y que se llevó una victoria meramente circunstancial (7-6(6), 4-6, 10-3).
Los saques comenzaron a dominar el primer set desde el inicio, tónica habitual en una hierba, la de Hurlingham, de bastante rapidez. Las balas eran aún de fogueo, el ritmo rápido y ninguno de los dos parecía tener intención de desgastarse demasiado, cosa lógica en un torneo meramente preparatorio y del que ambos podrán extraer lecciones positivas de cara a Wimbledon 2022. Sin embargo, era Aliassime quien parecía tener algo más de mordiente al resto, finalizando el primer set con un 44% de puntos ganados al resto de segundo servicio, una estadística en la que Rafa no podría igualarle. Al canadiense, eso sí, le seguía faltando un plus para acercarse a la rotura ante un Rafa muy agresivo, mostrando la versión habitual bajo la tutela de Carlos Moyá y arriesgando bastante en los segundos servicios.
Con ritmo pausado, un Felix inconmesurable al servicio (firmó 13 aces en el primer set y dejó a Rafa en 6 puntos de 34 al resto), español y canadiense se dirigieron a un tie-break en el que los riesgos que tomó el manacorí no le fueron beneficiosos. Una doble falta con 6 iguales en el marcador acabó por liquidar sus opciones en un primer set muy competitivo, con un tenis propio de la superficie en la que estamos y en el que Rafa se mostró clínico al servicio, pero aún con asignaturas pendientes al resto.
RAFA AMORTIZA LA DERECHA EN EL SEGUNDO SET
Si había un golpe que le había faltado a Nadal en el primer parcial era la derecha paralela. Había dejado en la red este golpe en un par de ocasiones, quizás aún sin la soltura suficiente para ejecutarlo con plenas garantías. Set abajo y consciente de que esto es solo un test de exhibición, Rafa aumentó la velocidad de sus tiros sin que el impacto se resintiera, poniendo en problemas a Felix por vez primera en sus juegos al resto. En el segundo parcial, eso sí, la nota positiva se la llevó el revés del balear, capaz de aguantar las embestidas de la derecha del canadiense y mostrándose vivaz, plano, plenamente adaptado a la superficie. La mejora de Nadal en su agresividad desde el fondo y el pequeño bajón de Aliassime al servicio le permitieron a Nadal firmar una rotura vital, puesto que seguía igual de entonado al servicio que en el primer set, un elemento de su juego bastante notable a lo largo de todo el encuentro.
Así pues, con un 6-4 por la vía rápida y un Nadal cada vez con más confianza, llegábamos a un supertiebreak propio de este tipo de formatos, un todo o nada del que, quizás, no tanta conclusiones puedan extraerse. Sabedores ambos de que un posible duelo en cuartos de final jamás concluirá por esta vía, intentaron soltarse y arriesgar un poco más, si bien fue el canadiense quien recuperó la fortaleza en su servicio, mostrándose injugable y adelantándose para tomar una ventaja de 4-1. Quizás por el formato y por la sensación de que no merecía la pena pelear el encuentro, Nadal marchó a la red en un par de puntos sin demasiada confianza, viéndose sorprendido por un Aliassime muy fino en sus passing shots. El canadiense no cedió su primer servicio hasta encontrarse 7-1 por delante en el marcador, ventaja más que suficiente para certificar un triunfo que le dará confianza tras su abultada derrota ante Djokovic.