El diamante Aliassime ya ha sido pulido con éxito

Damas y caballeros. Ya está aquí. Siempre será un jugador que levante pasiones y tambien decepcione a parte iguales, pero si hay algo indudable es la capacidad que tiene para hacer lo que quiera sobre la pista. La pelota aparentemente le corre fácil, y desconcierta a los rivales con sus escasos defectos en una cancha de tenis. 2022 puede ser el año de Felix Auger-Aliassime. Consiguió ganar la ATP Cup, puso contra las cuerdas a Daniil Medvedev en el Open de Australia y hoy consiguió sumar su primer título como tenista profesional. Con la confianza que confiere adquirir el primer torneo ATP, y dejar atrás las suspicacias y comentarios diversos sobre su mentalidad en la pista, el canadiense jugó con una soltura más que notable, y al sentir a Tsitsipas al otro lado de la pista, vio a una víctima propiciatoria. Algo está cambiando en el tenis mundial. La Next Gen ya está aquí.

Fue un vendaval de inicio a fin. Aliassime encontró golpes ganadores con aparente facilidad. Comenzó el encuentro restando muy metido en pista y jugando muy agresivo. Sorprendió a Tsitsipas con un break nada más arrancar. Esas roturas que sorprende a cualquier jugador. Y ese break fue decisivo. El canadiense estuvo inconmensurable con su servicio, con el que consiguió ganar el % de puntos jugados con el primer servicio. Tsitsipas no encontraba su juego, incapaz de arrebatar la iniciativa a un Aliassime desatado. Lo intentó de todas las maneras posibles, pero el pupilo de Fontang estaba un paso por encima de su rival y por un trabajado 6-4 se llevaba la primera manga.

Primer título como profesional para Aliassime

El griego no tuvo la reacción esperada en el segundo set. Siguió jugando con golpes tres cuartos, sin arriesgar en exceso y corriendo mucho detrás de los misiles de Felix. El set fue un claro copia y pega de la primera manga. Nada más comenzar, ya estaba Aliassime con break arriba. Lejos de mantener la brecha, Felix quería más y más y también consiguió otro break y con un marcador de 6-4 y 6-2 sellaba el triunfo. Fue una clara muestra de su superioridad hoy por hoy, y de la capacidad para elegir los golpes adecuados en momentos precisos, algo de lo que ha carecido en los años anteriores. La racha de cero victorias y ocho derrotas en finales ha llegado a su fín.

Tsitsipas no se podía creer lo que estaba pasando. Se vio inferior a un jugador que amenaza el poder establecido. Una nueva era se cierne sobre el circuito ATP. Damas y caballeros, Felix Auger-Aliassime ya está aquí.