Raducanu: "Lo que de verdad me importa son mis propias expectativas"
La británica rememoró sus actuaciones en Wimbledon y US Open, además de hablar sobre expectativas y la presión con la que cargará el año que viene.


Emma Raducanu ha sido uno de los grandes fenómenos de la temporada 2021. La tenista británica pilló al mundo por sorpresa durante el pasado US Open 2021, cuando consiguió conquistar su primer Grand Slam viniendo de la fase previa y sin ceder ni un solo set por el camino. Una actuación espectacular que se labró en las pistas del All England Tennis Club, cuando un par de meses atrás Emma firmó sus primeras victorias en un torneo de esta categoría, llevándose el aplaudo y la admiración generalizada de Wimbledon y utilizando aquel torneo como rampa de lanzamiento para lo que estaba por venir.
"Wimbledon fue el primer momento en el que fui competitiva a escala global. Había muchísima emoción ahí, un tipo de adrenalina que jamás había sentido antes, era la primera vez que sentía algo así. Estaba superorgullosa y feliz de poder jugar en casa, fue una sensación especial, la Pista Uno era la mayor pista en la que había jugado nunca, así que estaba nerviosa, pero amé cada momento una vez salí a la cancha", explicaba la natural de Toronto en una conversación con Sky, en la que habló de todo lo que vino a continuación. Si ya Wimbledon había abierto una puerta hacia el estrellato, el US Open supuso un lanzamiento meteórico por el que, de repente, se colocó entre las veinte mejores raquetas del mundo.
"Llegué a Nueva York pensando en poder pasar, quizás, la fase previa. Estaba bastante cansada. Sin embargo, acabé viviendo momentos increíbles: creo que, a día de hoy, la clave fue que me centré en pensar día a día. El tiempo volaba: los últimos días solo pensaba en que no quería que todo terminara. Llegaba a las rondas finales del torneo y empezaba a pensar: "y si... estás aquí, así que, ¿por qué no?" Pero nadie le daba demasiada importancia", reflexiona Emma sobre una racha que todo el mundo pensó que, en algún momento, llegaría a su fin.
Nada de eso ocurrió: por el contrario, Raducanu se hizo gigante en Flushing Meadows, impertérrita ante la presión de las rondas finales. "Los mejores recuerdos que tengo de Nueva York son lo bien que me lo pasé allí. Sí sentí que tuve que afrontar mis propios obstáculos, que superé: por ejemplo, la primera vez que entré en la Arthur Ashe estaba supernerviosa, tuve un comienzo muy malo y lento de partido, pero me di cuenta que pude superarlo y, al final del partido, estaba dando lo mejor de mí delante de muchísima gente".
SIN PENSAR EN LAS EXPECTATIVAS Y LA PRESIÓN
Ahora llega un momento decisivo en su carrera deportiva: el momento de demostrar que todo aquello no es flor de un día, de enseñarle al mundo que hay Raducanu para muchísimos años. Aún da sus primeros pasos en un circuito WTA para el que es, en cierto modo, una extraña, y es por eso que las únicas expectativas a las que Emma escucha son aquellas que se coloca ella misma. "Siento que la gente va a opinar y va a tener expectativas sobre mí, pero realmente no pienso en ellas. No me importan. Lo que de verdad me importa son mis propias expectativas, lo que quiero conseguir y por lo que peleo. Se trata de mejorar y ver que mejoras poco a poco y de hacer caso omiso de las opiniones del resto, excepto de aquellas que provienen de mi círculo cercano".