Los recuerdos olímpicos de Federer

El suizo repasa las imágenes más representativas de los cuatros Juegos Olímpicos que ha disputado. ¿Sabéis el significado que tuvo su celebración con Stan Wawrinka?

Stan Wawrinka y Roger Federer. Fuente: Getty
Stan Wawrinka y Roger Federer. Fuente: Getty

Es cierto que Roger Federer no está en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, de hecho, ya no estuvo en los de Río 2016, pero el suizo tiene una trayectoria tan larga que puede encontrar recuerdos de sobra para ocupar varias páginas. En una entrevista con la ITF previa a hacerse pública su renuncia, el de Basilea bucea en sus memorias para rescatar sus mejores recuerdos olímpicos, como por ejemplo su oro en dobles junto a Stan Wawrinka, la tristeza tras perder la final en 2012 o la mujer que conoció en Sydney 2000 y que terminaría siendo la madre de sus hijos.

La conversación con Wawrinka que le inspiró

“Si miro hacia atrás tengo muy presente lo bien que lo pasamos con Stan en Beijing, fue increíble ganar el dobles juntos. Aquello me dio un impulso enorme después de perder en el cuadro individual ante James Blake, en aquellos Juegos yo tenía como objetivo colgarme una medalla individual y no lo hice. Tras perder con James (Blake), al día siguiente nos tocaba jugar dobles y me acuerdo que Stan me dijo: ‘Esto es lo que nos queda, hagámoslo’. Terminó siendo una gran semana junto a él y Severin Luthi, algo maravilloso”.

Celebración curiosa tras ganar el oro

“Hicimos ese gesto después de las semifinales y también al ganar el título. Simplemente, teníamos que hacerlo. Era como una escena en la que Stan estaba jugando tan bien que pensé que era como el fuego, por eso yo me acerco a él y hago como que me caliento en el fuego. Fue una tontería nuestra pero quedó muy divertido, creo que ambos estábamos felices de llevarlo a cabo.

Todavía tengo en mente la semifinal contra los Bryan, eran los número uno, además sabíamos que si ganábamos ya tendríamos asegurado la plata o el bronce. Es una pena que los derrotados en semifinales no obtengan automáticamente el bronce, recuerdo que de esa manera yo perdí una medalla en los Juegos Olímpicos del año 2000. Caí en semifinales y luego perdí también el partido por la medalla de bronce, aquello supuso una gran angustia en el momento”.

El valor de una plata olímpica

“En 2012 me quedó grabado el partido contra John Isner de cuartos de final, fue un alivio enorme para mí superar ese encuentro, era el que daba derecho a tener dos oportunidades de ganar una medalla individual, una barrera que nunca sabes si vas a superar. Cuando entré a jugar ante Juan Martín en semifinales estaba realmente emocionado, pensé que tenía una gran oportunidad porque venía de ganarle en Wimbledon, pero ese día me di cuenta de lo complicado que era romperla el saque. En el segundo set pasé por una situación extrema, aunque luego él volvió a estar muy sólido. Finalmente, pude cerrarlo en el tercero y supuso un gran alivio. Fue un día caluroso, hermoso, con un gran ambiente, definitivamente, una de las victorias más emotivas de mi carrera.

Luego de perder la final contra Murray, la pregunta en mi cabeza era muy clara: ‘¿Ahora qué vas hacer? ¿Vas a ver el vaso medio lleno o medio vacío?’. En ese momento te sacan de la cancha, te llevan a un cuartito, te pones el chándal oficial y tiene 5 minutos para reflexionar y volver a la pista. Parece poco tiempo, pero te da tiempo para pensar en todo lo sucedido. La verdad es que tenía motivos para estar triste y enfadado, pero preferí sonreír y estar feliz.

Cuando salí me encontré a Del Potro y le pregunté cómo le había ido, pensé que habría que perdido ante Djokovic. ‘No, gané’. No me lo podía creer, así que le felicité por el bronce. Aquello era algo grandioso, pero solo me di cuenta al verle a él, al ver lo extasiado que había terminado en su lucha por el bronce. Para mí, terminar con una plata también acabó siendo grandioso, de hecho estaba feliz por ver a Andy con el oro, a partir de aquel día los tres quedamos conectados para siempre. Sí, fue un día donde recibí una derrota aplastante, pero al fin y al cabo una jornada inolvidable, no tenía motivos para estar negativo, era momento de estar orgulloso y feliz de haberle dado una plata a Suiza”.

Los Juegos Olímpicos que le cambiaron la vida

“En Sydney 2000, Mirka perdió en primera ronda ante Dementieva Yo era el único jugador suizo, se suponía que debía venir Marc Rosset, pero se retiró. Así que me quedé solamente yo con mi entrenador y el fisioterapeuta, éramos pocos pero lo pasamos de maravilla. Tuve dos derrotas muy duras, ante Haas y ante Di Pasquale, pero Mirka estuvo allí, se quedó para seguir entrenando y para apoyarme. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que lo nuestro era más que una simple amistad, estoy muy feliz de que ocurriera allí y de esa manera”.

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