Pablo Andújar (23 de enero de 1986, Cuenca) podría ser perfectamente profesor. No, no el de la Casa de Papel: un mentor para todos aquellos jóvenes jugadores que busquen un faro que alumbre su camino hacia el profesionalismo. Se expresa con naturalidad, detalla sus respuestas y se involucra en lo que podría parecer una entrevista. En el fondo, no es más que una charla entre dos apasionados por el tenis. Pablo se preocupa por el futuro de nuestro deporte, por la exposición mediática de nuestros deportistas y por dar el mismo cariño y cercanía que él recibe en cada torneo. Su 2021 ha copado las portadas de todos los periódicos en varias ocasiones: sus victorias ante Roger Federer en Ginebra y ante Dominic Thiem en Roland Garros fueron la constatación de que a sus 35 años este guerrero sigue más vivo que nunca.
En un entorno incomparable, el de un club familiar como lo es el de la Copa Sevilla 2021, Pablo se siente a la mesa para charlar con Puntodebreak. A través de la media hora de conversación, el conquense se abre sobre los momentos más oscuros de su carrera deportiva, entre los que sin lugar a dudas figura su triple operación en el codo derecho que le llegó a dejar sin ranking hace tres y cuatro años. Pablo volvió, se metió de lleno en la élite y sigue disfrutando de este deporte como el primer día, sin descuidar sus obligaciones como padre de familia. Su historia y sus reflexiones, las de un luchador con una actitud intachable en cada gran torneo, merecen un espacio como éste.
CN: De vuelta en Sevilla, Pablo, y eso que vienes de darte una verdadera paliza en el US Open 2021. Lo mejor, sin dudas, el ambiente.
PA: Estos torneos son especiales por eso. Es un ambiente de club, muy familiar: ahora que soy padre de familia, esto me gusta más. A éstos torneos hay que cuidarlos y creo que tenía que venir. Sí que es cierto que es un esfuerzo para mí, porque vengo de una semana dura a nivel físico y mental, pero me apetecía. Hay que cuidar los torneos y aquí no tengo ningún tipo de queja. Estoy superagradecido porque aquí me tratan genial.
La última vez que jugaste aquí en Sevilla fue en 2016. Perdiste 6-1, 6-2 ante Gerald Melzer en el que fue tu primer partido tras la segunda operación de codo. Meses después volverías a operarte por tercera vez. Si a aquel Pablo Andújar que pisó el albero de Sevilla le hubiesen dicho que cuatro años después sería top-100 y habría ganado a Dominic Thiem y Roger Federer en un mismo año, ¿se lo habría creído?
No. Ni de coña. Yo intento siempre trabajar el día a día y no pensar más allá, pero me acuerdo perfectamente de aquello y era un momento muy jodido para mí. Veía que me había operado y que las cosas no iban bien, la lesión me seguía molestando y no podía jugar. Yo siempre lo he dicho en todas las entrevistas: en 2017 me planteé la retirada después de la última operación, que por suerte fue la buena. No, no me lo hubiera creído.
Estabas ya en un punto de no retorno, de pensar que, si esa operación no sale bien, se acabó.
Sí, porque ahí fue cuando nació mi hijo: yo me operé, aquello iba muy poco a poco porque me seguía molestando, pero nació mi hijo, fue muy poco a poco mejorando y ya en 2018 decidí empezar de nuevo. Me fui a Australia porque todavía me quedaban algunos torneos con el ranking protegido, y así fue como poco a poco volví. Fue un proceso, pero en aquellos momentos estaba totalmente fuera del tenis profesional.
En su momento te leí hablando sobre la psicología del deportista profesional en esos momentos tan duros que vives en mitad de una lesión. A mí me gustaría saber cómo cuidaste esa salud mental en aquellos momentos, en especial justo antes de volver al circuito, cuando pueden entrar los fantasmas del pasado.
