Analizamos la nueva raqueta Wilson Clash 98 V2.0

Nos ha llegado la nueva versión de la raqueta Clash, de Wilson, y nos hemos lanzado a probarla en la pista. Te contamos nuestras sensaciones con ella.

Carlos Coll | 7 Apr 2022 | 12.23
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Analizamos la nueva raqueta Wilson Clash 98 V2.0 . Foto: Charo Segovia
Analizamos la nueva raqueta Wilson Clash 98 V2.0 . Foto: Charo Segovia
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Decía Sir Francis Bacon que nada se sabe bien, sino por medio de la experiencia. En mi entorno tenístico, había escuchado algunas valoraciones sobre la Wilson Clash, pero nunca había tenido la oportunidad de comprobar de primera mano las sensaciones que transmitía ese modelo de la marca estadounidense.

Sin embargo, hace unos días, pude empuñar por primera vez la Wilson Clash 98 V2.0, una raqueta con la que, nada más por su deliciosa estética, dan ganas de jugar. A esa imagen tan atractiva, van unidas unas especificaciones técnicas y una tecnología que convierten tu sesión de tenis en una experiencia genuina que vas a querer repetir.

Seguridad y confort

Desde la primera bola que golpeé con la Clash 98 pude sentir que esta raqueta aunaba cualidades de otras raquetas Wilson que había probado con anterioridad, con la novedad de que su punto dulce era mucho más amplio, gracias, en buena parte, a la tecnología Fortyfive, a su estructura revisada en la punta del aro y a su curvado de torsión.

La combinación de un punto dulce más extenso en una cabeza de 98 pulgadas cuadradas facilita notablemente el control de la bola y la sensación de confort en cada golpe. Si a ello le añadimos la tecnología Fortyfive que Wilson ya ha implementado con acierto en otros modelos como la última Blade v8, el resultado es una raqueta creada para generar golpes increíbles, sintiendo una comodidad pasmosa.


Foto: Charo Segovia

Una Wilson muy versátil

Desde el fondo de la pista, podía sentir la contundencia de una raqueta de 315 gramos (sin encordar) que, además, ofrecía una gran precisión; cada bola corta de mi rival que atacaba o cada impacto realizado con mi derecha por encima del hombro, de arriba abajo, era un golpe perfectamente controlado, con la potencia necesaria para imponerme en la mayoría de los intercambios. Me resultó especialmente placentero jugar golpes liftados con la Clash 98, porque sentía muchísima seguridad tanto de drive como de revés.

La polivalencia de esta raqueta quedó patente cuando, en situaciones defensivas, podía rebañar bolas con la derecha cortada y bloquear bolas con el revés slice; podía recuperar bien la posición en pista, incluso pude animarme con éxito a soltar el brazo en carrera y conectar golpes con los que me sorprendí gratamente.

Foto: Charo Segovia

Generosa con tu juego en todas las facetas

Al resto, la Clash 98 respondía especialmente bien en los segundos saques. Con algo más de tiempo para preparar el golpe, independientemente del efecto imprimido por mi oponente, podía dirigir la devolución de una forma muy certera, incluso generar ángulos asombrosos en respuesta a servicios abiertos.

En la red, me pareció muy positivo el control de las voleas cortas y la capacidad para amortiguar intentos de passing peligrosos y potentes. Asimismo, en los remates, esta raqueta da una sensación de seguridad y control indispensables en este tipo de golpes.

Sin duda, el servicio fue la faceta del juego en la que más me sorprendió la Clash 98; en uno de los sets que disputé, no cometí ninguna doble falta, a pesar de que no estaba siendo nada conservador con el segundo saque. El efecto liftado que podía generar no sólo me aportaba seguridad, sino que además picaba realmente alto y me permitía llevar la iniciativa, incluso errando el primero.

Una raqueta hecha para ti

Estamos ante una raqueta muy polivalente. Me dio la sensación de que me iba genial, pero no porque fuera una raqueta específica para mi estilo de juego, sino porque reúne una serie de particularidades que permite una adaptación sobresaliente a cualquier tipo de jugador. De hecho, cuando terminé el partido, dejé que mi oponente peloteara un rato con ella y me transmitió una valoración francamente positiva, a pesar de que su forma de jugar era muy diferente a la mía. Por ese motivo, no importa si tienes un tenis conservador o golpes más atrevidos, si liftas o golpeas plano. No hay excusas. La nueva Wilson Clash 98 V2.0 implica una inefable experiencia que has de probar sí o sí.


Foto: Charo Segovia