A veces el deporte cae en el error de enseñarnos que solamente quien queda campeón pasa a la historia, pero cuántos deportistas firmarían ya mismo ser los segundos mejores en su disciplina. Incluso ser terceros. De esto saben mucho en los Juegos Olímpicos, donde colgarse una medalla es sinónimo de éxito, independientemente del color del metal. Laura Pigossi y Luisa Stefani fueron bronce en Tokio 2020, consiguiendo la primera medalla en tenis en la historia de Brasil. Suficiente logro para que Laura, afincada en Barcelona desde hace cinco años, se pasara por el canal de Punto de Break y charlara un ratito con Fernando Murciego. Aquí abajo os dejamos la entrevista completa y los titulares más interesantes.
Una aventura inesperada
“No sabía ni que estaba inscrita, desde la delegación brasileña de tenis no nos dijeron nada porque a falta de tres días estábamos más de diez puestos fuera. Yo estaba en Kazajistán, preparada para jugar las semifinales de un W60 en dobles, cuando miro el móvil y veo dos llamadas perdidas y un mensaje en mayúscula: ‘HAS ENTRADO EN LAS OLIMPIADAS’. Esto fue el día 16 de julio por la tarde y la ceremonia de apertura era el día 23. Desde ese momento, tanto yo como Luisa empezamos a movernos para llegar lo antes posible a Japón y adaptarnos cuanto antes al cambio horario”.
Tercer torneo formando pareja con Luisa Stefani
“Solamente habíamos jugados dos veces juntas, aunque la conocía desde hace mucho, soy su amiga desde que teníamos 13 años, cuando jugábamos interclubes en Sao Paulo. Una vez jugamos un torneo ITF W60, donde hicimos semifinales, y la otra vez fue en la Copa Federación del año pasado, donde perdimos con Alemania. Yo ya sabía cómo jugaba, nos conocemos mucho, sé cómo pensamos dentro de la pista, pero es verdad que no habíamos jugado mucho juntas”.
Nada de vacaciones
“Desde el momento en el que llegamos, le dije a Luisa que no nos íbamos a Japón solo para vivir la experiencia, no íbamos a pasear, íbamos para hacer algo de verdad. Las últimas serían las primeras. Me encanta representar a mi país, siempre dejo todo en pista, así que me sentía muy bien antes de empezar el cuadro. Sabía que podía jugar de tú a tú con todas las jugadoras, aunque sé que yo tengo un ranking mucho más alto que ellas, pero teníamos muchísimas ganas de seguir ganando, de seguir avanzando, no queríamos perder y decir adiós a los Juegos Olímpicos. El día que perdimos las semifinales me dolió muchísimo, no te haces una idea, fue como si me clavaran un cuchillo en el pecho”.
Impacto en Brasil
“He recibido muchísimos mensajes, no podría quedarme con uno, pero sí que hicimos una entrevista con Fernando Meligeni y nos dijo muchísimas cosas buenas. Por supuesto, también hablamos con Guga Kuerten, han sido momentos muy especiales, también por cómo se dio todo con partidos durísimos, entrar de últimas, luchando para salvar match points… parecía un sueño. Cuando jugamos por el bronce, todo Brasil estaba despierto, nos apoyaron como si fuera fútbol. Con esto me gustaría conseguir que el tenis tuviera una visibilidad mucho más grande, inspirar a las personas, que los chicos más jóvenes encuentran esa misma pasión que tengo yo a la hora de jugar. De niña recuerdo ver jugar a Kuerten y eso era todo, es lo que me hizo llegar hasta aquí. Hoy, por suerte, puedo dedicarme a lo que me gusta y ganarme la vida con ello”.
Imposible separarse de su medalla
“Estuve tres días que no me la podía quitar del cuello, es un sueño que tenía desde que empecé a jugar. Cuando empecé a jugar al tenis fue porque quería llegar al top de los torneos y, ahora mismo, creo que el torneo más importante de todos los que existen son los Juegos Olímpicos, el más grande y el que reúne todos los deportes y a los mejores deportistas del mundo. Haber ganado una medalla y tenerla ahora en mi mano es increíble, no hay nada mejor”.