Yo lo único que me decía a mí mismo y que me exigía era tratar de hacer todas las cosas posibles para poder volver. Esa era mi única idea. Cumplir conmigo mismo y decir que, si lo dejo, que no sea porque yo no he hecho todo lo posible para tratar de volver al tenis competitivo. Tuve la suerte de que al final se acabó dando, pero esa era mi única mentalidad, así encaré mi recuperación.
Pasemos a hablar de este año. En Wimbledon tuviste unas molestias en la costilla, pero te hemos visto batallando en Nueva York como un guerrero y llegando a la tercera ronda. ¿Todo bien físicamente?
Bien, sí que tuve una fractura por estrés en una costilla. Fue una pena, porque estaba jugando bien, pero ahora físicamente estoy bien. Pude hacer un partido largo como el de Kukushkin en primera ronda del US Open. Cuesta siempre volver, conforme pasan los años cuesta más, porque volver a ponerte en forma cuesta, pero mi prioridad número uno y lo más importante para mí es no tener dolores y de eso se trata.
Victorias a través de grandes remontadas en Roland Garros, Wimbledon y US Open. ¿Qué tiene Pablo Andújar en los Grand Slams?
Pues no lo sé (risas). Sinceramente, yo creo que afronto los partidos exactamente igual estando en un Grand Slam o en un torneo más pequeño, o por lo menos así lo trato yo. Sí que es cierto que este año los Grand Slams se han dado muy bien, he ganado un partido en cada uno de ellos, partidos largos… es algo positivo, que me da confianza y que me hace confiar en mi físico ya que los partidos de Grand Slam suelen ser largos, así que eso me da fuerzas para seguir intentándolo, pero realmente no creo que haya diferencia entre el Pablo Andújar que juega un Grand Slam y el Pablo Andújar que juega un torneo como éste.
Dijiste tras ganar a Federer que era la victoria más importante de tu carrera, la más ‘soñada’. Imagino que eso no cambió tras derrotar a Thiem en Roland Garros, tu victoria contra un jugador de mayor ranking y uno de los favoritos a ganar el torneo.
A ver… son dos victorias un poco diferentes. A ambas les doy un valor tremendo. Es verdad que la de Thiem, estando dos sets a cero abajo ante alguien como él en Roland Garros, le doy mucho valor. Quizás le doy más valor a la de Thiem. El caso es que la de Federer es un tema más… de mito. Yo tengo a Federer mitificado, idolatrado. Yo no era de tener posters cuando era pequeño, pero si hubiese tenido a alguien, era Federer. Era más el superar una barrera mental de haberle ganado a un ídolo, mientras que a la otra sí que le doy mucho mérito. Son distintas.
El nivel de respeto generalizado que conseguiste crear tras tu remontada ante Thiem es algo que yo no había visto hacía muchísimo tiempo en el mundo del tenis, al menos aquí en España.
Es de agradecer. No lo busco, eh, pero siempre intento tratar a todo el mundo con mucho respeto. Soy un tío que, creo, se lleva bien con todos los jugadores del circuito y no tiene problemas con ninguno. Si hay alguien que se alegra porque yo gane, yo se lo agradeceré siempre.
Fuiste un tipo que ha vivido parones constantes a causa de las malditas lesiones. Al hablar de la pandemia, ¿es posible que manejases mejor la situación a nivel mental debido a haber estado acostumbrado a situaciones parecidas?
Quizás algo sí que ayudó. No te lo sé responder, pero quizás. Nosotros, como tenistas, no estamos acostumbrados a estar en casa, estamos acostumbrados a estar viajando. El hecho de que paren y te digan que vas a estar cuatro meses encerrado en tu casa sin tener torneos ni nada, ostras… es una cosa curiosa. Yo sí que me intenté mover, organicé un torneo de exhibición… soy un tío que tiene sus historias en la cabeza, no sé, que le gusta hacer cosas. Se me ocurrió esto porque veía que estábamos parados y eso para el tenista no es bueno. Volviendo a tu pregunta, sí, creo que sí que me pudo ayudar el tiempo que estuve parado.
¿Tú crees que ahora mismo has encontrado el equilibrio entre la vida como padre y la vida como tenista?
