Por muy insignificante que pueda parecer una estadística, en ocasiones encierra miles de horas de trabajo, preparación y un esfuerzo que se ve recompensado en forma de victorias. Cuando Feliciano López decida colgar la raqueta, podrá contar a sus hijos y nietos que él fue mejor que Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic en un dato que da fé de su vigencia, longevidad, ética de trabajo para mantenerse en la élite y un esfuerzo inconmensurable por seguir entre la élite de un deporte que demanda lo mejor de ti cada día. Desgraciadamente, esa racha ha llegado a su fin... y eso significa que hemos llegado al fin de una era.
Tanto el español como Andreas Seppi, el tercero en la lista de este dato, mantenían viva una especie de llama nostálgica. Dos veteranos forjados en mil batallas y miembros perennes de los Grand Slams, un club del que Fernando Verdasco se bajó hace dos temporadas en turbulentas circunstancias (un falso positivo le impidó formar parte de Roland Garros 2020). Feli era el tenista con la mayor racha activa de participaciones en Grand Slams: 79 citas entre los mejores, una absoluta salvajada de estadística que da inicio en 2002 y que finaliza en el día de hoy. Seppi, por su parte, sumaba 66 presencias en Majors seguidas, dando inicio a su racha en el año 2004.
-- Tenistas en activo con más presencias consecutivas en Grand Slam (Men’s Singles):
---- López | 79 (2002-2022) ⭐️
---- Verdasco | 67 (2003-2020)
---- Seppi | 66 (2004-2022) ⭐️
---- Federer | 65 (2000-2016)
⭐️ Rachas activas https://t.co/3rZGo8XsMz
La derrota en el día de hoy ante Gian Marco Moroni en la búsqueda de una plaza en Roland Garros 2022 no nos pilla de sorpresa. Es un jarro de agua fría más en una temporada gris, con un Feliciano lejos de dar un nivel óptimo de movilidad, sobreviviendo en buenos tramos del partido por sus prestaciones al servicio. A sus 40 años, el toledano no tiene que demostrar absolutamente nada a nadie, y ya ha dejado cuentagotas de su calidad como jugador en el tramo final de su carrera. Eso sí, este momento parece diferente: 0-8 es su balance en 2022, un dato que contrasta con su heroica actuación a final de temporada en la última Copa Davis.
UNA RACHA DE LOCURA
No fue su primer partido en Grand Slams (aquel encuentro fue ante Carlos Moyà en Roland Garros 2001), pero el encuentro que abrió la veda se produjo el 27 de mayo de 2002. Un imberbe Feliciano, de apenas 20 años, accedía al cuadro principal de París como Lucky Loser. Suficiente para derrotar a su compatriota Didac Pérez (4-6, 6-4, 6-2, 4-6, 6-4) y dar inicio a una racha de locura. Los Grand Slams se convirtieron en el hábitat del toledano, que ha firmado durante este periodo un 48-31 en los duelos de primera ronda, un balance positivo bajo guarismos de enorme estabilidad. Solamente en cuatro de estas 79 citas se encontraba López fuera del top-100: en las dos primeras (París 2002, Wimbledon 2002), en Roland Garros 2019 (poco después, el toledano pondría al mundo del tenis bajo sus pies en aquel "canto del cisne" en Queen's, donde se llevó el título) y en el último Open de Australia, donde cedió en su debut ante John Millman.
En segunda ronda, Feli fue aún más fiable. Por difícil que parezca, los números del toledano en esta instancia son mejores que en su debut: 34 victorias y 14 derrotas, una efectividad tremenda muestra de la confianza que recibía de un triunfo en su primer duelo. Por el camino, claro, duelos memorables: ante Guillermo Cañas (10º cabeza de serie) en Wimbledon 2002 (le derrotó 10-8 en el quinto para avanzar por primera vez a tercera ronda de un Grand Slam), ante Tim Henman en su propia casa (Wimbledon 2007, otro partido a cinco sets) o ante toda una referencia como David Ferrer (en Roland Garros 2017, ni más ni menos).
La tercera ronda se convirtió en el pequeño muro de Feliciano durante esta eterna racha. 12 victorias y 22 derrotas, si bien la mayoría de triunfos llegaron ante jugadores con mejor ranking que él. De nuevo Wimbledon se convierte en el escenario fetiche, el jardín del toledano: triunfos ante John Isner (#11 del mundo en aquel momento), Andy Roddick (#10 del mundo en 2011) o una de sus grandes víctimas: Marat Safin, al que no le dejó ganar ni un set en el año 2005 (cuando el ruso era #5 del mundo).
Solamente en cuatro ocasiones avanzó Feli hacia los cuartos de final. Tres de ellas llegaron, claro, en el All England Tennis Club. También en tres de esas cuatro le negó la entrada un top-5 (Hewitt en Wimbledon 2005, Murray en Wimbledon 2011, Djokovic en el US Open 2015). Quizás la mejor oportunidad del toledano llegó en Wimbledon 2008... pero lo que Safin te da, Safin te quita: el ruso, alejado de su mejor clasificación, entró en inspiración para colarse por sorpresa en semifinales.
Por el camino, Feli también sumó cuatro victorias ante raquetas ubicadas en el top-10. Además de los triunfos ya mencionados ante Safin y Roddick en Wimbledon, Ivan Ljubicic en el US Open 2006 (con un López fuera del top-70) y Milos Raonic en el US Open 2015 cayeron en las garras de uno de nuestros grandes exponentes. Quizás faltó una victoria cumbre ante algún miembro del Big-Three (les robó sets y bordó el tenis en el inicio de su partido ante Roger Federer, en el US Open 2007), pero ello no quita ni un ápice de mérito a una racha absolutamente espectacular. Ha terminado hoy, pero quedará durante muchos años como ejemplo para los jóvenes: ejemplo de perseverancia, regularidad, lucha y tesón para cuidar tu cuerpo durante tanto tiempo. Y es que lo más bonito jamás será el final, sino el camino que te llevó a él.