El equilibrio yo creo que no, porque a mí me gustaría estar más tiempo con ellos. El equilibrio no. ¿Que creo que lo llevo de la mejor manera que sé, o intento llevarlo de la mejor manera que sé? Eso sí, sin lugar a duda. Pero a mí me gustaría vivir más con ellos, sobre todo con el mayor, que ya tiene algo más de autonomía y es más consciente de las cosas. Yo le echo mucho de menos, a todos, pero el mayor ya quiere estar un poco más con su padre.
Me demuestras con tus palabras que queda Pablo Andújar para rato, pero ¿el objetivo que te marcaste al volver al circuito se puede considerar cumplido?
“Superado. Superado. Mi objetivo no era otro que lo que te comenté, quedarme tranquilo y yo decir que lo intenté al máximo. Si me hubiera dolido el codo no hubiera podido seguir, pero hubiese estado tranquilo y orgulloso por haberme empleado al máximo. He tenido la suerte de que todo lo que estoy viviendo ahora mismo es un extra en mi carrera: yo no pensaba que esto podía llegar a ocurrir, así que ahora me lo tomo como tal”.
Paso a lo que hemos vivido más recientemente, cómo el público se ha enamorado de Carlos Alcaraz en este US Open 2021. Siempre has dicho cosas muy interesantes sobre la falta, ya no solo de cultura tenística, sino de cultura deportiva que a veces se da en este país. ¿Notas que vamos demasiado rápido a la hora de encumbrar a Alcaraz?
Al final, también es cierto que tener el ejemplo de Nadal es muy difícil, ya que siempre se acaba comparando a Rafa con todo. Sí que es cierto que yo creo que este chico va a ser muy bueno: siempre lo he dicho, desde las primeras veces que lo vi entrenando, algo que se ha dado porque estamos relativamente cerca, siempre he dicho que va a ser un fenómeno. Eso no quita que aún no sabemos el nivel de fenómeno que va a ser. Cada uno tiene su camino y con 18 años no podemos saber el camino que va a hacer: con Federer, por ejemplo, no se sabía qué iba a pasar con 18 años. ¿Se pensaba que, cuando tenía 18 años, Federer iba a ganar 20 Grand Slams? Pues no lo creo. ¿Y con Nadal? ¿Y con Djokovic?
Sí que creo que en España se le está tratando bien: para lo que podría ser, creo que ese tema está bastante más tranquilo de lo que en otro momento podía haber sido. Creo que se sabe también que a veces eso puede ser perjudicial, pero es lógico que tengamos que hablar de un tío que va a ser un fenómeno. Si es la realidad, hay que contarla.
Ahora mismo, Pablo, te da de sobra para disputar el circuito ATP. Si llegase el momento en el que tu ranking pueda caer y debas plantearte hacer una o varias giras por el circuito Challenger para volver a subir… ¿podrías plantearte ahí la retirada?
“Esta pregunta no te la puedo contestar ahora porque no se da el caso, pero creo que, si realmente me voy muy para atrás, a mí me costaría mucho. Lo que a mí me encantaría es que el día de mañana yo pudiera tener un cierto ranking y decidir, por mí mismo, que ha llegado el momento de despedirme. Eso es lo que a mí me gustaría, no es mi objetivo, pero sería ideal”.
Por último, te disparo una más sentimental. ¿Se puede explicar la carrera de Pablo Andújar a través de una cosa que no sea el amor por el tenis?
“(Duda) No lo sé”.
Hay que tener amor por el tenis para, tras pasar por lo que has pasado, estar donde estás ahora.
“Sí, amor por el tenis o, sobre todo, no dejar este deporte para no quedarme intranquilo. Intentar volver a jugar fue algo que hice para yo quedarme tranquilo conmigo mismo. ¿Eso es amor por el tenis? Quizás sí, eh, de alguna manera sí que lo es, pero era un tema interno mío. Pensaba que eso no podía acabar así… o podía acabar así, pero antes quería haberlo intentado”.
HISTORIAS DE TENIS
Podría parecer que la charla, llegados a este punto, está más que terminada. Sin embargo, el tiempo pasa y Pablo tira de varios hilos. Mientras la noche cae sobre el Real Club Tenis Betis, Andújar y servidor empezamos a debatir sobre el futuro de nuestro deporte. Sobre la NextGen, sobre el papel del circuito Challenger y sobre el espacio y protagonismo que, siendo optimistas, cada jugador debería tener.
PA: “Una de las cosas que yo siempre les digo a los de la ATP es que cada jugador tiene su historia. Creo que la ATP muchas veces no hace bien en no contarlas. Mucha gente piensa que Pablo Andújar es un tío mediocre porque no ha ganado un Grand Slam… pero Pablo Andújar tiene su historia. Y Bernabé Zapata tiene su historia. Y Carlos Taberner tiene su historia. Y eso es vendible también. A mí me gustaría que, en el futuro, se diera un poco más de bombo a todos los jugadores. A veces parece que, si se hacen torneos donde no están los cinco mejores, ya ese torneo es una mierda, y eso es porque no se han vendido las historias de cada uno de los jugadores que hay en ese cuadro. En el fútbol conocemos que el central del Rayo Vallecano está casado con no sé quién… nosotros, los jugadores de tenis, tenemos que hacernos a nosotros mismos. Es un sacrificio desde bien pequeñito y cada uno tiene una historia distinta que es vendible al público al general. Más tarde, ese público luego se identificará con el jugador que sea”.
CN: Esta es una cuestión interesante, ya que la ATP sabe que, cuando se retiren Djokovic, Federer y Nadal existirá un vacío generacional. Eso la ATP intenta llenarlo a través de la NextGen, pero la desigualdad que ves en el circuito, sin mostrar interés desde arriba por el circuito Challenger…
“Ellos han intentado explotar a diez tíos de la NextGen, pero yo creo que no hay que explotar solo la NextGen: hay que contar la historia de todos los jugadores, porque llegará un día en el que en un torneo no juegue ningún jugador de la NextGen. ¿Qué pasará? Lo mismo: pensaremos que ese torneo es una mierda porque no están ni Zverev, ni Medvedev ni Rublev. No, hombre, no”
El mayor ejemplo es el caso de Karatsev. Hace poco la ATP sacaba un vídeo contando su historia y omitían por completo que, tras la vuelta del tenis por la pandemia, su verdadero trampolín fueron los torneos Challenger (ganó uno e hizo final en otro).
“Si es que no solo pasa con los Challenger, también pasa con los ATP250. En cuanto al próximo plan estratégico de la ATP (NOTA: referencia al plan propuesto por Gaudenzi y la ATP para que, entre otras cosas, los Masters 1000 pasen a ser de dos semanas, lo que obligaría a varios torneos ATP 250 a disputarse en la segunda semana de los Masters 1000. En el plan también se incluyen posibles subsidios a estos torneos para subsanar posibles pérdidas), ahí hay dos visiones. La visión que piensa que los ATP250 mueren, o que los ATP250 tienen una oportunidad. ¿Por qué? La idea es que haya torneos Masters 1000 de dos semanas, y todo eso es una oportunidad para los torneos 250. Si tú como jugador del top-10 pierdes en primera ronda de ese torneo, la posibilidad de que vayas a esa segunda semana es mucho más grande que la que tiene ahora mismo un 250. Tiene las dos vertientes: puedes pensar que estás matando a los 250, o que tienen una nueva oportunidad”.
Pablo Andújar acabó cayendo en cuartos de final de la Copa Sevilla 2021, precisamente ante otro jugador entrevistado a lo largo de la semana en Puntodebreak, Tomás Barrios Vera. Sin embargo, su paso por la capital andaluza no dejó ni un solo reproche. Profesionalidad, humildad y valores que ponen en valor el esfuerzo que cada jugador acomete por llegar hasta aquí. Y que nosotros sigamos viendo a Pablo por muchos años más, hasta donde él quiera.